Beer Master: la pinta de las curiosidades

Beer Master

El sol aprieta y, tras un bañito en la piscina, una buena cerveza fría sabe a gloria. Es la protagonista de las tardes de risas en buena compañía, donde olvidarnos del mundo. El sabor de las noches que prometen durar toda una eternidad. ¿Pero qué hay detrás de esta bebida? Así es Beer Master.

 

25 VARIEDADES DE CERVEZA

Beer Master: The Game es un juego de cartas de 1 a 6 participantes, con competiciones de 30 a 60 minutos, indicado desde los 10 años. Juan Carlos Frutos es su autor e ilustrador.

Beer Master

Por el momento, se encuentra en forma de prototipo. Será muy pronto cuando inicie una campaña de búsqueda de financiación para tratar de convertirse en una realidad, con Verkami como plataforma escogida.

Se presenta como un título estratégico, donde crear hasta 25 variedades distintas de cerveza mediante la combinación de ingredientes y profesionales. No son necesarios conocimientos previos en la materia. Al contrario: servirá para descubrir curiosidades.

 

BEER MASTER: UNA PARTIDA

El primer paso es dar forma a la bodega, con seis cartas de cerveza boca arriba. Se barajan las de ingredientes por tipos para crear cuatro mazos: agua y maltas, lúpulos, levaduras y extras y acción. Mostraremos una carta de cada uno para recordar el tipo.

Dejamos a un lado las monedas de cereal. Cada jugador comienza con dos. Recibe sus cuatro fichas de jugador y una carta para la mano de los tres primeros mazos. Comienza la partida.

Durante su turno, cada participante realiza dos acciones, en cualquier orden, pudiendo repetirse la misma. Existen tres posibilidades.

1. Venta.

Consiste en vender una carta de la mano, ya sea de ingrediente o especial. Pasa a los descartes de su respectivo mazo.

El primero (agua y malta) tiene un precio de venta de dos monedas de cereal; el segundo (lúpulo) y el tercero (levadura), de tres; el cuarto (extra y acción), de cinco monedas. Si vendemos un lúpulo, por ejemplo, recibimos tres monedas.

2. Compra.

Roba la primera carta de uno de los mazos, pagando su precio de compra. Es el mismo que el valor de venta. Las cartas extra que tuviera en su almacén, es decir, en su zona de juego, suponen una rebaja del precio. Sólo podrá tenerse una de cada tipo.

Beer Master

3. Jugada.

Esta acción sirve para jugar una carta. Si se trata de un ingrediente, se deja en la zona central, denominada barra. Abrirá una nueva pinta o lo colocará al lado de una ya empezada, siempre adyacente a otro ingrediente.

Nunca podrá haber más de cuatro pintas. Todo ingrediente que se baje deberá corresponderse con, al menos, una de las recetas. Por tanto, no podríamos unir agua y malta de cebada si ninguna cerveza de la bodega cuenta con esta combinación.

Cuando una pinta esté completa, tomamos su cartas de cerveza para sujetarla con la peana. Se dejará junto a la pinta, acompañada de una ficha del jugador que ha colocado el último ingrediente. Las cervezas premium requerirán de determinadas cartas extra en el almacén para poder crearse.

Así, mientras que una American Pale Ale requiere de agua, malta de cebada, lúpulo Willamette y levadura Ale, la Noel Abbaye necesita agua, malta caramel, lúpulo Simcoe, levadura Ale, un abad y una barrica.

Al jugar una extra, pasa a la zona propia. Como ya hemos visto, funcionará como rebaja para futuras compras. Las de acción se descartan una vez realizado el efecto, ya sea en beneficio propio o para fastidiar a los rivales.

Beer Master

Fin del turno y de la partida.

Al final de su turno, el jugador recibe una moneda. Por cada ingrediente jugado, obtiene otra. No podrá tener más de cinco cartas en la mano.

La ronda llega a su fin al completarse cuatro pintas. Si sólo va a jugarse una, los jugadores reclaman sus cartas de cerveza para sumar los puntos obtenidos. Las premium otorgan una mayor puntuación que las clásicas.

Si se quiere disputar una partida más larga, las cervezas pasan a los almacenes de sus propietarios. Se completa la bodega con cuatro nuevas cartas, para volver a mostrar seis, y la barra se deja libre. Conservamos las cartas de la mano y todo lo que haya en el almacén (extras, fichas de jugador y monedas).

