El mundo es ya un lugar repleto de amenazas. Los zombis han destruido a buena parte de la humanidad y las vidas de los supervivientes corren peligro a cada segundo.
A falta de un plan infalible, la mejor idea es construir un refugio conjunto y abastecerse de recursos. Por supuesto, todos querrán convertirse en el líder. Así es El Contador de Historias, juego de mesa semicooperativo en formato Print and Play.
EL DÍA Y LA NOCHE EN EL CONTADOR DE HISTORIAS
El Contador de Historias se define como un juego de mesa semicooperativo, de 1 a 4 jugadores. Creado por el sello Tusitala, compuesto por Miguel Laborda, Víctor Prado y Jorge Bernad, sus instrucciones (en castellano) y componentes pueden descargarse de forma gratuita.
Tras imprimir y recortar el tablero y las cartas, añadiremos dados de seis y de veinte caras. La acción, ambientada en un mundo apocalíptico, puede comenzar. En un universo dominado por los zombis, cada jugador controla a un grupo de supervivientes.
Se han dado cuenta de que la cooperación es clave para seguir con vida, por lo que unirán sus fuerzas para construir el mejor de los refugios y para obtener alimentos y armas. La competición llegará en la lucha por los puntos de reputación y al tratar de cumplir con una de las misiones. Quien lo haga será el ganador de la partida.
Tras preparar el escenario, con sus distintos elementos, se reparten cartas de personaje y puntos de reputación a cada uno, atendiendo al número de jugadores. Con esos puntos, tendrán que escoger qué personajes quieren quedarse, con sus atributos, recursos iniciales y más reputación.
A excepción de en el primero, un turno se compone de dos partes: noche y día. Durante la noche, es preciso alimentar a los personajes. Se gastará un alimento de los recursos de la base por cada personaje vivo, restando un punto de salud a aquéllos que no pudieran comer.
Una vez decidido si ampliar o no la base, se determina cómo gastar los puntos de reputación. Servirán para consumir un medicamento, ganando un punto de salud, o para recargar por completo un arma a distancia. También permitirán comprar medicamentos, munición o activar las habilidades de los personajes. Los vetos en las acciones podrán formar parte del reto.
Durante el día, se resuelven los eventos (contando con un personaje en la torre de vigilancia), así como una tarea por personaje. Pasan por estar en la torre de vigilancia o construir secciones de la base, muy útiles para la supervivencia.
Así, la cocina implica gastar menos alimentos, el dormitorio permite recuperar toda la resistencia y el taller añade munición o permite reparar el coche. También es posible enviarlos a distintos emplazamientos, a pie o en coche, con sus distintos efectos, saqueos, búsqueda de supervivientes y enfrentamientos contra zombis.
Al encontrarse con un zombi, es posible huir, esperar a que se acerque o combatir. Sabiendo que las criaturas tienen dos atributos, ataque y defensa, podrá optarse por un ataque a distancia o cuerpo a cuerpo, con sus tiradas de dados. Se tendrán en cuenta las características de los personajes y de las armas.
Tras volver a la base, se hará recuento de los zombis que siguen vivos. Debe tenerse en cuenta que no es conveniente huir de demasiados, puesto que pasarán a formar parte de hordas, representadas en la tabla maestra, con sus complicaciones para la supervivencia. Los recursos obtenidos pasan a la base.
Se repite la misma mecánica hasta que uno de los jugadores cumpla los requisitos de una de las tres misiones recibidas al inicio de la partida, convirtiéndose en el líder de la base y en el ganador. Pasan por conseguir 20 puntos de reputación u ocho personajes. La derrota será conjunta al morir todos los personajes.
Sus creadores proponen una modalidad meramente cooperativa, donde no existen estas misiones. El final de la partida siempre llegará cuando mueran todos los personajes, aunque el objetivo será haber aguantado más días con vida que en intentos anteriores.