Batalla Naval, clásico juego de papel y lápiz, ha contado con numerosas versiones y formatos a lo largo de su historia. Una de las más recientes es Castle Raiders, ya disponible para su descarga gratuita.
¿CÓMO SE JUEGA A CASTLE RAIDERS?
Castle Raiders es una competición para 2 jugadores, con partidas de 15 minutos, recomendada a partir de los 10 años. Se trata de una creación de Oscar A. Fernández Payares (Osanfep), autor al que conocimos con Dungeon Master.
Especializado en juegos de mesa en formato Print and Play, ya sean originales o basados en otros ya existentes, estamos ante una reinvención de Batalla Naval, aunque ambientada en una fortaleza y en su búsqueda de tesoros. Tanto sus instrucciones como sus tableros se encuentran listos para su consulta y descarga.
Deben complementarse con un lápiz para cada participante. Cada uno de ellos defenderá su fortaleza, a la vez que se adentra en la del rival. Será allí donde, mediante un sistema de deducción de coordenadas, ataque a los guardias y encuentre objetos.
La misión es destruir el tesoro del enemigo, es decir, su fuente de poder. Siempre se esconde en la parte más profunda. Antes de empezar, cada jugador selecciona un tablero, con su correspondiente menú del combatiente. Existen seis distintos, con sus diferentes disposiciones: Santuario de los Bardos, Calabozo Berserkir, Fortaleza de Dragones, Guarida de Mirmidones, Fuerte de las Dos Torres y Templo del Cielo.
De forma secreta, dibujarán a cuatro guardias en cada zona. Así, habrá un total de veinte en el tablero. Cada una de las cuatro primeras zonas también debe contener una llave, mientras que en la quinta se marcará el tesoro.
Los cinco objetos de defensa (mostrados en el menú del combatiente) se dibujarán en cualquier casilla libre y jugable. Comienza la partida. Durante su turno, el participante realiza un ataque en la primera zona, escogiendo una coordenada (combinación entre letra y número).
Si la casilla elegida estaba ocupada por un guardia, éste se elimina. El atacante puede decir otra coordenada, y así hasta que falle. Si hubiera una llave o un objeto de defensa, se anuncia. Con la llave, el atacante ya podrá explorar la segunda zona en busca de la nueva, y así sucesivamente.
El menú del combatiente se utiliza en forma de guía, para marcar los ataques acertados. En lugar de efectuar un ataque normal, el jugador puede recurrir a un objeto de ataque. Hay cinco disponibles, a utilizar una vez cada uno, respetando la zona en la que se encuentre. Con ellos, podrán realizarse ataques a líneas o en cruz, entre otros efectos.
El defensor también podrá utilizar un objeto de defensa o contraataque, en caso de que lo haya encontrado, cada vez que uno de sus guardias muera. Limitado a la zona disponible, permite devolver a tres guardias al tablero, entre otras opciones.
Se repite la misma mecánica hasta que uno de los jugadores encuentre el tesoro del rival (ubicado en la quinta zona) o hasta que haya destruido a sus veinte guardias. Se proclama vencedor y mejor ladrón de fortalezas de la historia.