Santiago de Cuba nos sumerge en todo un paraíso. Y no sólo eso, sino que nos convierte en comerciantes que intentan sacar el máximo provecho a la ley de la oferta y de la demanda, comerciando con todo tipo de mercancías para sacar el máximo beneficio.
Además de poseer una completísima jugabilidad, ideal para amantes de juegos estratégicos y de comercio, nos introduce, de lleno, en un mundo de color perfectamente ambientado. De dos a cuatro jugadores y con partidas de 40 a 60 minutos de duración, Ludonova nos hace disfrutar de uno de sus juegos más adictivos, a la par que bonito.
Y es que Santiago de Cuba forma parte de esos juegos de mesa ricos en componentes de calidad. En su interior, encontramos un práctico tablero que representa a la ciudad, piezas de cartón que muestran edificios, propiedades, un barco y a ciudadanos con personalidad propia, cinco dados, monedas, puntos de victoria, materias primas de diferentes colores y formas de madera, peones y un coche, también de madera. Con todo esto, es imposible no imaginarse paseando por los rincones de Santiago de Cuba…