Una herramienta educativa para adentrarse en la aventura de la identidad. Así se define IAM, propuesta presentada el pasado año. Vuelve a ser noticia, puesto que ya está disponible.
EL USO DE IAM EN LOS MÁS PEQUEÑOS DE LA CASA
IAM se compone de un peluche, un diario, cinco fichas y una tarjeta. A través de estos elementos, los más pequeños de la casa trabajarán con la identidad mientras se divierten. Concretamente, está dirigido a los niños entre los 3 y los 7 años.
Como detallan sus responsables, estamos ante una propuesta educativa que les llevará a descubrir quienes son y quienes quieren ser mediante el juego en familia. De esta forma, pretende mejorar la relación con ellos mismos y con su entorno, descubriendo su aportación al mundo.
Esta aventura por la identidad tiene como protagonista a una criatura, cuyo mundo ha perdido todo sus colores. Habrá que recuperarlos, guiados por el muñeco. Se trata de un espacio donde no existen los juicios, ni se habla de género ni de raza.
El diario consta de actividades y de reflexiones que le acercarán a la misión, mientras que las fichas de madera se convierten en los valores que cobran vida. Son la recompensa a cada meta alcanzada.
Cada uno de los capítulos está relacionado con un valor diferente: coherencia, atención, voluntad, valor y honestidad. Se relacionan con las distinta etapas de desarrollo emocional. Conforme se avance en la aventura, ese desarrollo se vincula con las emociones de una forma directa.
Además de utilizarse en casa, aprovechando la complicidad del juego en familia, también es un complemento educativo para el aprendizaje en las aulas y en los talleres. Con la imaginación como herramienta principal, será al final cuando el niño pueda completar su tarjeta de identidad, haciendo uso de todo lo aprendido.