La silla, la fiel compañera de juego

silla gamer

El éxito o el fracaso en un videojuego no siempre depende de la habilidad del jugador. Existen factores externos que llegan a convertirse en perfectos aliados en una batalla o en una carga ante niveles repletos de obstáculos. La comodidad y el descanso resultan fundamentales a la hora de brillar en un juego, aunque acostumbren a ser los grandes olvidados.

Cada año crece el número de aficionados y de profesionales del sector, a través de los populares eSports. Tanto unos como otros deben apostar por unos complementos acordes a sus necesidades y a sus rutinas. Al igual que valoramos opciones a la hora de escoger nuestra plataforma de juego, también debemos hacer lo propio con el mobiliario.

 

LA IMPORTANCIA DE LA ERGONOMÍA

«Estudio de las condiciones de un lugar en base a las características físicas y psicológicas del usuario». Así se define la ergonomía, disciplina fundamental para disfrutar de los videojuegos o para convertirlos en nuestra profesión.

El amplio catálogo de títulos disponible nos lleva a dedicar buena parte del día a explorar mundos de fantasía, a conducir impresionantes vehículos, a protagonizar intensas luchas por la supervivencia y a disputar partidos de fútbol. Independientemente del universo al que lleguemos, no nos moveremos del asiento. 

Para viajar, escogemos la mejor consola o el ordenador que se adapte a lo que buscamos. En este caso, contaremos con el monitor apropiado, en complemento de unos buenos altavoces (o cascos), ratón, teclado e incluso alfombrilla. Para que la experiencia resulte satisfactoria, necesitaremos un escritorio resistente, con una altura apropiada. Por supuesto, no debemos olvidarnos de la que será nuestra más fiel compañera: la silla.

sillas gaming

¿Cómo escoger la mejor silla?

Estamos ante uno de los complementos en los que más se centra la ergonomía. Así, la comodidad deberá ser el primer factor a tener en cuenta a la hora de escoger una. En el caso de una silla, aquí puedes ver 10sillas newskill, que se caracterizan por una tecnología capaz de adaptarse a la forma de nuestro cuerpo, tanto en recubrimiento como en acolchado.

En primer lugar, deberá contar con diferentes alturas para que nuestros ojos formen una línea recta con el monitor. No todos los jugadores miden lo mismo, por lo que estamos ante un punto esencial. Permanecer por encima o por debajo del monitor se traducirá en un cansancio excesivo, con su correspondiente dolor de cuello.

Además de escoger una acorde al peso máximo que podrá soportar, lo haremos en base a las posiciones. Como bien sabrán los jugadores, no todo es acción y nerviosismo en una partida. Los momentos de baja tensión deben ir acompañados de una relajación de los músculos, momento clave para cambiar de posición y que la silla también lo haga. Los reposabrazos resultan cruciales.

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La seguridad es otro de los puntos a tener presentes. Necesitaremos una garantía de que vaya a funcionar a la perfección, sin sorpresas desagradables. No sólo tendrá que durar por fuera, sino por dentro. Deberá resistir bien el paso del tiempo y contar con unas ruedas que no dañen el suelo.

Existen modelos muy diferentes de sillas, adaptadas a los tipos de jugadores. Todas ellas pueden encontrarse en colores diferentes, de tal forma que también cumplan con la personalidad de cada uno.

La línea Takamikura, valorada en 189,95 euros, cuenta con un cojín en la zona lumbar y con otro en la cervical. Ofrece 180 grados de inclinación y apoyabrazos de tres dimensiones. La Takamikura Carbon Edition, como su propio nombre indica, destaca por su piel de carbón de alta calidad. Con 180 grados de inclinación y apoyabrazos de cuatro dimensiones, su precio es de 219,95 euros.

Por su parte, el modelo Kuraokami posee un reposabrazos 4D multifuncional, también de cuatro dimensiones. Reclinable hasta 180 grados, puede adquirirse por 239,95 euros. El Kitsune puede reclinarse a más de 180 grados, característica que junto a sus dos cojines la convierte en una silla apropiada para descansos largos. Su precio es de 150 euros, siendo la más económica de las cuatro.