Si tuviéramos que responder a la pregunta de qué come un oso panda, lo más lógico sería responder que bambú, insectos, bambú y más bambú. Sin embargo, su dieta es mucho más amplia (y peligrosa), al menos para Devious Devices.
La editorial de juegos de mesa ubicada en Pensilvania y conocida por dar forma a Sharknado: The board game!, está desarrollando Panda Craves Danger. Se trata de un juego de cartas y dados en el que sus protagonistas pueden llegar a ingerir cubos de basura ardiendo, cerebros de cerdo en escabeche o gnomos de jardín. Os contamos en qué consiste.
OBJETIVO: DIGERIR LOS «ALIMENTOS»
Devious Devices ya cuenta con su primer juego de mesa a la venta. Se trata de Epic Picnic, una apuesta para adultos que recurre a la memoria como principal elemento, inspirada en el clásico de enumerar qué objetos llevaríamos de acampada.
Se convirtió en una realidad gracias a Kickstarter, por lo que es el ejemplo a seguir para sus otros proyectos. El juego de mesa de Sharknado probará suerte hoy en esta plataforma. Lo mismo ocurrirá con Panda Craves Danger aunque, por ahora, no se han dado fechas para ello.
En el último informe enviado, sus creadores confirmaron que siguen trabajando duro en él y mostraron la imagen que podéis ver sobre estas líneas, como muestra de su apartado artístico. Con ella, se dan más pistas acerca de los «alimentos» que los pandas engullirán.
Panda Craves Danger ofrecerá partidas de 2 a 4 jugadores, de 20 a 30 minutos de duración, para mayores de 10 años. En ellas, los participantes se convierten en pandas o, en palabras de sus creadores, en «unas adorables bolas de pelo». Cansados de comer bambú, buscan experiencias más excitantes. El problema llega al no saber distinguir qué es comida y qué no lo es.
Así, se adentrarán en un buffet con «comida» de lo más variada. Ésta pasa por chuletas de cerdo, piñas enteras, basura que arde, un grupo de gatitos, el gnomo de un jardín o cerebro de cerdo en escabeche. No faltarán los tiburones con láser mortal en los ojos (¿un homenaje a Sharknado?), ardillas, bombillas o un delicioso cactus.
A través de los doce dados de peligro, los jugadores alternan sus turnos entre comer y descansar. Esta segunda acción es clave para recuperarse tras tantos manjares, para digerir y, con ello, puntuar. El objetivo es obtener la máxima puntuación a través de la digestión de los objetos más valiosos (más difíciles de digerir). Una buena combinación entre ellos es clave para la victoria.
A estos dados, marcadores y fichas, se le suman las 72 cartas como elemento principal. Cada una de ellas está protagonizada por un «alimento» del buffet con los requisitos, en forma de tiradas de dado, para su digestión. También cuentan con una puntuación, a sumar si se realiza con éxito esta digestión.
Muchas gracias por el artículo! Estamos muy contentos de traer este juego a las mesas de todo el mundo . 🙂