La de veces que, al jugar contra nuestros amigos, hemos movido involuntariamente la cabeza un poco para alcanzar a ver su pantalla. Este gesto no es disimulado cuando nos vemos derrotados una y otra vez. Y, cuando ya está todo perdido, pasamos a rogarle que nos diga su localización.
En Screencheat, este movimiento de cabeza para espiar es la misma esencia, pero con una diferencia: si no miras la pantalla de tus rivales, no sabes dónde están para acabar con ellos.
Estamos ante un shooter diferente, con las trampas de siempre convertidas en una cualidad. Para realizar este análisis, con motivo de su reciente lanzamiento en consolas, hemos contado con la versión de PS4.
SCREENCHEAT Y EL ARTE DE LA TRAMPA
El estudio australiano Samurai Punk ha sido el encargado de desarrollar este shooter. Aparentemente, al empezar a jugar no se ve a ningún jugador en la partida. ¿Somos todos invisibles? La respuesta es sí. Por eso, resulta obligatorio mirar las pantallas de nuestros rivales para saber dónde se encuentran.
Muchos títulos han provocado auténticas discusiones por su modalidad multijugador local. Un buen ejemplo lo tenemos en la saga Halo, en la que siempre se ha hecho inevitable espiar con el rabillo del ojo las posiciones de los otros.
Así, aunque en Screencheat resulte raro disparar a un punto en el que aparentemente no hay nadie, puede convertirse en toda una sorpresa el acabar con uno de nuestros rivales que estaba cerca.
Antes de adentrarnos en los detalles (y para evitar posibles decepciones), es importante explicar que sus gráficos no son realistas del todo. El juego se asienta en un mundo de locura en el que poder usar todo tipo de armas. Un candelabro es útil para quemar como arma de cuerpo a cuerpo. La pequeña espada de un caballito de madera es más eficaz de lo que parece.
Screencheat se define como apuesta multijugador, ya que en solitario tan sólo podremos jugar al modo contrarreloj. La verdadera experiencia de juego reside en disfrutarlo con amigos, ya sea en Xbox One, PS4 o PC, plataformas para las que ya se encuentra disponible.
DISTINTAS FORMAS DE JUGAR
Con nueve modos diferentes en su modalidad multijugador, Screencheat nos dice claramente que es un juego para reunir a los amigos enfrente de la consola, ya sea en online o local. Más concretamente, permite partidas de hasta ocho jugadores.
Dentro de estos modos de juego, encontramos Reyes de la Colina, Mi Primer Combate a Muerte, Captura la Diversión, Bombas Fuera y Eliminación. El combatir por tener más muertes, por capturar la bandera del contrario o para que sólo quede uno son los objetivos en ellos.
Pero detengámonos en los más originales. Uno de ellos es Fiebre del Oro. Su objetivo prioritatio no es matar a los rivales, sino que recoger la máxima cantidad de monedas de oro en 90 segundos.
Otro modo muy curioso es el llamado Un Tiro. Como su propio nombre indica, sólo tenemos una bala y el arma estándar del juego. Por su parte, Junggernaut da a uno de los jugadores un arma más veloz que al resto, por lo que todos deben quitársela a toda costa.
El que presenta más dificultad a la hora de hacerse con la victoria es Muerte Misteriosa. En él, gana el jugador que más puntos haya conseguido. Hasta ahí bien, sino fuera porque sólo podemos conseguir estos puntos si matamos a un jugador que esté en la zona que se nos indique, con el arma que también se nos imponga.
¿Y ESAS ARMAS?
Las armas son las protagonistas de Screencheat y son de los más variadas. Éstas pasan por el arma estándar, por una pistola de corte antiguo que funciona bastante bien, hasta un osito de peluche bomba, pasando por un motor de coche que lanza disparos de energía o un rifle que traspasa paredes.
Lo que más llama la atención, además de la variedad y de la locura de alguna de ellas, son sus posibilidades, ya sea desde lejos, a media distancia o en el cuerpo a cuerpo. Existe una pequeña variedad entre cada tipo para elegir no sólo la que más convenga, sino la que más atraiga.
Lo recomendable es probarlas todas en el mayor número de modos. Las que funcionan bien en unos podrían no hacerlo en otros, aunque es común que tras muchas partidas cada uno acabe encontrando la que mejor encaje con él.
SCREENCHEAT: CONCLUSIONES
El modo para un jugador carece básicamente de sentido e incluso no incluirlo hubiese sido mejor. Y es que Screencheat apuesta por el juego con amigos de forma online o local.
Aunque en un principio puede parecer complicado, conforme lo jugamos podemos ver como empezamos a acostumbrarnos a disparar a la nada. Y a acertar. La mayor característica es la manera en la que una trampa clásica se convierte en una mecánica de juego y en una virtud, gracias a Samurai Punk.
Los mapas, que no son pocos, tienen colores y lugares fácilmente reconocibles, para dar mayor facilidad en las misiones. Podemos caer en la monotonía que nos proponen los modos clásicos, pero para evitarlo están los modos más originales. Sus creadores han pensado en casi todo.
Así, su estética deja tras de sí escenarios con detalles a tener en cuenta. Ese cojín es diferente al resto, por lo que podría ser una buena pista para encontrar a alguien (y una desventaja si pasamos a su lado). Lo mismo ocurre con la estatua tan peculiar. Estos elementos están creados para ello, por lo que, si los aprovechamos, la experiencia de juego será mayor.
Por el lado que corresponde a la banda sonora que acompaña a Screencheat, es muy enérgica y podría pasar por música de cualquier noche de fiesta. Sin duda, es una manera de mantenernos alerta y despiertos a todos los movimientos de los rivales. Aunque sus voces están en inglés, sus textos se muestran en castellano.
En definitiva, Screencheat reúne buena parte de las características que acostumbran a definir a los juegos indie: originalidad y gráficos diferentes. A esto se le une una parte de locura y de situaciones absurdas, elementos que incluso consiguen enganchar a los no habituales al género shooter.