Presentado Hoy salgo a mi hora!!, juego de mesa en desarrollo

Hoy salgo a mi hora!!

Un juego de reglas sencillas en el que escapar del trabajo antes de que nos abrumen las tareas. Es la carta de presentación de Hoy salgo a mi hora!!, juego de mesa en desarrollo que Ludo, Asociación de Creadores de Juegos de Mesa, presenta en sus redes sociales.

 

LA COMPETICIÓN EN HOY SALGO A MI HORA!!

Hoy salgo a mi hora!! es un juego de mesa en fase de desarrollo. Hay primeros detalles revelados en relación a la temática y a las mecánicas. Lleva la firma de Jorge Parrilla Romero, quien también cuenta con Guardianes del Ron.

Podremos disfrutarlo entre 2 y 6 participantes, desde los 10 años, en competiciones de 20 minutos de duración. El objetivo es claro: ser el único que sale a su hora del trabajo. Su prototipo se compone de 35 cartas de objeto de oficina y de 30 cartas de contratiempo.

A través de la estrategia, y siguiendo unas reglas fáciles de entender y de explicar, intentaremos escapar del trabajo antes de que nos veamos abrumados por las tareas. El ganador será el último en seguir en pie cuando los demás ya no lo hagan. Quedaremos eliminados cuando acumulemos tres cartas de contratiempo.

El primer paso será crear el escenario, en base al número de jugadores. Las cartas de objeto de oficina y de contratiempo conformarán el mazo. El turno arranca con el robo de una carta del mazo. Si se trata de un contratiempo, lo dejaremos visible en nuestra zona. Si es un objeto, pasa a la mano.

Toma prestada la esencia de un ‘push your luck’, puesto que tendremos que escoger entre seguir robando o pasar el turno al siguiente. Por tanto, la gestión del riesgo se antoja fundamental.

Los objetos servirán como ventaja o para fastidiar a los rivales. Permitirán evitar los temidos contratiempos, robar de manos ajenas u obtener una valiosa información del mazo, entre otras posibilidades.

Su autor detalla que es un juego altamente temático al representar a la perfección una oficina. Con ello, no faltan los becarios, las charlas con el jefe pesado, las reuniones imprevistas, los correos electrónicos, el café, las llamadas urgentes de clientes ni las bromas laborales.