En el mundo de los perros callejeros también existen figuras dictatoriales. O, al menos, en Londres de principios del siglo XIX. El poderoso Fagin obliga a los chuchos a robarle huesos por toda la ciudad (médulas óseas incluidas).
La rebelión no tarda en llegar, puesto que los «trabajadores» están dispuestos a recuperar parte de su botín durante la noche. Lástima que el malvado líder acostumbre a dormir con un ojo abierto y castigue duramente a los más descuidados. Así es Doggy Bag, un «push your luck» que ya está llegando a las tiendas.
EL RIESGO COMO PROTAGONISTA DEL JUEGO
Doggy Bag es un juego de mesa de 2 a 6 jugadores, con partidas de 20 minutos de duración. Recomendado para mayores de 8 años, es una creación de Antonin Boccara. Sus ilustraciones corren a cargo de Aline Kirrmann.
Publicado por Blam! en su edición original, su versión en castellano, ya disponible, llega de la mano de GDM Games. Lo hace a un precio que ronda los 20 euros. En esta novedad, englobada dentro del género «push your luck», los jugadores compiten por alcanzar la mayor puntuación.
Esos puntos estarán determinados por los huesos robados al temible Fagin. Durante cada turno, entregarán una determinada cantidad de huesos a su líder para, después, seleccionar un rol con una determinada habilidad. A continuación, tratarán de recuperar huesos mientras el perro duerme, con el riesgo siempre presente.
Las habilidades disponibles son asimétricas, puesto que unas son mejores que otras. Sin embargo, seleccionar una muy buena tiene sus consecuencias: el número de huesos a robar será muy pequeño o demasiado grande. Y ya se sabe, la avaricia puede convertirnos en los jefes del mundo, pero puede tener un precio demasiado caro.
DOGGY BAG: UNA PARTIDA
Antes de empezar, se colocan las ocho fichas de rol en el centro de la mesa, mostrando su lado de habilidad y en orden ascendente. A su lado, se situarán la loseta de cofre de Fagin y las dos monedas. Se introduce un hueso de cada color en la bolsa, haciendo un total de cinco.
Cada jugador recibe su pantalla. En su parte trasera esconderá tres huesos grises, cuatro blancos, cinco rojos, tres negros y uno amarillo. Tras retirar los sobrantes y entregar el marcador de jugador inicial a quien tenga el mejor ladrido, comienza la competición.
Un turno se estructura en tres fases, que simularán un día cualquiera. Esta mecánica se repite hasta que sólo quede un participante en pie, se hayan agotado los huesos de detrás de las pantallas o se hayan robado todos los huesos negros.
1. Fase de Botín. El jugador inicial lanza las dos monedas. Todos introducirán en la bolsa tantos huesos como equivalgan a ese número. Los cogerán de la parte trasera de sus pantallas, sin que los demás vean el tipo de hueso. Porque no es lo mismo entregar tres huesos negros que un amarillo y dos rojos.
2. Fase de Distribución de Roles. Empezando por el jugador inicial, todos escogerán una ficha de rol de la mesa. Éstas representan el número de huesos que creen que obtendrán de la bolsa sin sacar uno negro. Si se decide dejarla boca arriba, se llevará a cabo su efecto de forma inmediata.
Estas habilidades permiten descartarse de huesos negros de delante de la pantalla, mirar la bolsa, obtener el marcador de jugador inicial o intercambiar huesos con la loseta de Fagin, entre otras opciones. El jugador también puede mostrar su reverso, anunciando un número mayor de siete. En este caso, no podrá beneficiarse de su habilidad.
3. Fase de Robo. El participante con el marcador de rol más alto comienza a extraer huesos de la bolsa hasta alcanzar el número seleccionado. Si se encuentra con uno negro, lo dejará delante de su pantalla, junto a los grises que haya podido robar. Los demás los perderá, colocándolos en la loseta del cofre de Fagin.
Si sacase los huesos equivalentes a su ficha de rol sin conseguir ninguno negro, se los quedaría delante de su pantalla y el turno finalizaría (los demás no robarían huesos). Antes de ello, puede decidir si quiere ser glotón.
En caso de hacerlo, extrae un hueso más de la bolsa. Si es negro, pierde esos huesos ganados y pasa el turno al siguiente. Si es de otro color no sólo podrá quedárselo, sino que robará uno del mismo color de la parte delantera de la pantalla de un jugador. El siguiente ya no podrá llevar a cabo su turno.
Veamos un ejemplo. Los jugadores han escogido las fichas con un cinco, un cuatro y un tres. Tras llevar a cabo sus habilidades, el jugador con el cinco comienza a extraer huesos. Consigue uno gris, otro blanco y, a continuación, uno negro. Se queda con el negro y el gris y deja el blanco en la casilla de cofre de Fagin.
El jugador con un cuatro extrae tres huesos rojos y uno blanco. Decide ser glotón, robando un hueso más de la bolsa. Resulta ser amarillo, por lo que puede robar uno amarillo de la parte delantera de otra pantalla. El tercer jugador no puede efectuar su turno.
Debe tenerse en cuenta que Doggy Bag es un título con eliminación de jugadores. Así, quien obtenga su tercer hueso negro, quedará eliminado de la partida. Con ello, el ganador será el último en seguir en pie o quien tenga la mayor cantidad de puntos tras agotarse los huesos de detrás de la pantalla o los negros.
