Un choque contra un iceberg en mitad del Atlántico. Como no podía ser de otra forma, es el escenario de SOS Titanic, juego que llegará en castellano la semana del 8 de mayo. Se une al catálogo de Devir.
LA COOPERACIÓN EN SOS TITANIC
SOS Titanic se define como un juego de mesa cooperativo, de 1 a 5 participantes, con retos de 30 minutos de duración. Indicado desde los 14 años, es una creación de Bruno Cathala y Ludovic Maublanc, dos de los autores más conocidos. Las ilustraciones pertenecen a Christian Bach.
Será la semana del 8 de mayo cuando se lance en castellano, de la mano de Devir, a un precio de 30 euros. Como señala la editorial, la acción arranca con un choque que pasaría a la historia. El transatlántico recibe un fuerte y repentino impacto al encontrar un iceberg, con graves consecuencias.
El agua empieza a inundar los compartimentos y el barco ya se inclina de una manera preocupante. ¿Y los pasajeros? Como es lógico, ya están presas del pánico. Temen que sea imposible que todos se salven…
Los jugadores se convierten en miembros de la tripulación a bordo. Deberán mostrar entereza y, por descontado, tomar las mejores decisiones. Siempre con la intención de salvar vidas. Para ser exactos, todas las que podamos. El tiempo apremia y los pasajeros otorgarán puntos por salvarse.
Cada participante tendrá una carta diferente de tripulante, con sus características y habilidades. La parte más original llega con el escenario, recreado mediante un cuaderno. A medida que pasemos las páginas, veremos como el Titanic se hunde progresivamente.
Se completa con una baraja de 60 cartas, en representación de los pasajeros para salvar. Éstos se agolpan en filas a través de los camarotes, en una espera por llegar hasta los botes. El turno consiste en trasladarlos allí. A base de revelar pasajeros en las colas, comienzan las evacuaciones siguiendo un orden numérico.
Debemos saber que los pasajeros de primera y de segunda clase no podrán mezclarse, lo que dificultará la gestión del rescate. Por si no fuese suficiente, el caos aumenta cuando los camarotes se llenan de agua. Algunos correrán como pollo sin cabeza, mezclándose en las colas de los camarotes contiguos.
La experiencia podrá disfrutarse en distintos niveles de dificultad. En palabras de Devir, toma como referencia la mecánica del clásico Solitario, donde apilar cartas siguiendo un orden. Se le suman las habilidades, las cartas de acción y su temática inmersiva.
Como curiosidad, los dos autores ya habían trabajado juntos en juegos como Cyclades o Mr. Jack. En este caso, firman una recreación del fatídico viaje que inauguraría el Titanic. Tuvo lugar en abril de 1912, convirtiéndose en uno de los mayores accidentes de la historia.
