Los héroes necesitan momentos de descanso entre aventuras. Una cerveza en el bar sienta a las mil maravillas y, además, abre puertas a futuros viajes. Al fin y al cabo, es el lugar donde comienzan todas las grandes historias. Así es La Taberna, juego de mesa presentado como un prototipo.
LA TAREA DE LOS RECLUTADORES DE HÉROES
La Taberna es un juego de cartas de 2 a 4 participantes, con competiciones de 30 minutos. Recomendado a partir de los 12 años, lo firman Lorena Gestido y Javier Martínez (Sulker), responsables del recién estrenado Alien 51: El Ascensor y de los prototipos Kalambaku y Cube Galaxy.
Estamos ante uno de los nominados al III Concurso de Prototipos BGC 2019, en la categoría de juegos de mesa para expertos. Como su propio nombre indica, nos traslada al interior de una taberna para sumergirnos en un mundo de fantasía clásica.
Concretamente, los jugadores se convierten en reclutadores de héroes. Harán todo lo que esté en su mano para reunir al grupo que más puntos de victoria sume, puesto que éstos determinarán la victoria. Aquél que lo consiga será el ganador de la partida.
El primer paso es repartir un set de trabajadores y cuatro monedas a cada uno. Tomarán dos cartas de objetivo para escoger una. Se crean tantas mesas de la taberna como jugadores haya, con dos héroes cada una. Los mazos de cartas y las fichas se dejan en el centro. Una ronda consta de dos fases.
1. Fase diurna.
Los trabajadores pueden utilizarse para obtener recursos o para conseguir tesoros. Con la primera opción, cada uno proporciona una moneda, una gema o un agua élfica. Al aprovechar la habilidad del trasgo, de la enana y del elfo, se obtienen dos recursos de su correspondiente tipo.
En lugar de recolectar, se puede utilizar a un trabajador para obtener tesoros. Se escoge uno para mostrar la carta del mazo específico. El jugador podrá recibir beneficios (con puntos extra al final de la partida para los héroes que los lleven equipados) o ser víctima de un peligro, con sus consecuencias.
2. Fase nocturna.
Comienza cuando todos han completado la primera fase. El jugador activo selecciona una mesa y mira sus cartas en secreto. Podrá reclutar a los dos o a uno, pagando dos monedas (en héroes normales) o cuatro (en legendarios o magos).
Si no quiere quedarse con ninguno, los devuelve a su posición. Sólo en este caso podrá mirar una segunda mesa. Se sigue la misma mecánica con el resto de jugadores para, después, descartar a los héroes sobrantes, reponer las mesas y pasar el marcador de jugador inicial.
La partida tiene una duración de ocho o nueve rondas, en base a los participantes en juego. Será al final cuando haya que pagar a los héroes y comprobar que se cumpla la condición de cada uno. De lo contrario, se eliminan. Se equipan los tesoros, atendiendo a sus atributos, y se procede al recuento de puntos de los héroes, tesoros y carta de objetivo.
LA TABERNA: PRIMERAS IMPRESIONES
¿Aprovecho la habilidad del elfo aunque no me venga demasiado bien para evitar pérdidas? ¿Me arriesgo con una búsqueda de tesoros a pesar de que pueda acabar muy mal? ¿A qué mesa acudo? La Taberna puede definirse como un mar de decisiones por tomar.
Los objetivos visibles, las inversiones a largo plazo y el riesgo suenan juntos, ofreciendo una competición estratégica marcada por las consecuencias. Positivas y negativas. A lo largo de sus rondas, tomaremos uno de los múltiples caminos que nos acerque o nos aleje de la victoria.
Ser un reclutador de héroes no es una tarea sencilla. Podría serlo, en caso de ser millonarios, pero no es el caso. Por lo pronto, partimos de un grupo de trabajadores, idéntico para todos los jugadores. Así, destacar dependerá de nuestra capacidad para adaptarnos a cada situación y del aprovechamiento de las habilidades, tanto de los trabajadores como de los héroes.
Durante la fase de día, podremos utilizarlos para recoger recursos o para buscar tesoros. Dicho de otra forma, para ir a lo seguro y asegurarse un futuro o para arriesgar, con sus múltiples interrogantes. La base de La Taberna la marcan las monedas, de ahí que no debamos descuidar esta parte. Son necesarias para contratar a los héroes y para pagarles al final de la partida.
El resto de recursos también son necesarios en el avance. Cuando ya nos hayamos asegurado un buen porvenir, teniendo en cuenta que nunca iremos sobrados, puede ser buen momento para buscar tesoros. Los peligros están ahí, con su dosis de emoción, pero también tesoros muy valiosos, con sus respectivos puntos. Si es que tenemos al héroe adecuado…
Ya en la noche, seleccionaremos una mesa haciendo uso del azar o de la deducción, al ver el rostro de quienes ya conocen la identidad de algunos de los héroes que hay en la taberna. Tendremos que aplicar una buena gestión, mediante un exhaustivo análisis. ¿Contrato a éste o ahorro un poco? ¿Es preferible tener uno «bueno» o dos «menos buenos»?
Todas las decisiones deben tomarse para no perder ninguna ronda y de cara al recuento final. A esos héroes que podrían irse si no se cumplen sus condiciones exigidas, desmontando estrategias enteras. A los tesoros que recibirá cada héroe. A los objetivos visibles, que también pueden llegar a restar puntos.
Comprobaremos como un pequeño error de cálculo puede pagarse caro, siendo ésta una de las mejores partes de la estrategia (por mucho que pueda llegar a molestar). Sus autores crean, por tanto, un juego de reglas sencillas, pero con la suficiente profundidad como para causar más de un quebradero de cabeza.
Encontramos mecánicas tradicionales, pero también elementos menos habituales que marcan la diferencia entre La Taberna y un ‘set collection’. Llegan al no dar nada por seguro y al no premiar la compra de un héroe tras otro. No consiste en acumular, sino en seleccionar únicamente a aquéllos que podrán quedarse en el grupo.
Bajo una temática clásica, capaz de hacer las delicias de los amantes de la fantasía, se crean partidas muy distintas unas de otras. La composición de las mesas y de los mazos garantiza la rejugabilidad máxima. Con todos sus puntos muy bien propuestos y encajados, ya sólo nos queda esperar a que este proyecto se convierta en una realidad.
La Taberna es un juego de mesa en forma de prototipo, por lo que las imágenes no corresponden a su diseño final.
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