Metal Slug llegó antes que MediEvil. Lo tengo claro. ¿Pero y Kirby’s Dream Land? Algo me dice que esta encantadora bolita rosa es más vieja que los disparos pixelados. Tiro de recuerdos para confirmar. Todo importa. Desde las tardes en casa de un compañero del cole hasta las mágicas visitas a la juguetería de la esquina.
Kirby. Kirby. Kirby. ¿No tenía un juego en blanco y negro? Será éste. Me inclino por creer que es más antiguo que Metal Slug. Por tanto, más que MediEvil. Tu turno, Ratchet & Clank. Un momento, ¿cómo que el tiempo se agota? ¿Y así cómo bucearé entre mis recuerdos? Reseñamos ¡Ranking!: El juego top, novedad de Last Level Games.
UN POCO DE ORDEN EN LA CULTURA GENERAL
¡Ranking!: El juego top es una competición entre 2 y 6 jugadores, indicada desde los 13 años. Las partidas tienen una duración de 30 minutos. Publicado por Last Level Games en caja pequeña, ya es una realidad.
Estamos ante una creación de Javier Martínez y Lorena Gestido, con un diseño de la segunda, junto a Vicente de los Santos. No es el primer juego publicado por ambos autores, puesto que ya cuentan con Alien 51: El ascensor y con Fruits en el mercado.
En esta ocasión, toman prestada la esencia de los ‘party’ tradicionales. El resultado es un juego de cultura general, que nos propone ordenar diferentes términos. Pasan por el peso de los animales, la antigüedad de determinados videojuegos, juguetes, libros y series, la altura de los actores y el tamaño de los planetas.
¡RANKING!: UNA PARTIDA
Antes de empezar, elegimos un color para tomar las correspondientes cartas de orden. Las de ranking se dejan en el centro, con el enunciado hacia arriba. Uno de los jugadores leerá el primer reto, con sus cinco opciones.
De forma simultánea, todos intentarán ordenarlas siguiendo las condiciones marcadas. Es decir, del más antiguo al más reciente, del más grande al más pequeño o del más largo al más corto, entre otras posibilidades. Para ello, utilizarán sus cartas de opción (cada una hace referencia a una opción, tanto en símbolo como en color).
Las cartas de opción se colocarán en una pila en el área personal, bocabajo. La primera equivaldrá a la primera opción, y así sucesivamente. Cuando alguien haya terminado, avisa a los compañeros. Deberán colocar sus cartas antes de que pasen 20 segundos.
En el momento en el que todos tengan sus respuestas, se voltean las pilas y la carta con el reto para comprobar las soluciones. Cada jugador dejará bocarriba los aciertos y los fallos pasarán a estar bocabajo. Una opción será correcta cuando tenga la posición exacta.
Quien más aciertos tenga se queda la carta de ranking como recompensa, para el recuento. Con un empate entre dos o más jugadores, los empatados reciben una carta. Si alguien ha acertado las cinco opciones, se guarda dos cartas de ranking como premio por el pleno.
Recogemos las cartas de orden y leemos la siguiente carta de ranking para llevar a cabo la misma mecánica. El primero en conseguir diez cartas de ranking gana la partida. Si hay empate, los empatados jugarán una ronda más, y así hasta que uno se haga con la victoria.
¡RANKING!: CONCLUSIONES
Tiempo de gestación de la jirafa. Velocidad del berrendo. Fecha de nacimiento de Rosalía de Castro. Dientes del armadillo gigante. Puesto de Las Ketchup en Eurovisión. ¡Ranking! es un batiburrillo de curiosidades de las que, probablemente, no tengamos ni la más mínima idea.
¿Cómo podemos, por tanto, acercarnos a la victoria? La lógica, la intuición y los descartes se convierten en herramientas fundamentales para el éxito. Por descontado, tirar de memoria, asociando conceptos a recuerdos, también es una buena forma de avanzar.
Ordenar, ordenar y ordenar. Es el objetivo en cada reto. Es probable que no sepamos el año, la altura o la velocidad, pero no es impedimento para hallar la solución. O, al menos para aproximarse. Al fin y al cabo, no es necesario ser una enciclopedia de datos.
Es común no saber el año de creación de Fotolog, pero al ponerlo en común con el resto de opciones, tendremos una pista importante. Ahí está la clave de ¡Ranking!: la comparación. Así, sabremos que Fotolog llegó antes que Facebook y, tal vez, que Tuenti. Myspace acompañó muchas adolescencias, por lo que es probable que estuviese antes que YouTube.
Esta unión entre lógica, descartes y asociación nos hará decantarnos por un orden o por otro. Por suerte o por desgracia, deberemos actuar rápido. Una vez que un jugador acabe, sólo habrá 20 segundos para participar en la ronda. Esto puede utilizarse a favor o en contra.