Repetimos la misma mecánica hasta finalizar la segunda ronda o todas las que queramos. El ganador será quien tenga la mayor cantidad de puntos.

 

BEER MASTER: CONCLUSIONES

El sonido al caer en el vaso. Ese primer olor. La espuma, tan perfecta, a punto de quedarse en los labios. El que para muchos es el paraíso, esconde todo un universo. Años de investigación. De recetas mejoradas e incluso adaptadas a los tiempos. De perfeccionamiento.

Artesanos en la soleada California, sorprendiendo con los sabores. Monjes en abadías trapenses, con un amplio conocimiento en cervezas belgas. Un Bávaro, con su exhaustivo método de fermentación. La maduración en barricas de roble francés.

Beer Master: The Game es el perfecto homenaje a la cerveza, trasladando a las mesas parte del laborioso proceso que lleva detrás. Es la forma de valorar, aún más, eso que tanto nos hace disfrutar. De descubrir algunos de sus secretos.

Los conocimientos previos no son necesarios. Ni siquiera hace falta ser un amante de la bebida de sabor amargo. Sin embargo, sí que es cierto que despertará la curiosidad de sus mayores fans, con la cantidad de información que se aprende sin apenas esfuerzo.

Beer Master

En un par de partidas, algunas recetas ya se habrán quedado en la mente. Para siempre. Sabremos que Fuggle es una variedad de lúpulo. Que Lambic es una levadura que alcanza la fermentación de forma espontánea. Que el agua es, siempre, el ingrediente principal.

Recurre a unas reglas muy sencillas y esquemáticas. Resulta clara la base sobre la que se asienta: los juegos ambientados en los restaurantes, tan populares por la gestión a la hora de completar pedidos. Por los dilemas, acompañados del riesgo.

Sobre ella, se perfilan la libertad a la hora de decidir y una combinación entre avance y beneficio propio. Como maestros cerveceros, competimos por elaborar las mejores bebidas. Aunque, quizás, alguien se adueñe de nuestra mejor creación.

Con nuestras dos acciones por turno, gestionaremos el dinero y la mano. Ambos son esenciales para la victoria. ¿No tengo monedas? En ese caso, me conviene deshacerme de alguna que otra carta que no vaya a utilizar. Al menos, por el momento. ¿No dispongo de cartas? A comprar.

El acopio de cartas no es la mejor opción en Beer Master. No sólo porque el tamaño de la mano sea limitado, sino porque si no vendemos o jugamos, las posibilidades descenderán. Aprovechar el presente llega a ser más efectivo que una mirada hacia un futuro que puede no llegar.

Beer Master

Uno de los puntos más originales es la obtención de dinero mediante la colocación de ingredientes en la barra. Es la forma que tiene su autor de animarnos a contribuir en la creación de cervezas. Cuantos más coloquemos, más monedas recibimos al final del turno.

¿Por qué iba a añadir un ingrediente a esa pinta que, tal vez, no sea para mí? La respuesta siempre estará en las monedas. Resulta evidente como no vamos a dejarle al rival ejecutar la jugada de su vida, pero sí que tenemos una buena razón para sumar ingredientes sin saber si el beneficio será para uno mismo.

El hecho de trabajar sobre una zona común y de tratar de alcanzar unos objetivos, también compartidos, potencia la interacción entre jugadores. No hay misiones secretas, por lo que la jaula de leones se abre.

Existen distintas estrategias posibles, influenciadas por la disposición aleatoria de las cartas y por la manera de jugar de los oponentes. Estarán aquéllos que se lanzan a por cualquier pinta, por pocos puntos que reporten. ¡No hay tiempo que perder!

Los que apostarán por la calma y la paciencia para alcanzar las más valiosas, jugando con el riesgo. El sistema también evita que haya pintas que no puedan completarse, por lo que tras unos turnos, estará más o menos claro cuáles se intentan conseguir. Conviene aprovechar esta información. Anteponerse y truncar planes.

Proveerse de un buen almacén, preferiblemente cerca del inicio de la partida, proporcionará ventajas que aprovecharemos desde un primer momento. El mazo de cartas extra y de acción es caro (cinco monedas), pero puede traducirse en beneficios.

juegos de mesa cerveza

Las extra proporcionan una rebaja en las compras, lo que es más útil de lo que parece cuando una moneda arriba o abajo llega a ser tan importante. Las de acción son las que llenan de vida el juego. Tanto es así que llegaremos a hacer grandes renuncias por sentir la emoción de una compra en este mazo.

