Khlor, un éxito en Kickstarter: primeras impresiones

Khlor

Khlor lleva casi 19.000 euros recaudados en Kickstarter, de los 4.000 que necesitaba para convertirse en realidad. Este colorido juego de mayorías llega a sus últimos días de campaña. Aprovechamos la ocasión para publicar unas primeras impresiones, tras probar su prototipo en Cuenca Juega IV.

 

¿EN QUÉ CONSISTE KHLOR?

Khlor es un juego de mesa de 1 a 6 participantes, de 30 minutos de duración, recomendado a partir de los 10 años. Es una creación de Alvaro G. Echave, quien también se encarga de las ilustraciones. Puesto que su meta en Kickstarter ya ha sido más que superada, verá la luz en el mes de junio, con el sello de Tembo.

Su precio durante la campaña es de 35 euros. Los componentes son independientes del idioma, mientras que las instrucciones estarán en castellano, inglés, francés y alemán (en digital, también en italiano y japonés). Su edición deluxe tiene un precio de 50 euros. Los gastos de envío a España son de 4 euros. Por 5 euros, podemos recibir la versión Print and Play.

Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre la edición normal y la deluxe? La segunda sustituye las fichas de huevo de dragón por 50 huevos de madera en tres dimensiones. Por su parte, el tablero es de madera, en lugar de cartón, con dos capas y seis milímetros de grosor para que las piezas queden encajadas.

Khlor

 La cosa va de dragones

Como supimos en su presentación, Khlor nos traslada hasta un mundo de fantasía. El dragón legendario necesita ayuda. Los encargados de protegerlo de los demonios ya sobrevuelan el valle. Sólo uno se hará con el título de nuevo guardián.

Para conseguir que el imperio del dragón renazca, capturaremos demonios y anidaremos en tierras seguras. El resultado es una combinación entre poliominós y mayorías, con unas reglas sencillas de entender y de ejecutar y con una enorme interacción entre jugadores.

El primer paso es preparar el escenario. Colocamos las piezas de demonio en todas las casillas del tablero. Éstas son apilables, por lo que habrá más de una en la misma casilla. El turno es tan sencillo como elegir una de las fichas de poliominó disponibles que rodean el tablero. Exactamente, y siguiendo la esencia de Patchwork, una de las dos siguientes a la ficha de dragón. La situamos, momentáneamente, sobre el tablero.

Cada ficha consta de tres iconos de demonio y de uno de huevo. Deberá situarse con el icono del huevo tapando uno de los huevos, si es posible. Las piezas de demonio tapadas pasan a nuestra zona. Devolvemos la ficha alrededor del tablero.

Khlor

Así, estaremos acumulando piezas de demonio, indispensables para el recuento final. Cada vez que al tomar piezas de demonio dejemos un espacio vacío en el tablero, podremos colocar un huevo. Su color deberá coincidir con una de las piezas tomadas en ese turno. Por ejemplo, si nos hemos llevado demonios amarillos y morados, podríamos situar un huevo morado en la casilla libre.

A partir de que haya huevos en el tablero, cada vez que tapemos uno con el icono de huevo, tendremos la opción de quitarlo si queremos. De esta manera, queda libre para colocar uno a nuestra elección (siempre que coincida con los colores de los demonios del turno).

Khlor

La puntuación en Khlor

Al no poder realizar más movimientos, la partida termina. Procedemos al recuento de puntos para cada color. Asignamos comodines. Quien tenga más piezas de un color se lleva tantos puntos como huevos haya de ese color en el tablero. Añade uno por la diferencia de piezas con el segundo jugador que más tenga.

Estamos ante un juego en el que tanto el primero como el segundo puntúan. Eso sí, el segundo en tener la mayoría se lleva la mitad de los puntos (número de huevos de ese color, dividido entre dos).

Seguimos los mismos pasos en todos los colores. Ganará el que haya acumulado la mayor cantidad de puntos, convirtiéndose en el nuevo guardián.

 

PRIMERAS IMPRESIONES

Khlor ha estado presente en unos cuantos eventos durante los últimos meses. Costaba no detenerse frente a él. No sólo llenaba de vida cada espacio por su color, haciendo honor al nombre, sino por el cuidado de sus componentes.

