My City: Roll and Write tendrá edición en castellano la semana del 10 de abril. Es decir, después de Semana Santa. Devir ya publicó My City hace unos años y es ahora cuando hace crecer su catálogo con la edición roll and write.
ASÍ SERÁ MY CITY: ROLL AND WRITE
My City: Roll and Write vuelve a contar con Reiner Knizia como autor y con Michael Menzel como ilustrador. Se mantienen también la edad mínima recomendada y la duración de las partidas: 10 años y 30 minutos. Sin embargo, el nuevo puede disfrutarse entre 1 y 6 participantes.
Llegará a las mesas la semana del 10 de abril, en su edición en castellano, y de la mano de Devir. ¿El precio? 15 euros. En un formato más pequeño que el título original, tendremos que llevar a nuestra ciudad a lo más alto. Ampliaremos los barrios hasta dar con una verdadera metrópolis.
Se define como una versión independiente, por lo que no precisa de haber disfrutado de la anterior. Como su propio título avanza, recurre a la mecánica de roll and write. Toma la forma de campaña, con 12 partidas distintas. Se dividen en cuatro capítulos de tres sesiones.
El objetivo es ganar cada partida, cada capítulo y, en definitiva, la campaña. Cada jugador dispondrá de una hoja y de un lápiz. A lo largo del reto, lanzará tres dados para anotar resultados en la hoja.
Debemos saber que los dados azules corresponden a las partes de edificio. Después de lanzarlos, se hará necesario unir los pequeños semicírculos grises, mostrándose así la forma del edificio a construir. El dado blanco hará referencia a las características del edificio. Así, sabremos si es una construcción pública, residencial o comercial.
En base a la estrategia elegida, tiraremos por una orientación o por otra a la hora de dibujar, siempre respetando la cuadrícula. Los edificios se construyen unos junto a otros. No está permitido colocarlos sobre ríos, montañas ni bosques. Eso sí, podrán tapar piedras, sobre todo teniendo en cuenta que las no cubiertas restarán puntos.
También taparán árboles sueltos, aunque en este caso, no es lo mejor. Al contrario que las rocas, esos árboles otorgarán puntos extra. Cada vez que alguien no pueda o no quiera construir en su turno, marca uno de los círculo de su hoja, a modo de penalización.
Cuando ya nadie pueda construir, será momento de hacer recuento de los puntos que otorgan las construcciones de cada ciudad. Gana quien más tenga.
Como ocurría con My City, con la campaña irán apareciendo nuevos escenarios y reglas. No tardarán en llegar los pozos, los fuertes o las iglesias, con sus puntos y requisitos. Tampoco, los malvados bandidos, dispuestos a robar. «En cada partida deberás enfrentarte a nuevos retos», informa Devir.
La editorial concluye que esta versión llega en una caja pequeña, con reglas fáciles de entender y de ejecutar. Recomienda jugarla tanto en campaña como en escenarios sueltos, siempre sacando el máximo provecho a los dados.