Que se produzca una muerte, días después de una redada, es motivo de sospecha. Más todavía si es la de un magnate, con algún que otro problema con sus socios. La policía está investigando el caso, pero necesita de la experiencia de un grupo de detectives para resolverlo. Así es Sherlock: El legado del Don.
¿QUÉ ES SHERLOCK: EL LEGADO DEL DON?
Sherlock: El legado del Don es un nuevo reto cooperativo de la serie Q System, ya disponible. Llega de la mano de Enigma Studio y GDM Games, como juego de producción propia, a un precio que ronda los 8 euros.
Conserva el formato de caja pequeña de sus antecesores y del recién estrenado Sherlock Junior: Suriguri. Puede disfrutarse entre 1 y 8 jugadores en 60 minutos, estando recomendado a partir de los 10 años. Es una creación de Jesús Otero, que sigue la idea creada por Josep Izquierdo y Martí Lucas. Está ilustrado por Amelia Sales.
Al igual que el resto de la serie, estamos ante un título independiente que sólo puede disfrutarse una vez por grupo. Nos lleva a cooperar para encontrar la solución al caso con la máxima puntuación. Sus componentes no se pintan ni se destruyen.
Un misterioso fallecimiento
7 de octubre de 2012. Los restos de Salvatore Sollai son trasladados al Cementerio de la Ciudad de Miami. Llama la atención el hecho de que, días antes, se produjese una redada en su residencia familiar y en su almacén de aceites.
Según informan las fuentes médicas, falleció en el Jackson Memorial Hospital a causa de una complicación en el desarrollo de una grave enfermedad. Los socios del Don podrían estar involucrados en su repentina muerte, de ahí que sea necesario arrojar luz sobre lo sucedido.
Los jugadores, convertidos en detectives, tratarán de encontrar la solución haciendo uso de informes, registros de visitas, grabaciones, fichas policiales, declaraciones y mensajes interceptados. Intentarán recrear los acontecimientos, poniendo orden a las pistas, de la forma más fiel posible.
Una partida
Antes de empezar, se localiza la carta inicial y se deja al alcance de todos. Se barajan las demás para repartir tres a cada uno. Las restantes formarán parte del mazo, sin verse para no arruinar la experiencia.
Durante su turno, cada jugador deberá bajar una carta a la mesa, boca arriba, o descartarla, boca abajo. Con la primera opción, la información quedará visible para todos, de tal forma que puedan producirse debates. En todo momento podrán leerse las palabras señaladas de las cartas de la mano.
El turno finaliza robando una nueva carta. Al haberse jugado todas, y siempre que haya al menos seis cartas descartadas, se elabora una teoría (podrá compartirse la información de las cartas descartadas). Cuando quede clara, se abren las instrucciones para responder a un formulario compuesto por diez preguntas.
Se comprueban las soluciones y se lee lo que realmente ocurrió. Cada respuesta acertada equivale a dos puntos. Haber jugado determinadas cartas implica perder un punto. El grupo consultará su puntuación en la tabla para saber si el caso ha sido un éxito.
El juego en solitario
Sherlock: El legado del Don también puede disfrutarse en solitario. Las reglas son las mismas, aunque en este caso, se tienen seis cartas en la mano. Los descartes podrán ser definitivos o provisionales.
Si el primer montón tiene al menos seis cartas al agotarse el mazo, se barajan los provisionales para robar de ahí. En esta segunda ronda, las cartas sólo podrán descartarse definitivamente o jugarse.
SHERLOCK: EL LEGADO DEL DON: CONCLUSIONES
La serie de juegos Q System no necesita grandes cambios para continuar siendo una de las más exitosas. Una clara prueba de su enorme popularidad fue la recomendación del jurado del Spiel des Jahres 2019, algo a lo que el sector nacional de juegos de mesa no nos tiene acostumbrados.
Sherlock ha arrasado, por su combinación entre práctico formato, económico precio y casos atractivos. Los jugadores que han probado alguna de sus cajas han destacado, además, sus reglas sencillas y su estructurada mecánica. La fórmula, por tanto, ya está asentada.
GDM Games tiene un tesoro entre sus manos y no está dispuesto a desperdiciarlo. A lo largo de este año, se estrenarán nuevos casos, con temáticas muy distintas entre sí. Este verano acaba de lanzar Sherlock: El legado del Don, además del ya mencionado Sherlock Junior: Suriguri.
Imitando una baraja tradicional, consta de una treintena de cartas perfectamente ilustradas. Sus imágenes y textos son capaces de sumergirnos en los acontecimientos. Con una estética tan clara y unas reglas tan sencillas, podremos prestar toda la atención a reunir pruebas y darles sentido. Sin distracciones.
