Colocar un cometa rojo en el lugar adecuado puede ser más complicado que pensar en la misma creación del universo. Situarlo al lado de ese planeta rojo y del asteroide amarillo engordaría el marcador de puntos del rival. Ponerlo junto al cometa azul y al sol naranja haría lo contrario con el mío.
Big Bang! 13.7 ya es una realidad, tras unas exitosas campañas de búsqueda de financiación. ¿El resultado? Una interactiva competición que combina la colocación de losetas con los objetivos ocultos. La inmensidad del cosmos parece quedar reflejada en sus numerosas posibilidades de juego.
BIG BANG! 13.7 Y LA CREACIÓN CONJUNTA DEL UNIVERSO
Big Bang! 13.7 es un juego de mesa de 1 a 4 jugadores, con partidas de 40 minutos de duración. Recomendado a partir de los 8 años, es obra de Eloi Pujadas (Wanted 7) y de Joaquim Vilalta. Sus ilustraciones corren a cargo de Failuretalent.
Invedars es la responsable de publicar una edición multilingüe, con componentes independientes el idioma e instrucciones en castellano, inglés y francés. Tras financiarse en Kickstarter y Verkami, ya está llegando a los mecenas.
Con Castlecards y Cthulhu Crusades en su catálogo, la editorial vuelve a apostar por un juego altamente competitivo e interactivo. En este caso, nos traslada a un espacio infinito, donde todos participamos en la creación del universo.
Lejos de unir fuerzas para crear un firmamento perfecto, la construcción se lleva a cabo en base a unos objetivos secretos. Durante su turno, cada uno colocará una pieza en el espacio, cumpliendo con las normas básicas. Además de valorar cuál es el mejor lugar, deberá tenerse en cuenta su coste en millones de años.
BIG BANG! 13.7: UNA PARTIDA
Antes de empezar, se reparten dos objetivo a cada jugador, uno de astro y otro de color. Permanecerán ocultos ante los demás. Se reparte un elemento a cada participante y, tras situar el tablero en el centro de la mesa por el lado del reloj, se colocan los marcadores correspondientes a esos elementos en la casilla cero.
Por último, se barajan todas las losetas para situarlas boca abajo en una pila. Se extraen las cuatro primeras, quedando visibles. Tras colocar la de Big Bang en el centro, comienza la partida. El turno de un jugador se divide en tres fases.
1. Jugar una pieza.
El jugador selecciona una de las cuatro piezas visibles para situarla en el universo. Salvo en el primer turno, se deberán seguir unas reglas básicas.
Las piezas de astro tendrán que estar adyacentes, como mínimo, a otras dos piezas (al menos una tendrá que ser un astro). Deberá compartir, como mínimo, una característica con cada una, ya sea en forma, color o tipo de fondo. La Tierra sirve a modo de comodín.
Las de fenómenos astronómicos se situarán también adyacentes, como mínimo, a otras dos. Cuentan con distintos efectos. El agujero negro gira las piezas de alrededor, mientras que la supernova permite colocar piezas a su alrededor sin coste. El agujero de gusano une dos puntos de cara a la puntuación.
Por último, las acciones especiales se eliminan tras realizarse su efecto. En forma de hiperespacio, órbita y eclipse permiten desplazar piezas, taparlas o introducir nuevas rompiendo las reglas de colocación.
Tras escoger una y colocarla, se descarta la que esté en el extremo derecho (se deja en otra pila boca arriba, para voltearla cuando se agote la principal). Las dos restantes se desplazan hacia la derecha, extrayéndose dos nuevas de la pila.
2. Avanzar el marcador cósmico.
El jugador avanza su peón en el reloj cósmico, en base a la pieza colocada. Cada una tiene un coste, indicado en el mismo tablero, pasando desde uno (los astros de fondo liso) hasta cinco millones de años (los fenómenos y las acciones especiales).
3. Determinar el orden de turno.
Se comprueba de quién será el siguiente turno. Éste siempre corresponderá a quien se encuentre más atrasado en el reloj. En caso de empate, será el turno de aquél cuyo marcador esté encima del otro.
Esta mecánica se repite hasta agotarse la pila y jugarse las últimas piezas de astro. Se gira el tablero, para mostrar su lado de puntuación. Comenzando por quien fuese más adelantado en el reloj, se desvelan los objetivos secretos para procederse a la puntuación.
Tanto el de astro como el de color permitirán puntuar filas de, al menos, tres losetas ininterrumpidas y en línea recta. Cada objetivo es independiente del otro, mientras que cada pieza sólo puede puntuar una vez por objetivo.
Tras localizar una fila que cumpla con los requisitos del astro o del color, se atiende a su fondo para anotar los puntos que reporta (un punto cada pieza de fondo liso y de Tierra, dos las de fondo de estrellas y tres las de galaxia). El ganador será quien tenga más puntos totales.
OTROS MODOS DE JUEGO
Big Bang! 13.7 cuenta con distintas posibilidades. En el modo Simple, recomendado para niños o principiantes, sólo se juega con astros, mientras que los objetivos permanecerán visibles. No se aplica la regla de las características comunes ni la puntuación por fondo.
El minijuego Universos Paralelos, sólo con astros y objetivos, nos lleva a crear varias zonas de juego. Al final, sólo contará aquélla en la que se tengan menos puntos. Por su parte, en Hexdomino El Universo Lineal, se toma la esencia propia del dominó.
Es en la variante en Solitario donde deben evitarse las alineaciones negativas. Los objetivos van mostrándose a medida que se avanza en la partida, para puntuar cuando finalice.