Tras darse una de estas dos condiciones, se procede al recuento de puntos con los huesos de delante de las pantallas. Cada hueso amarillo tiene un valor de tres puntos, mientras que uno rojo otorga dos. Los blancos y los grises reportan uno, mientras que los negros no tienen valor.
DOGGY BAG: CONCLUSIONES
Doggy Bag podría considerarse uno de los «push you luck» más adictivos. En primer lugar, conviene explicar el término. Con él, se designa a aquellos juegos de mesa en los que se tienta a la suerte para obtener determinados beneficios.
El azar le da la mano a los planes premeditados hasta lograr el objetivo o perderlo todo en el intento. El riesgo es, por tanto, el gran protagonista de estas apuestas, generalmente basadas en reglas sencillas. El recién estrenado título de GDM Games incluye todas estas características, creándose un producto sin desperdicio.
Nada más abrir la caja comprobamos como no incluye un gran número de componentes, más allá de un centenar de huesos de madera y de una enorme bolsa de tela. Sin embargo, son de calidad. Las pantallas, con su esquema detrás, están plastificadas y las fichas se presentan en cartón duro.
Esos huesos, en cinco colores distintos, harán las delicias de todos los jugadores, junto a las preciosas ilustraciones de los perros en el mercado. Partiendo de estos componentes cuidados, encontramos unas reglas breves y sencillas, repletas de ejemplos, que pocas dudas dejarán para la primera partida.
Tras ella (en la que se recomienda jugar sin las habilidades) comprobaremos como queremos otra. Y otra. Y otra más. ¿El motivo? Su gran rapidez, la eliminación de esperas entre turnos y el aprovechamiento de todos sus elementos. Porque si por algo destaca Doggy Bag es por su capacidad para sorprender por las numerosas posibilidades que esconde.
Una partida nunca será igual a la anterior, debido a que el número de huesos a introducir en la bolsa, y sobre todo el tipo, es diferente. En función del momento de la competición, de nuestra estrategia y del progreso propio y de los demás, introduciremos unos huesos u otros.
Si este turno no queremos coger demasiados (ya sea para despistar, porque creemos que hay muchos negros o porque preferimos seleccionar la habilidad del número cero), tal vez resulte recomendable introducir un par de negros. Esta toma de decisiones continúa durante la fase de distribución de roles.
En ella, se hace necesario atender al número de huesos que creemos que vamos a coger, pero también a las habilidades que reporta cada ficha. Quizás queramos convertirnos en vigilantes para tratar de obtener un hueso «gratis» y, ya de paso, echar un vistazo a la bolsa. A cambio, sólo podremos sacar extraer un hueso.
Por el contrario, tal vez nos interese sacar muchos, echando por tierra la habilidad. El éxito o el fracaso de la competición reside en esta misma fase y en el correcto equilibrio entre esa toma de huesos y las ventajas de las fichas.
La fase de robo es considerada la más divertida, capaz de crear momentos de auténtica tensión. Hueso rojo, hueso blanco, hueso amarillo (¡genial!) y otro hueso blanco. Si mis cálculos no fallan debería quedar un único hueso negro en la bolsa.
Ser glotón o no serlo podría marcar la diferencia, siguiendo esta esencia de los «push your luck». Si me arriesgo puedo perderlo todo, pero a cambio, podría robar un hueso a un rival y dar por finalizado el turno. Es conveniente escoger una opción con cuidado, puesto que incluso de ella podría depender seguir en juego o ser eliminado.
La concentración y la memorización son otros de los elementos que no deberían faltar, puesto que aunque los huesos introducidos en la bolsa son secretos, no debería resultar complicado hacerse una idea de qué hay dentro.
Dos habilidades permiten mirar su interior, mientras que otras permiten realizar intercambios. La loseta de cofre de Fagin es una buena pista de qué se ha jugado o qué queda dentro, por lo que nunca está de más echarle un ojo.
Como juego que esconde más de lo que parece a simple vista, y teniendo en cuenta esa constante toma de decisiones, comprobamos como Doggy Bag permite emplear múltiples estrategias.
Podemos apostar por el riesgo, ir a lo seguro o jugar con el arte del despiste. Aplicar este último plan es más que recomendable por la emoción que ofrece y, si está bien ejecutado, nos llevará a la victoria.
Con todo ello, estamos ante una novedad fácil de aprender y difícil de dominar, que podríamos calificar como atrapa-futuros-jugadores. Por su parte, encantará a los veteranos del sector. Su estética puede llevar a pensar lo contrario, pero no estamos ante un juego infantil (aunque sí que puede disfrutarse con niños).
Originalidad, sorpresa, adicción y calidad podrían ser los cuatro términos que mejor definan Doggy Bag. ¿La parte negativa? Que incluye eliminación de jugadores. Lo bueno es que su enorme rapidez no dejará a alguien fuera del juego durante mucho tiempo y que el eliminado siempre puede recapacitar sobre su error formando un hueso gigante con los huesecillos sobrantes.
COMPONENTES DE JUEGO
- 101 Huesos
- 8 Fichas de Rol
- Loseta de Cofre de Fagin
- 2 Monedas de Fagin
- Marcador de Jugador Inicial
- 6 Pantallas
- Bolsa de Tela
- Instrucciones
2 thoughts on “Doggy Bag, una sorprendente novedad repleta de posibilidades”
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