Con la presentación de Rengo Editorial, sello que tiene la misión de prestar apoyo a los autores principiantes, conocimos Imhre. Es ahora cuando se desvelan los detalles del proyecto, cuya campaña en Verkami está prevista para el mes de septiembre.

¿QUÉ SABEMOS DE IMHRE?

Imhre buscará financiación en esta plataforma para intentar convertirse en una realidad. Concretamente, lo hará El legado de Ofiuco, una primera entrega compuesta por tres aventuras completas. La idea es expandir el universo, con la aparición de conceptos que añadan complejidad, como la magia.

Se define como un juego familiar y cooperativo, que supone un acercamiento al rol a los más pequeños de la casa. Podrán unir sus fuerzas hasta 4 participantes, en un reto que comprende las cinco y las seis horas. Como confirman sus responsables, la idea es disfrutarlo en varias sesiones.

Creado por Valentín Elizondo e ilustrado por Íñigo Izal, se compondrá de un mazo de cartas, de fichas de personaje (con sus peanas) y de un dado de diez caras. No necesitaremos director, a diferencia de la gran mayoría de juegos de rol, por lo que podremos disfrutarlo tras sacarlo de la caja.

Con la toma de decisiones siempre presente, nos trasladaremos hasta un mundo de fantasía en busca de una legendaria armadura. El primer paso será completar nuestra hoja de personaje, preparándonos para la aventura. Repartiremos los valores entre las habilidades de fuerza, resistencia y agilidad. Se utilizarán para superar pruebas.

También escogeremos un elemento para dominar, que también determinará nuestro destino. Descubriremos la primera carta para leer el texto de ambientación. Se volteará para descubrir las acciones que pueden realizarse. Marcará el acceso a otras cartas, aunque no siempre de forma evidente. Así, se hará necesario tirar de observación para localizar elementos ocultos.

El peón representará el desplazamiento. Escogeremos un camino, revelando la carta marcada. Será la forma de construir un escenario donde algunas cartas se quedarán, unas cuantas se retirarán y otras sustituirán a las presentes.

Un carta dará acceso a otras, guiándonos por los números, aunque también podrá contener pruebas de habilidad. Su autor promete un buen puñado para El legado de Ofiuco, que requerirán de nuestras habilidades y del elemento.

Las pruebas exigirán del lanzamiento del dado. El resultado se sumará al valor de la habilidad correspondiente y del elemento. El fracaso supondrá una herida para el personaje. También recibirán heridas en los combates, en los que se hace preciso superar la defensa del enemigo. Necesitaremos la tirada, la habilidad pertinente y una posible bonificación para hacernos con la recompensa.

Otras cartas nos proporcionarán objetos, que pasarán a formar parte de un inventario sin límite de capacidad. Se jugarán llegado el momento. Las monedas también se encontrarán por el camino.

Al estar ante un juego indicado para niños, no existen eliminaciones ni muertes. Cuando un personaje pierda sus tres vidas, se quedará inconsciente. Perderá, únicamente, un par de turnos.

El resultado es una experiencia con una gran influencia en los clásicos, dominada por la exploración constante. Tomaremos un camino u otro, en base a nuestro progreso o preferencias. Se define, por tanto, como no lineal.