La práctica en el cálculo no debería ser exclusiva de los más pequeños. Puesto que las operaciones matemáticas forman parte del día a día, no deberíamos renunciar a un entrenamiento mental constante. Iwoki Maths, por ahora en forma de prototipo, combina la diversión exigida en un juego de mesa con las sumas y restas.
¿CÓMO SE JUEGA A IWOKI MATHS?
Iwoki Maths es un juego de mesa de 2 a 6 participantes, con competiciones de 20 a 45 minutos, recomendado a partir de los 8 años. Presente en Protos y Tipos 2019, tiene como autor a Santi Videgaín.
El que fue uno de los prototipos más cuidados del evento se define como una propuesta familiar, protagonizada por la colocación de losetas, las operaciones matemáticas y la percepción espacial. Recurre a la concentración como principal herramienta para la victoria, que llegará al conseguir más puntos que los rivales.
Cada participante recibe tantas fichas pequeñas y hexagonales como correspondan al número de jugadores. Las primeras muestran tres números (del 1 al 4) y un símbolo en el centro, el de suma por una cara y el de resta por la otra. Las segundas contienen cinco números (del 0 al 6) y un comodín.
Mientras que las fichas pequeñas se colocan en el atril, ocultas antes los demás, las grandes se dejan visibles. Tras introducir las restantes en sus respectivas bolsas, comienza la partida. El jugador inicial coloca una de sus fichas en el centro, para recibir los puntos equivalentes a una operación (si es una ficha pequeña) o al mayor número (al ser una ficha hexagonal).
Siguiendo el orden, cada uno jugará una ficha en su turno. Tratará de unir los números negros de las fichas pequeñas con los rojos de las hexagonales, de tal forma que se cumplan las condiciones de la operación matemática. Así, una ficha pequeña marcada con un 2 + 1 podría situarse adyacente a un 3 de una hexagonal.
Será ese resultado el que se anote en la hoja de puntuación, pudiendo obtener varios combos en una misma jugada. Los comodines, aunque no puntúan, son útiles para rellenar espacios.
Si un jugador no puede colocar ninguna de sus fichas, podrá robar una pequeña de la bolsa y tratar de jugarla. También podrá hacerse con ella en cualquiera de sus turnos, antes de la colocación. Una pieza grande se obtiene tras jugar tres veces una pieza pequeña por su lado de resta, al robar una pequeña tres veces o al pasar en un tercer turno.
La partida llega a su fin cuando alguien se quede sin fichas pequeñas, habiendo anunciado previamente que le quedaba una. Tras jugarse la última ronda, se quitan puntos por el número más alto de las piezas pequeñas sobrantes. Restados a los obtenidos a lo largo de la partida, el vencedor será quien tenga la mayor cantidad.
IWOKI MATHS: PRIMERAS IMPRESIONES
Con la cantidad de juegos de mesa que existen en el mercado, no sólo se debe apostar por la diversión. Si incluye beneficios, mejor todavía. Iwoki Maths llama la atención por su originalidad.
Toma prestada la esencia del dominó para combinarla con las operaciones matemáticas simples. A pesar de que existen muchos títulos basados en el cálculo, tiene su toque diferenciador. La colocación de fichas, siguiendo unas condiciones, es la responsable de aportar frescura y originalidad.
Con unas reglas muy sencillas de atender, que atienden a la propia lógica, sólo necesitaremos un par de turnos para comprender su mecánica. Por contra, su dominio no es fácil. Necesitaremos más que una buena concentración para realizar jugadas perfectas.
Es muy habitual colocar una ficha pequeña junto a una hexagonal cumpliendo una suma o una resta. El verdadero reto será colocar una de tal forma que pueda puntuar por distintas operaciones. El azar está presente en la obtención de fichas, pero serán la inteligencia y la estrategia las que dominen toda la competición.
La forma de jugar de los demás determina la dificultad del juego. Porque no es lo mismo competir contra principiantes que contra habituales de la estrategia. Si sabemos mirar en perspectiva, no sólo en base a nuestras posibilidades, sino a partir de las del contrario, tendremos mucho ganado. Recordemos que sus fichas hexagonales estarán visibles…
En Iwoki Maths no sólo nos limitaremos a colocar una pieza tras otra, sumando puntos. Es de vital importancia tratar de obtener nuevas, que nos permitan otras opciones (e improvisar sobre la marcha). El robo de pequeñas irá de la mano de la obtención de las hexagonales, mediante un atractivo sistema.
Resulta muy original la obtención de hexagonales por haber recurrido a los símbolos negativos. Lo habitual, por su facilidad, es que tendamos a crear sumas. El sistema recompensa al girar las fichas para utilizar las restas, algo que conviene no descuidar.
También hay más ventajas al colocar piezas hexagonales, llevándonos a valorar en todo momento la situación. Por tanto, son más difíciles de encajar. A medida que avance la partida, las posibilidades van aumentando, sobre todo con un gran número de jugadores.
Siempre será diferente a la anterior, por ese reparto de piezas. Por su parte, la interacción llega al pelearse por los mejores espacios y al quitarle un preciado hueco al rival.
Con todo ello, las partidas están dominadas por los silencios y por los momentos de tensión. Pueden llegar a su fin de un momento a otro, por lo que es fundamental utilizar a tiempo todas las fichas pequeñas, para que no resten puntos al final. Una mala gestión y la ansias pueden estropear resultados perfectos.
Una vez sumados los puntos, e independientemente del resultado, querremos disputar otra partida. Ese uso de la inteligencia no está reñido con la adicción ni con la diversión y, teniendo en cuenta que estamos ante un juego con grandes beneficios, es toda una ventaja.
Además de poner en práctica el cálculo simple, tan necesario en niños como en adultos, nos lleva a reconocer formas y a organizarnos. A actuar en base a un objetivo. A asimilar reglas. A observar. A elegir libremente. Con ello, podemos estar ante un juego que funcionaría muy bien en las aulas, como complemento al aprendizaje.
Sabemos que los prototipos no cuentan con un diseño final, pero por el que apuesta Santi Videgaín ya es todo un acierto. No existen dibujos ni más de dos colores, algo que no resulta tan descabellado cuando queremos que los jugadores no se distraigan ni se alejen de lo que se les exige. En este caso, es intuitivo y claro.
Es natural que queden cosas por pulir, puesto que será la propia experiencia la que marque si algunas de las reglas de obtención de losetas acaban funcionando o si puede reducirse el análisis parálisis. Sin embargo, la base ya parece más que clara, por no tener fallos en su ejecución, fruto de un perfecto trabajo.
COMPONENTES DE JUEGO
- 48 Fichas Pequeñas
- 20 Fichas Hexagonales
- 6 Atriles
- 2 Bolsas de Tela
- 6 Testigos Blancos
- 6 Testigos Rojos
- Hoja de Puntuación
- Instrucciones (castellano)