Aunque aún queda la Navidad por delante, Devir ya piensa en 2026. La editorial publicará Seas of Strife en castellano a lo largo del próximo año. Se sabe que estamos ante un juego de cartas en el que ganar las bazas no siempre será la mejor estrategia.
LAS BAZAS EN SEAS OF STRIFE
Seas of Strife es un juego de cartas de 3 a 6 participantes, de 45 minutos de duración. Indicado a partir de los 10 años, es obra de Mark Major. De las ilustraciones se encargan Klemens Franz y Beth Sobel.
Se presenta como un juego de bazas. Como adelanta Devir en redes sociales, «evitar ganar puede ser la mejor estrategia». O, al menos, hasta que el mar cambie las reglas. La clave para hacerse con la victoria, y evitar hundirnos, estará en intentar mantener el rumbo mientras esquivamos los trucos de los rivales.
Como vemos en su portada, nos lanzamos al mar en nuestro barco de vela. Los peligros son múltiples y no resultará sencillo volver al puerto sanos y salvos. El primer paso será repartir las cartas de forma equitativa entre todos. Por turnos, todos deberán jugar una carta del mismo palo que la baza del jugador inicial, en la medida en que sea posible.

Si alguien no puede, bajará una de cualquier palo. A continuación, los demás podrán jugar una de ese mismo palo. Si no tuvieran, se añadiría un tercero posible, y así sucesivamente.
Cuando todos hayan jugado, se comprueba qué palo está presente más veces. La persona que haya jugado la carta más alta de ese mismo palo gana la baza. Se lleva las cartas y empezará la siguiente ronda (salvo excepciones). Cada baza ocupará un montón distinto para llevar el recuento. Un empate entre palos se resuelve a favor de la carta más alta.
La ronda finaliza cuando se hayan jugado todas las cartas de la mano. Cada baza ganada se traduce en un punto de penalización. Preparamos una nueva ronda, y así hasta que alguien alcance el número de puntos negativos marcados para el número de jugadores. Gana la persona con menos puntos.
Siguiendo la descripción oficial, conviene evitar las bazas. Sin embargo, dado que el palo dominante cambia durante la propia baza, jugar cartas de palos diferentes no supone ninguna garantía.