La edición normal es completamente funcional. Aunque el tablero no es de madera, sí que cuenta con doble capa y con tres milímetros de grosor para que las piezas y las fichas de huevo no se resbalen. Destacan esas piezas, que sí son de madera en ambas cajas.

Por tanto, la deluxe añade majestuosidad. Nos enamoramos de las piezas de huevo nada más verlas. Del tablero de madera. Si creemos que nos gusta la jugabilidad que ofrece Khlor, no es mala idea hacernos con ella. Habrá más posibilidades de que los niños y los no asiduos a juegos de mesa quieran echar una partida. Aunque sólo sea por curiosidad. Y ya se sabe, quizás acaben enganchados…

juegos de mesa dragones

Como hemos visto, las reglas son muy sencillas. Tomamos un poliominó disponible por turno y lo hacemos encajar para llevarnos demonios y poner o quitar huevos. Y así hasta que no se pueda más. Durante toda la competición priman la concentración y la atención. Las tácticas planeadas mirando al futuro, ya que todos los puntos llegan al final.

Existen dos opciones: actuar únicamente mirando por nuestro beneficio o jugar para fastidiar a los rivales. Es más probable que el éxito llegue con la segunda, puesto que ése es el mayor beneficio. Y es que, aunque no queramos fastidiar a los demás, es muy probable que ellos sí que quieran. Al fin y al cabo, de eso va Khlor. Optimizaremos y sacaremos provecho a la interacción máxima entre personas.

La disposición del escenario es aleatoria en cada reto, por lo que cambiaremos de planes en unos y en otros. Buscaremos controlar las mayorías, por supuesto, ¿pero a qué precio? Estamos seguros de que el azul es nuestro, de acuerdo. Pero al habernos centrado en reunir tantos demonios azules, hemos dejado que los otros quiten huevos azules del tablero. Era demasiado obvio.

No importa la cantidad de piezas que tengamos de cada color. Bueno, sí y no. Si sólo hay un huevo en el tablero azul, nos llevaremos un punto, independientemente de que tengamos millones de demonios azules. Importan a la hora de llevarnos los puntos por diferencia entre el primer y el segundo jugador (con esta estrategia rascaremos algo más por ahí).

juegos de mesa dragones

Sólo se llevan puntos el primer y el segundo jugador. En sólo un turno, esa diferencia puede cambiar con sólo una pieza más. Suelen estar más o menos igualadas entre los participantes, de ahí que cada decisión cuente. Y cada comodín. Los comodines son, especialmente, importantes. ¿A qué color los asignaremos? Otra decisión a la vista.

No debemos quitar ojo a las zonas de los demás y actuar en consecuencia. Querría llevarme un demonio rojo, pero prefiero invertir el turno en retirar un huevo verde, aunque eso implique obtener demonios de un color que no me viene bien. En colocar un huevo de ese otro color. Cuantos más huevos de los colores en los que crea que vaya a ganar, mejor. ¿Pero y si estoy beneficiando al que me pisa los talones? En la vida, hay que correr determinados riesgos.

¿Y si elijo ese poliominó sólo para que el siguiente no lo pille? Conviene no centrarse en un color. Cuantos más, mejor. Aunque no seamos el primero, intentemos llevarnos la segunda posición.

Durante su campaña en Kickstarter se han desbloqueado extras, como el prometedor modo en solitario, más piezas de poliominós, la bolsa para guardar las piezas, los demonios de comodín, un acabado mejorado para los componentes, la introducción de componentes para más jugadores y variantes, así como un Khlor de bolsillo representado en la bolsa.

Khlor

Ha sido un éxito y aún le quedan unos cuantos días más de campaña. Esta gran acogida se debe a varios puntos. Por un lado, el autor ha movido su juego por distintas partes de España y, a través de las redes, por distintos lugares del mundo. Por otro, llama la atención a simple vista por su bonito diseño. Es un juego del que se puede presumir.

La temática acompaña. ¡Dragones! ¿A quién no le gustan los dragones? Estar ante un juego de mesa familiar e independiente del idioma ha ayudado. No reinventa en las mayorías, pero al funcionar todo tan bien, se convierte en un título imprescindible para los amantes de esta mecánica. Sobre todo, para los que buscan juegos rápidos y sin demasiadas complicaciones.

 

Las fotos que acompañan a estas primeras impresiones corresponden al prototipo de su edición deluxe, por lo que no reflejan un diseño final. Las reglas también pueden sufrir cambios.