Comienza el mes más mágico del año. Marcos acaba de montar el árbol. Demasiado tarde, según su opinión, pero Marta no estaba convencida de tener ese armatoste en medio del salón durante cuatro meses. «No creas que no me he dado cuenta de que lo has retrasado todo lo posible».
¿Pegatinas en las puertas? Ahí están. ¿Adornos en las ventanas? Colocados. ¿Muérdago en el baño? Sí, pero quizás eso no era necesario… Un adorable pueblecito cubierto de nieve dará la bienvenida a los invitados, desde el mueble de la entrada. No podrán ser muchos esta vez, pero brilla más que nunca.
¿QUÉ HACER EN LAS NAVIDADES DE 2020?
El concepto de Navidad no se entendería sin las noches en torno a la mesa, demostrando las habilidades sobre el tablero. Marcaron las infancias de muchas personas, hoy en día convertidas en grandes amantes de los llamados juegos de mesa modernos.
Nos enseñaron a vernos representados mediante un peón, que avanza en base a un esfuerzo. A superar retos. A recurrir a la estrategia para esquivar los contratiempos causados por el azar. Descubrimos como los ataques de risa llenaban una habitación en cuestión de minutos.
Party&Co acompañó a muchos niños y a sus familias. Hoy en día, lo sigue haciendo. Su diseño ha evolucionado, junto a los retos propuestos. Las versiones aumentan, adaptándose a los gustos de los jugadores.
Los beneficios continúan, sin perderse la diversión. Potenciamos la creatividad y la imaginación, a la par que socializamos y ponemos a prueba nuestros conocimientos. Por tanto, ¿por qué no iba a seguir formando parte de estas navidades atípicas?
Siguiendo con las recomendaciones de quedarse en casa el mayor tiempo posible, animará más que nunca los momentos de bajón. Este viaje a la infancia no necesita grandes grupos para jugarse, puesto que desde cuatro jugadores ya funciona muy bien.
La competición con niños
Party&Co Disney y Party&Co Disney Princess harán las delicias de los más pequeños de la casa (y los no tan pequeños). El diseño del juego básico se adapta, haciendo uso de unos componentes llamativos y vistosos. La figura de Mickey Mouse no tiene desperdicio.
Las versiones son compatibles entre sí en una misma estantería, ya no sólo por trasladarnos hacia mundo diferentes, sino por sus pruebas. Así, dibujaremos, trabajaremos con la mímica, competiremos en pruebas de velocidad y jugaremos con la memoria. No faltan las preguntas. A todos nos encanta demostrar nuestros conocimientos.
La fiesta continúa en Party&Co Junior. Indicado hasta los 13 años, consta de 560 pruebas. Si queremos aprovecharlo un poco más (recordemos que, por desgracia, los niños acaban creciendo), Party&Co Family se conforma como la mejor opción.
Podemos vernos las caras en igualdad de condiciones o aprovechar los dos niveles que ofrece: pruebas para niños y pruebas para adultos. ¿El contenido? 900 retos.
Los retos para los adultos
Que no haya niños en casa no es motivo para huir de los clásicos. La versión Original se conforma como «la de toda la vida». Eso sí, sus pruebas y preguntas se han adaptado a los tiempos actuales. Más que recomendado para nostálgicos.
Party&Co Ultimate añade estrategia a las partidas, sin renunciar a las pruebas tradicionales. Por tanto, puede servir para atraer a los expertos en tácticas y a quienes quieren practicar de cara a títulos más complejos.
En Extreme 3.0 aparecen 600 nuevas preguntas. Ofrece una interacción mayor, ya que tendremos que demostrar todo lo que sabemos de nuestros familiares o amigos, entre otros retos.
Si echamos demasiado de menos el equipo formado con nuestro primo favorito, siempre podemos echar mano de alguna variante casera, a disfrutar mediante videollamada. Mientras sigamos reviviendo esas infancias mágicas, y creando nuevas tradiciones, el formato deja de importar.
Desde que la pandemia comenzó, ya sabíamos que las navidades de 2020 no serían iguales que las anteriores. Probablemente, serían las más diferentes de nuestras vidas. Hemos tenido nueve meses para hacernos una idea, pero ahora que ya han llegado, resulta complicado.
La nostalgia siempre ha sido una gran protagonista de estas fiestas, pero ahora se multiplica. No habrá grandes reuniones familiares, que acaban casi al amanecer. Tampoco encuentros con amigos en el interior de acogedores restaurantes. Abrazos. Besos.
La Navidad se ha visto obligada a reinventarse. A evolucionar. No sería justo que desapareciese, ni para Marcos, ni para las personas que viven gracias a ella, ni para la ilusión. Por tanto, los planes navideños seguirán estando presentes, aunque sea de una forma distinta.
Los dulces continuarán llenando las bandejas. No faltarán las comilonas. Las tardes preparando galletas. Los cánticos de los niños en la mañana del 22 de diciembre. ¿Agradables? ¿Irritantes? Debates a un lado, los juegos de mesa no querrán faltar a la cita.