BIG BANG! 13.7: CONCLUSIONES
Hace 13.700 millones de años, una gran explosión supuso el origen del universo. Los planetas, los agujeros negros, las supernovas, los cometas y los asteroides se convirtieron en una realidad, suponiendo el inicio de todo lo que hoy conocemos. Incluido, este nuevo juego de mesa.
Inspirado en las teorías de Stephen Hawking y Albert Einstein, Big Bang! 13.7 podría definirse como una intensa competición basada en la colocación de losetas. Recurre a la mirada en perspectiva y a la rapidez mental, siendo un título «fácil de entender, pero difícil de dominar».
Aunque la dificultad la marca el nivel de sus mismos jugadores, obtener la victoria no es una tarea sencilla. Las reglas de colocación intuitivas y lógicas le dan la mano a la gestión. ¿El resultado? Un reto donde la toma de decisiones es una constante.
La primera elección viene al escoger una de las piezas disponibles para su colocación. La segunda, al elegir el lugar adecuado. Existen varias posibilidades, pasando por romper filas a los rivales o por agrandar las nuestras.
Esa estrategia, basada en la combinación entre intereses propios y fastidios a los demás, es una de las claves de la victoria, junto con el arte del despiste. Desvelar, con acciones demasiado obvias nuestro objetivo, podría ser una muerte segura.
Con un reloj cósmico para marcar el orden de turno, que recuerda mucho al tablero de Patchwork, las cosas se complican. No sólo hay que elegir la mejor pieza en el lugar correcto, sino valorar si realmente merece la pena.
Una con un fondo de galaxia podría reportarnos valiosos puntos al final de la partida. A cambio, nos dejaría fuera de la competición unos cuantos turnos. Este motor de juego es uno de los grandes atractivos.
En medio de la competición, las losetas de fenómeno y de acciones especiales cumplen al máximo su función. Además de añadir dinamismo y rejugabilidad, permiten modificar movimientos decisivos. Un hiperespacio o una órbita a tiempo pueden salvar de un apuro (o crear uno al de al lado).
Profundizando en esa rejugabilidad, debe tenerse en cuenta que estamos ante un juego con vida infinita. Lo que en unas partidas es completamente válido, en otras deja de serlo. Los objetivos ocultos y el azar a la hora de extraer fichas harán necesario un cambio constante de estrategia. Con todo lo que eso conlleva.
Además, su modo básico se complementa con otros cuatro. De todos ellos, destacan su modo en solitario y sus revolucionarias reglas, que poco o nada tiene que envidiar a los juegos únicamente individuales. Universos Paralelos, y su original forma de puntuación, también requiere de la máxima concentración.
Estamos ante una novedad que funciona muy bien a cualquier número de jugadores. En este caso, las partidas entre dos cobrarán más fuerza que ninguna. Funcionan a modo de duelos de inteligencia, restando el caos y el tiempo perdido de análisis parálisis cuando se juega con más participantes.
Con todo ello, este lanzamiento combina una original jugabilidad con unos componentes de calidad, capaces de transportarnos a la misma creación del universo.
Las losetas y el tablero son resistentes, mientras que sus pequeñas y finas cartas precisan de un enfundado rápido (una pequeña muesca podría arruinar la experiencia de los objetivos ocultos). Completa la caja un manual bien explicado, con ejemplos constantes.
Big Bang! 13.7 es el reflejo de un trabajo muy cuidado. Cuando se unen la imaginación de unos autores excelentes y el sello de calidad de una editorial que, hasta ahora, no ha decepcionado, se crea un juego imprescindible en cualquier estantería. Y en cualquier mesa de juego.
Esta propuesta altamente estratégica encantará a los amantes de los duelos y de la concentración como principal arma para la victoria. Por su parte, es capaz de enganchar a quienes disfrutan de la alta interacción entre jugadores, planeando venganzas a sangre fría.
Sus reglas simplificadas permiten la competición con niños o con principiantes, sin agobios, pero disfrutando de su perfecta esencia. Los beneficios, potenciando la memorización, la mirada en perspectiva, la identificación de formas y colores y el cálculo, continúan estando ahí.
La poca presencia del azar y la libertad de elección serán más que valoradas para quienes buscan tenerlo todo controlado. Por supuesto, los habituales de los objetivos ocultos encontrarán aquí uno de sus juegos de referencia. Toma prestadas mecánicas clave de distintos títulos e incluso clásicos y, al unirlas, se crea una opción perfecta.
La capacidad para enganchar a jugadores tan distintos no es algo que se encuentre fácilmente en un juego de mesa. En Big Bang! 13.7 ocurre, por lo que no merecería pasar desapercibido. Esconde mucho más de lo que parece a simple vista y supera las expectativas creadas. Al fin y al cabo, estamos hablando de la creación del mismo universo.
COMPONENTES DE JUEGO
- 48 Piezas Hexagonales de Astro
- 4 Piezas Hexagonales de Fenómeno Astronómico
- 4 Piezas Hexagonales de Acciones Especiales
- Pieza Hexagonal de Tierra
- Pieza Hexagonal de Big Bang
- 4 Cartas de Objetivo de Astro
- 4 Cartas de Objetivo de Color
- 4 Cartas de Elemento
- 4 Marcadores de Elemento
- Tablero Reversible
- 8 Cartas de Ayuda
- Instrucciones
One thought on “Big Bang! 13.7: la unión de perfectas mecánicas en un esperado juego”
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