Renunciando a cualquier presión por el tiempo, los jugadores harán uso de una mecánica ya conocida. Jugarán o descartarán una carta por turno, en una toma de decisiones constante. ¿Será esta carta relevante? ¿La muestro, a riesgo de desviarnos, o la elimino para siempre?
Al estar ante un reto cooperativo, es fundamental compartir la información de la que disponemos con los demás. También nuestras teorías (y, por supuesto, escuchar las de los demás). Con todas las cartas sobre la mesa, no habría problemas en su resolución. Sin embargo, las instrucciones nos informan de que debe haber, al menos, seis cartas en los descartes.
A los dilemas individuales, se suman los interrogantes ante las acciones de los otros. ¿Por qué se habrá descartado una carta del despacho? ¿Y por qué han compartido ese informe policial? Es frecuente que cada uno tenga su propia versión, incluso al final de la partida, de ahí que aparezcan esos misterios.
A través de las cartas jugadas y de los textos leídos, debemos hacer un ejercicio de concentración. Será preciso aplicar la lógica para conectar las pruebas entre sí y, en definitiva, para construir una historia. A ser posible, la verdadera.
Tras los debates, será momento de enfrentarse al examen final. A la auténtica prueba de juego. Hay que contestar a diez preguntas de una forma correcta si queremos una buena puntuación. Siguiendo con las reglas tradicionales, algunas cartas jugadas restarán puntos.
Lo que en un principio puede traducirse en un éxito, puede acabar con un aprobado. El origen del nombre de estos juegos llega al tener que superar la puntuación del propio Sherlock, lo que sólo ocurrirá con la más alta. ¿Qué ocurre si no la hemos conseguido?
No superar tan satisfactoriamente el reto (e incluso no superarlo), jamás será un fracaso. Habremos pasado un rato entretenido y divertido, poniendo a prueba nuestras neuronas, mientras nos hemos introducido en el fenómeno Q System. Es más habitual de lo que parece a simple vista.
Con todo ello, estamos ante un nuevo caso capaz de enganchar a los amantes de los negocios turbios y de las investigaciones a partir de pruebas policiales. Descubriremos una historia absorbente que permanecerá en nuestra memoria por un largo período de tiempo. Por suerte o por desgracia.
Decimos por desgracia porque no podremos rejugarlo a corto plazo. Tenemos dos opciones: guardarlo en la estantería hasta que hayamos olvidado la trama o prestarlo a otros grupos. Si escogemos la segunda, es recomendable ejercer de anfitriones con ellos.
Como ya sabrán quienes hayan guiado a otros equipos, observar como llegan a determinadas conclusiones es casi tan divertido como haberlo disfrutado en primera persona. Así, pagar por una experiencia no rejugable duele un poco menos.
Echando cuentas, los 8 euros gastados en el juego equivalen a cualquier otra experiencia de ocio. Si los pagamos entre todos los que vamos a disfrutar de ella, se reduciría aún más. Por unos pocos euros, nos aseguramos una hora de diversión, de esas que nos aislan del mundo exterior.
Una vez más, estamos ante un caso que puede resolverse en grupo o en solitario, en busca de una hipótesis alternativa. El número de jugadores no interferirá en el éxito, puesto que a dos podremos resolverlo de igual forma que a seis (aunque con una carta más en la mano). En solitario, gracias a sus reglas especiales, no pierde emoción ni sentido.
Aunque puede completarse con papel y lápiz, no es preciso añadir ningún componente adicional. Podrá disfrutarse en casa o al aire libre, como parte de cualquier plan veraniego. El uso de un teléfono nos permitirá conocer la trama en la voz de un narrador para introducirnos aún más en la historia (con código QR), aunque no aportará información extra a la que aparece en el manual.
En definitiva, estamos ante un reto con una dificultad baja. Sirve como introducción a la serie para novatos, sin perderse la tensión entre los habituales.
Aunque puede no ser tan complicado como alguno de los anteriores, también nos llevará a exprimirnos la cabeza. Los principiantes lo harán para hallar la solución y los expertos para alcanzar la puntuación más alta. Comprobamos como el grupo con el que lo resolvemos influirá, y mucho, en el resultado.
Mientras se continúe con casos como éste, el futuro de Q System queda más que asegurado, para alegría de los jugadores. Puesto que la base ya está resuelta, basta con seguir recurriendo a los mejores temas para plasmarlos en las cartas.
COMPONENTES DE JUEGO
- 31 Cartas de Juego
- Carta Inicial
- Carta Resumen
- Instrucciones/Cuestionario/Soluciones
One thought on “Sherlock: El legado del Don, un nuevo caso Q System”
Comments are closed.