Análisis: Tunnel Rush

Tunnel Rush

Por norma general, los juegos cuentan con una dificultad progresiva. Comienzan siendo retos sencillos para, después, transformarse en propuestas más complicadas. Sin embargo, siempre hay excepciones a la regla. Es el caso de Tunnel Rush, juego gratuito para navegadores, complejo desde los primeros segundos.

 

TUNNEL RUSH EN PC

Tunnel Rush es un juego para PC, con distintas variantes. En esta ocasión, se presenta como una colorida aventura en primera persona, sin pausas ni tiempos muertos. Su objetivo es aguantar con vida el máximo tiempo posible.

El jugador se adentra en un túnel infinito en el que sólo existen dos opciones: sufrir un ataque epiléptico o continuar. Si escogemos la segunda, comprobaremos como no duraremos mucho tiempo. Los muros rojos, tanto fijos como en movimiento, serán los culpables de ello.

Tunnel Rush

El escenario avanza sin detenerse, a una velocidad de 80 metros por segundo. Las curvas y las pendientes imposibles no tardan en aparecer para, finalmente, toparnos con esos mortales obstáculos. Un simple roce implicará volver a comenzar de nuevo.

Tras llegar a un determinado número de metros, la situación cambia. No estaremos dentro del túnel, sino fuera. Veremos el espacio alrededor, así como obstáculos más puntiagudos y peligrosos. Esos cambios entre interior y exterior funcionan a modo de niveles.

 

FÁCIL DE MANEJAR Y DIFÍCIL DE DOMINAR

Los controles de Tunnel Rush no podrían ser más sencillos. Podemos movernos hacia la derecha o hacia la izquierda. Y nada más (por suerte). Estamos, por tanto, ante un título fácil de manejar y difícil de dominar. Con la adicción que eso conlleva.

Así, una partida se resume en ver el escenario y ese marcador de velocidad incrementarse. Esquivaremos los obstáculos que podamos, que apenas dejan unos centímetros para colarnos, hasta que muramos en el intento. El túnel es largo a más no poder, por lo que la muerte parece más probable que la meta.

Tunnel Rush

Tras chocarnos, obtenemos una puntuación equivalente a los metros recorridos. Recurre a una rejugabilidad clásica, donde la principal diversión era superar récords propios. Querremos volver a jugar para superar esos 412 metros registrados en un intento anterior para, después, querer superar la perfecta marca de los 2.577 metros. ¿Cómo fue posible?

Como ya hemos visto, comienza con una dificultad extrema. Sin embargo, sí que iremos adquiriendo habilidad a base de intentos. Nuestros reflejos se habrán intensificado, junto con la capacidad de concentración, de comprender que menos movimientos acaban siendo más y de anticiparnos al futuro. Siempre y cuando los ojos no pidan a gritos un descanso, tras 58 partidas seguidas…

 

TUNNEL RUSH: CONCLUSIONES

Tunnel Rush es un juego rápido, divertido y adictivo, ideal para ocupar ratos muertos. ¿Lo mejor? Su capacidad para aislarnos del mundo que nos rodea. ¿Lo peor? Su capacidad para aislarnos del mundo que nos rodea.

Lo que empieza convirtiéndose en un entretenimiento, acaba siendo un reto personal. Sus sencillos gráficos y su rapidez de reinicio contribuyen a engancharnos durante horas. Esta característica no es algo de lo que todos los juegos puedan presumir. Por suerte o por desgracia.

Entre tantos juegos complejos que inundan el mercado, las apuestas sencillas nunca están de más. En este caso, se ofrece un título capaz de hacer las delicias de distintos tipos de jugadores, algo que tampoco es fácil de conseguir.

Tunnel Rush

Esa sencillez y su extremada dificultad se convierten en sus puntos estrella, enganchando a los habituales y a los no habituales a los videojuegos. Los primeros encontrarán en Tunnel Rush una opción entre juegos más largos, con la que seguir demostrando su habilidad con el teclado y sus buenos reflejos.

Los segundos comprobarán como un momento de relajación puede acabar convirtiéndose en un rato emocionante, a la par que estresante. Agradecerán sus simples controles y, tal vez, acaben adentrándose en títulos más complejos.

Con todo ello, Tunnel Rush cumple por completo su función, convirtiéndose en todo un fenómeno en la red. Entretiene y supone un reto constante. Aunque su estética es acertada, si se quiere dejar todo el protagonismo a su jugabilidad, no le habría venido mal alguna variación, más allá de los colores y del exterior del túnel.