Cuando todo parece complicarse a nuestro alrededor, no es mala idea simplificar nuestras vidas y volver a lo básico. En la época de nuestras abuelas, los juegos de cartas tenían muchas menos reglas, y no por eso eran más aburridos, todo lo contrario. Es por eso que hoy les venimos con un soplo del pasado, un clásico que todos conocemos de nombre, pero capaz nunca hemos jugado, el Baccarat.
Orígenes del Baccarat
Como muchas cosas en la vida, Francia e Italia se disputan el haber inventado este juego. La versión más popular le acredita el origen del Baccarat a la Italia del siglo XV. Según dicen, el juego está basado en la leyenda de una joven virgen (¿cuándo no?), que tenía que lanzar un dado de nueve caras para decidir su suerte. Si salía un número menor a 6, debía lanzarse a las aguas del mar.
Algo de esto sobrevive en el juego actual, ya que el mejor puntaje que se puede obtener es 9, y si el jugador tiene un puntaje menor a 6, recibe otra carta, lo cual podría afectar sus chances de ganar la mano. Si el número es igual o supera al 10, solo cuenta el último dígito, por lo que el valor de las figuras Jack, Reina y Rey, que tienen un valor de 10, cuenta como cero.
Se origine donde se origine, lo cierto es que fueron los franceses los que lo popularizaron, y era jugado principalmente por la aristocracia, en especial, la corte de Carlos VIII de Francia. Allí evolucionó hasta convertirse en la versión Chemin de Fer, que era más dinámica que la original.
Sin embargo, la fama mundial del Baccarat llegó de la mano de Ian Fleming. Sí, el mismismo autor de uno de los personajes más conocidos de todos los tiempos, nadie menos que James Bond. La primera novela, Casino Royale, transcurre alrededor de un juego de Baccarat de altas apuestas.
Reglas básicas del Baccarat
En la sección anterior, mencionamos algunos puntos básicos sobre el valor de los naipes, ahora nos explayaremos más. El Baccarat es un juego de azar. La ronda empieza con los jugadores haciendo sus apuestas. Hay tres tipos de apuestas, al banquero, al jugador y al empate. El banquero es el que se encarga de barajar y repartir las cartas. En algunas versiones del juego, los jugadores se turnan para cubrir este rol; en la versión más común, Punto Banco, el banquero es siempre el mismo.
Una vez realizadas las apuestas, se reparten dos cartas por jugador, banquero incluido. Si uno obtiene un 8 o un 9, se consigue una victoria “natural” y se reparten las ganancias obtenidas. Si el jugador obtiene un 7 o 6, puede elegir plantarse o pedir un naipe adicional. Si los puntos del jugador son menores a 6, se le reparte una tercera carta.
Cómo ganar en el Baccarat
La mano ganadora se calcula una vez repartidas todas las cartas. Al ser uno de los juegos de cartas más populares en los casinos, existen diversas estrategias para ayudarle a uno a ganar. Entre las más conocidas se encuentran el sistema Martingala y el sistema Fibonacci.
El Baccarat es un juego de azar muy divertido y simple, y lo único que necesitas en un par de mazos de naipes, y fichas para realizar tus apuestas. Si descubres que tienes habilidad para jugarlo, ¿por qué no sacarle provecho y ganar unos euros en el proceso? En Casino Cupid ofrecemos una guía detallada sobre el Baccarat, incluyendo explicaciones de las mejores estrategias para triunfar en el juego. Solo haz clic en la sección de “Juegos”, y luego “Baccarat”, analiza bien las reglas, y elige el casino que más te convenga, con la ayuda de nuestro comparador.