Análisis: Stickman Hook

Stickman Hook

La Navidad está repleta de momentos muy buenos (gracias, maravillosa comida), pero de otros que deberían ser borrados de las tradiciones. Las visitas de esos familiares inoportunos o los preparativos de última hora pueden causar un estrés fuera de lo normal. ¿La solución? Relajarse unos minutos con propuestas como Stickman Hook. Este juego ya está disponible.

 

STICKMAN HOOK Y LA HABILIDAD

Stickman Hook puede disfrutarse de forma gratuita, tanto en navegadores como en dispositivos móviles. El que también podría traducirse como «el hombre palo» recurre a la sencillez de controles, tan necesaria en estas dos plataformas.

El objetivo es simple: conducir a nuestro protagonista hasta la meta. Así podremos iniciar un nuevo nivel, con la misma misión. Ahora bien, si tan sencillos son los controles y tan fácil es de comprender, ¿dónde está la gracia?

El atractivo del juego reside en la capacidad para poner a prueba la habilidad y la precisión del jugador. Pulsar el botón en el momento correcto es tan importante como mirar en perspectiva. Resolver los puzles sobre la marcha y la fórmula de ensayo y error también hacen de las suyas.

Stickman Hook

La dificultad se incrementa con el paso del tiempo y, con ella, llegan las increíbles sorpresas. De no ser así, no podría haber acumulado ya 20 millones de descargas ni haber alcanzado el Top 3 en las tiendas digitales…

 

¡AGÁRRATE FUERTE!

Nuestro carismático personaje aprende a conocerse en los primeros niveles. Sirven para comprender su mecánica, por lo que no es una gran hazaña llegar a la meta en cuestión de segundos.

Como si de Spider-Man se tratase, tiene la habilidad de sujetarse en los distintos enganches repartidos a lo largo del escenario. Lo hace por medio de una cuerda, cuya longitud varía en función del momento en que hayamos apretado el botón. Puesto que sólo hay un único control, ese momento será también el que nos enganche a uno o a otro.

En ocasiones, es de vital importancia pulsarlo a tiempo para no caernos. En otra, hacerlo puede ralentizarnos por completo, eliminando ese impulso tan necesario para llegar a la meta. No es necesario utilizar cada enganche, sólo aquéllos que consideremos oportunos para lograr la misión.

 

¿Y ESAS COLCHONETAS?

Como ya hemos visto, la jugabilidad de Stickman Hook se mantiene a lo largo de todos los niveles. Sin embargo, la dificultad aumenta. Sin ir más lejos, a partir del nivel 20 podremos encontrar verdaderos quebraderos de cabeza. 

La forma de crecer llega mediante la interacción con el entorno. En ocasiones, habrá obstáculos molestos. En otras, auténticos aliados. Y en muchas más, una combinación entre ambos, en función de la utilidad que les demos.

Las colchonetas son uno de esos híbridos, capaces de ser el trampolín perfecto hasta la victoria o de introducirnos en un bucle que parece no tener fin. No todas están dispuestas de forma vertical, por lo que más de una nos hará retroceder o dejarnos en el sitio.

Usadas de forma inteligente, en una buena combinación con las rampas y cuestas, serán la clave para triunfar. Las muertes son constantes, pero no son en vano. Deberán utilizarse para pensar en los errores y probar una nueva estrategia. Hay más de una solución posible, sólo es preciso encontrarla.

Los rápidos reinicios son una auténtica delicia, ya que no hay nada menos motivador que perder varios minutos con cada muerte. El personaje aparece en escena tras un par de segundos, dispuesto a demostrarnos que es capaz de resolver lo imposible.

 

ANIMALES, PATATAS Y PLANTAS

El principal aliciente de superar cada desafío es pasar al siguiente. Stickman Hook cuenta con más de cien niveles distintos, con sus propios obstáculos, elementos y sorpresas.

No contentos con ello, sus responsables introducen el atractivo mundo de los coleccionables. En este caso, llegan mediante las distintas apariencias para su protagonista, repletas de originalidad (por mucho cariño que le tengamos al «hombre palo»). Algunas se desbloquean con el ya tradicional visionado de vídeos, mientras que otras aparecen al alcanzar un determinado nivel.

Con el humor siempre presente, podremos controlar a distintos animales y criaturas, como un simpático perro, un adorable unicornio, una momia, un ángel o un demonio. No faltan las comidas, en forma de limón con traje de buceo o de patata.

Los cactus bailongos, las cerezas y los plátanos fiesteros o incluso un adorable girasol representan al grupo de las plantas. ¿Lo mejor de lo mejor? Un raqueta de tenis de mesa, con pelota incluida, un cocodrilo rabioso, una apetecible hamburguesa y un rico perrito caliente.

 

STICKMAN HOOK: CONCLUSIONES

Los trampolines y las apariencias para el protagonista no son la únicas sorpresas de Stickman Hook, pero conviene guardar las demás para que sea el propio jugador quien la descubra. ¡Con la alegría que conlleva! Hay hasta algún modo desafiante incluido, sólo para los más exigentes.

Estamos ante un juego creado por el estudio francés MadBox. Siguiendo su propia línea, estamos ante un entretenimiento sin grandes complicaciones, que enganchará a jugadores principiantes, casuales e incluso a habituales. Cumple la fórmula de «menos es más», demostrando que la sencillez puede ser una virtud.

Stickman Hook

Sus más de cien niveles dan forma a una propuesta que nos llevará su tiempo completar. Adictiva y con una recompensa constante en forma al esfuerzo, cuenta con un guardado del progreso y con un rápido reinicio tras cada muerte. Más que imprescindibles.

Está pensado para el disfrute de los usuarios y, también para ayudar a desestresarse. No estamos ante un reto especialmente complicado, al menos al principio, lo que evita situaciones frustrantes que no todos están dispuestos a asumir. Si sabemos combinar una buena precisión con la lógica, no nos atascaremos demasiado.