Existen nueve diferentes, por lo que la diversidad es máxima. Obligarán a los demás a perder la mitad de sus monedas y bloquearán efectos. Serán el inicio del rencor, con los robos a almacenes y a la mano. Incluso se producirán en cervezas ya completadas, de tal forma que jamás tendremos nada seguro.

En ocasiones, las pintas se romperán, echando por tierra todo el esfuerzo. Todas estas acciones contribuyen no sólo a crear dinamismo, sino a que el final de la partida sea inesperado.

No es fácil saber qué va a ocurrir. Las cartas de acción dan la vuelta a todo, mientras que la propia lógica también lo hará. Si veo que llevo más puntos que el contrario, tal vez me convenga bajar todos los ingredientes que pueda.

Aunque en el manual se contempla la posibilidad de disputar una ronda, lo ideal es competir en, como mínimo, dos. Conservaremos todo lo que hemos conseguido, de ahí que el verdadero esfuerzo se vea mucho más en la segunda ronda.

Además, es capaz de evitar frustraciones. Imaginemos que en una ronda no disponemos de ese ingrediente que falta. Sabiendo que habrá otra, no invertiremos todo el tiempo en comprar y vender para, quizás, no conseguir nunca la que queremos.

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¿Y si optamos por un aprovisionamiento? Podríamos empezar la nueva ronda con importantes descuentos. ¿Tratamos de reunir monedas que puedan sacarnos de un apuro? Las posibilidades son muchas. Prepararse para tener ventaja en un posible desempate tampoco es mala opción.

Se resuelven con una clásica comparación de monedas o jugando una ronda más donde sólo podrá haber una pinta en la barra. La segunda es la más justa y recomendable.

Beer Master está repleto de esas posibilidades, gracias a la gran rejugabilidad que ofrece. No hay modos adicionales, pero las numerosas combinaciones que llegan a crearse entre cervezas, ingredientes y cartas de acción es suficiente para que su salida a mesa sea constante.

De lo que sí se acompaña es de un pequeño cambio en los duelos, para agilizarlo todo. Las partidas a dos funcionan muy bien, ya que se gana rapidez. Entre grandes grupos, y al no existir turnos simultáneos, la duración es mayor. Por suerte, no hay análisis parálisis.

Consta de un modo en solitario, donde competir contra un cervecero fantasma. A los mayores detractores del sistema del jugador fantasma no van a convencerles unos turnos automáticos, pero al menos ayuda saber que sus jugadas son rápidas. No tendrá monedas ni cartas.

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Con todo ello, Beer Master es más que una mera adaptación de un género a una temática. Está claro que no se entendería sin su ambientación, la gran estrella, pero su jugabilidad tampoco debe pasar desapercibida. Aunque no todo son elementos novedosos, incluye algún que otro «puntazo».

Se priman las partidas rápidas, para todo tipo de jugadores. Ayudan, y mucho, el ajuste en la duración y el diseño. Tomará la forma de cartas de pequeño tamaño, a guardar en una caja también pequeña. Será fácil de transportar, por lo que podrá jugarse en cualquier lugar.

No es el primer juego de cerveza creado, pero sí una buena alternativa a los existentes, por ser más accesible en lo que respecta a reglas y precio. Así, aunque la estrategia esté presente, no siempre los expertos se harán con la victoria.

Respecto a su diseño, es claramente funcional. Recurre a unos dibujos sencillos, de los que no distraen, y al uso del color como forma de orientarse y moverse. El breve texto de las cartas es suficiente para reconocerlas de un solo vistazo, sin necesidad de recurrir al manual más allá de la primera partida.

Sin embargo, esta simplicidad no supone un vacío. La mesa se llenará de color con una bodega que espera pacientemente. Con unas pintas vistas desde arriba, cuyo olor traspasa las mismas cartas.

 

COMPONENTES DE BEER MASTER

  • 65 Cartas de Ingrediente
  • 25 Cartas de Cerveza
  • 24 Cartas Extra
  • 11 Cartas de Acción
  • 46 Monedas de Cereal
  • 24 Fichas de Jugador
  • 4 Peanas
  • Instrucciones (castellano)

 

Las imágenes de esta reseña pertenecen a su prototipo, por lo que no se corresponden con un diseño final.

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