Las mentes más rápidas jugarán con el riesgo y con la intuición, intentando reducir el tiempo de los rivales. Será consciente de que con prisas no podrán pensar con claridad. Llegarán los fallos promovidos por los nervios y por la presión. ¿O los cometerá él al intentar potenciar los errores ajenos?
Es común abstraerse de todo lo que nos rodea para intentar dar con la respuesta exacta. Como acabar el primero no dará más recompensas, siempre podemos ir a nuestro ritmo, dentro de los límites establecidos. Este sistema que acelera el fin de las rondas permite que las partidas resulten fluidas y dinámicas, sin molestas esperas.
Revelar las respuestas es emoción pura en ¡Ranking! Será la puerta a los lamentos. A la felicidad. El éxito dependerá de nuestra capacidad para razonar, pero también de los oponentes, de ahí que las competiciones resulten diferentes al cambiar de grupo.
Puedo tener tres aciertos y sentirme orgullosa, pero si el listo de la derecha tiene cuatro, mi gozo quedará en un pozo. Ocurre a la inversa. Un solo acierto puede ser recompensado si los demás no han dado en el clavo con ninguna opción.
La mejor parte de ¡Ranking! es su sistema de recompensas. Sus creadores son conscientes de la dificultad a la hora de ordenar, por lo que cada opción en su posición correcta servirá. No importa que la primera sea incorrecta. Tal vez, la segunda y la tercera estén bien. Es una forma de evitar frustraciones, con un fallo arruinando todo el ranking.
Introduciendo las mayorías, el que más aciertos tenga se lleva la carta de ranking como recompensa. Si somos unos genios, nos llevaremos dos. Ocurrirá de vez en cuando, pero ocurrirá. La intuición habrá servido de algo. Habrá estado unida a unos conocimientos que se conservan o, quizás, al azar. Sea como sea, la recompensa está ahí.
La solución a los empates está presente, tanto en cada ronda como al final de la partida. Veremos como un oponente está cerca de la victoria, lo que nos impulsará a ponernos las pilas. Los finales de partida pueden ser inesperados, gracias a esos plenos y a la dificultad de los retos.
Por tanto, ¡Ranking! generará partidas distintas, incluso dentro de un mismo grupo. Quienes hayan disfrutado de los juegos de cultura general tendrán una pregunta en mente. ¿Cómo queda la rejugabilidad?
Esta novedad consta de 80 cartas, equivalentes a 80 retos. Es recomendable apartar los que vayamos utilizando para que no aparezcan en una misma tarde. ¿Nos hemos quedado sin cartas? Si esto ocurre en la misma semana, es probable que recordemos algunas soluciones. Si dejamos pasar el tiempo, todo habrá quedado en el olvido.
Algunos datos curiosos se habrán instalado cómodamente en la memoria, pero no todos. Al menos, para los que no tengan una mente privilegiada. Por tanto, podremos darle una segunda vuelta a las tarjetas. Quizás una tercera antes de jugar con ventaja.
Con todo ello, estamos ante un juego de mesa de reglas muy sencillas, cuya única dificultad no reside en las mecánicas, sino en los propios retos. De ahí que esté indicado a partir de los 13 años. Los niños se familiarizarán sin problemas con la estructura de cada ronda, pero tal vez, parte de la información les suene a chino.
Podrán jugar, pero el factor suerte estará por encima de los conocimientos. Lo tendrán complicado con Lluvia de estrellas, David Civera, Johnny Bravo o Los Fruittis, por lo que el azar será su herramienta fundamental.
Los turnos simultáneos ayudan a que las partidas sean rápidas y fluidas, queriendo disfrutar otra más. Nadie podrá copiar a nadie, al jugar las cartas bocabajo, algo que también ayuda a que la experiencia sea divertida, sobre todo cuando estamos con personas no acostumbradas a los juegos de mesa.
De hecho, quienes nunca se hayan acercado a un juego moderno lo disfrutarán sin problemas. La esencia de los clásicos les atraerá. De hecho, ¡Ranking! es capaz de sustituir las tradiciones familiares por una nueva. El Trivial, Party & Co y Tabú se quedarán en el armario estas navidades, dejando paso a esta novedad. Algo que agradecerán quienes buscan cambios.
Si vamos a jugarlo de Navidad en Navidad, estaremos generando una nueva tradición. La rejugabilidad será infinita al recurrir a él en fechas señaladas, mientras creamos momentos de risas en los que todos pueden participar. Al igual que ocurre con Smart 10, de SD Games, el orden dicta sentencia.
Las ilustraciones no existen en ¡Ranking!, por lo que todo el protagonismo recae en los textos. No es sinónimo de un diseño descuidado, ni mucho menos. Los símbolos y los colores permiten que todo resulte muy intuitivo. De hecho, la simbología sirve, también, para que personas con problemas de daltonismo tengan las mismas oportunidades de llevarse la victoria.
COMPONENTES DE ¡RANKING!
- 80 Cartas de Ranking
- 30 Cartas de Opción
- Instrucciones (castellano)