Está más que demostrado como unos cascos gaming mejoran la experiencia de juego. No sólo nos permiten introducirnos más en su ambientación, aprovechando el sonido envolvente por el que apuestan muchos estudios desarrolladores, sino comunicarnos con otros jugadores.
Los mayores aficionados a los videojuegos no dudan en acompañar la experiencia con este accesorio, tan importante como el propio mando, el teclado o el ratón. Sin embargo, a la hora de hacernos con él, surge la gran pregunta: ¿con o sin cable? En esta guía de compra, descubrimos como optar por unos cascos sin cables genera un mayor número de ventajas.
LA COMODIDAD DE UNOS CASCOS SIN CABLES
Quienes ya se han pasado a unos cascos sin cables han ganado comodidad frente a los cascos con cables. Estamos rodeados de cables, principalmente de cargadores, lo que genera enredos sobre el escritorio. Si llevamos algo de prisa, separarlos puede generar cierta frustración.
Con unos sin cables, se gana rapidez. Tampoco necesitamos encontrar la clavija de auriculares del dispositivo (si es que dispone de ella), puesto que una vez que estén emparejados y conectados, será cuestión de segundos que comiencen a funcionar. Así, la velocidad en la puesta en escena es la ventaja que salta a simple vista.
Siguiendo con la funcionalidad, acostumbran a ofrecer un control a distancia. Por ejemplo, si estamos utilizándolos en un ordenador, no necesitaremos subir o bajar el volumen desde el teclado o desde el altavoz. Muchos de ellos incluyen botones con los que ajustar el sonido a las necesidades.
Ocurre lo mismo con otros parámetros. Podremos realizar llamadas, cambiar de emisora o incluso controlar otros dispositivos con sólo la mano, en función de la utilidad que les estemos dando.
Calidad y movilidad
No menos importante es la calidad. A menudo, los cables y las clavijas tienden a desgastarse o incluso a romperse, por la rutina de conectar y desconectar. No ocurre con un auricular inalámbrico. Evitaremos los ruidos extraños y las pérdidas, que acaban llegando antes o después. ¿Cuántas veces se interrumpe el sonido con solo rozar el cable?
Unos auriculares gaming Logitech de SonidoGaming aseguran un sonido envolvente, más que buscado por los amantes de una buena aventura de rol y fantasía o de los juegos de disparos. Aunque acostumbra a ser el gran olvidado, es el responsable de introducirnos en la acción, olvidando el mundo exterior.
Los cables limitan mucho el espacio en el que conectar los cascos. Si son demasiado cortos, necesitaremos tirar de alargador, lo que supone otra nueva compra. De lo contrario, tendremos que jugar pegados a la pantalla, incluso aunque queramos disfrutar de una partida desde el sofá a la consola.
Al elegir unos con unos cables largos, podremos jugar con cierta distancia, aunque existe el riesgo de tropezar. No sólo generan el caos en la mesa. Volvemos a los enredos. A los fatídicos enredos.
Tal vez, queramos unos cascos gaming exclusivamente para jugar. Por suerte o por desgracia, cada día puede ser imprevisible. ¿Y si nos apetece sentarnos en la terraza a escuchar música? ¿Salir a pasear? Al optar por unos inalámbricos, podremos utilizarlos para múltiples tareas, sin limitaciones.
Incluso aunque bajo ningún concepto quisiésemos salir de casa con ellos, quizás hagamos una visita a la nevera. El cable obliga a interrumpir la experiencia, mientras que su ausencia permite seguir dentro del juego, ya sea con una conversación o con la propia banda sonora. Nada como refrescarse con la mejor bebida sin perderse esa maravillosa melodía medieval…
Resumiendo, encontramos cinco puntos que te harán decantarte por unos cascos gaming sin cables:
- Comodidad.
- Rapidez.
- Calidad.
- Prácticos controles.
- Uso a distancia, sin interrumpir la experiencia.