Sherlock Aquelarre, inmersión pura a través de la razón

Sherlock Aquelarre

Muertes en extrañas circunstancias. ¿Se habrán detenido a los verdaderos responsables? Retrocedemos en el tiempo. Girona, 1407. Medina del Campo, 1420. Un poco más. Comarca del Bierzo, 1120. Los hechizos y los entes malignos parecen colarse entre los misteriosos sucesos. Así es Sherlock Aquelarre.

 

UNA NUEVA LÍNEA DENTRO DE LA COLECCIÓN

Sherlock Aquelarre ya es una realidad, de la mano de GDM Games. Consta de tres títulos independientes: La doncella, El mercader y El endemoniado. Conforman una nueva línea dentro de la famosa serie de juegos de deducción.

Los tres son obra de Josep Izquierdo y Martí Lucas, los padres de este fenómeno mundial que hace ya tiempo que traspasó fronteras. Ilustrados por Amelia Sales, pueden disfrutarse entre 1 y 8 jugadores, desde los 10 años. Tienen una duración de 60 minutos.

Bajo un nivel de dificultad medio, nos plantean diferentes dilemas, en torno a muertes y enfermedades. Nuestra tarea será resolver el misterio, decidiendo qué pruebas son válidas y cuáles descartamos. Cada uno sólo podrá resolverse una vez por grupo.

 

SHERLOCK AQUELARRE: UNA PARTIDA

Cada juego de Sherlock Aquelarre ofrece una temática diferente. Son totalmente independientes, por lo que podemos decantarnos por uno o por otro o jugarlos todos, en cualquier orden.

Sherlock Aquelarre

Sherlock: La doncella

1407. En Girona, Ferran Gumà pide justicia por Valeria, su hermana muerta. El cuerpo de la joven, sin vida, se ha encontrado en sus aposentos. ¿Qué habrá ocurrido?

Para indagar en el suceso, debemos saber que, por su oficio de mercader, Gumà pasa largas temporadas fuera de casa. Decidió dejar a Valeria a cargo de su socio y amigo Pere Carbonell y de su mujer, Elisenda. Le juró que la trataría como a su propia hermana, pero tras tres años de convivencia, algo ha ocurrido…

Sherlock: El mercader

En mayo de 1420, la rica población de Medina del Campo se ve sacudida por un suceso que enturbia la tranquilidad y la prosperidad. Don Ignacio Zambrano ha muerto. No parece tratarse de causas naturales, sino de un asesinato.

Por ahora, se ha detenido a Hugh de Pamiens, mercader que se encontraba en el luchar de los hechos. No se cansará de defender su inocencia. ¿Por qué querría él hacer algo así? ¿Será porque realmente no está detrás de la muerte?

Sherlock: El endemoniado

1120. Comarca del Bierzo (León). Un mensajero acude a la abadía de San Andrés de la Vega de Espinareda. Solicita ayuda al monje más sabio. Don Virgilio de Reyes, alcalde de Burbia, se encuentra gravemente enfermo.

Hay quienes opinan que ha sido hechizado o poseído por algún demonio. Al fin y al cabo, a un nombre como el suyo no le faltan los enemigos que quisieran el más trágico de los finales.

Sherlock Aquelarre

¿Cómo se juega a Sherlock Aquelarre?

Los tres títulos comparten reglas, no sólo entre ellos, sino con la serie Sherlock. Lo primero que debemos saber es que conviene no mirar más allá de lo necesario para no arruinar la experiencia. Iniciamos al audio o leemos la parte de ambientación.

Localizamos la carta inicial para dejarla en el centro. Barajamos todas las demás para repartir tres por persona (dos en un reto de 6 o más jugadores). Las restantes conforman el mazo.

Desde ese momento, cada vez que alguien reciba una carta leerá en voz alta las partes subrayadas o aquéllas que se encuentren en cuadros de texto. Durante su turno, cada jugador revelará o descartará información.

Con la primera opción, baja una carta, bocarriba. Le leerá en voz alta para dejarla en el centro. Por tanto, la información que contiene será publica para todos.

Sherlock Aquelarre

Con la segunda, descarta una carta, bocabajo. El mazo de descartes deberá contener, al menos, seis cartas al final de la partida. De lo contrario, habremos perdido.

El turno finaliza con el robo de una carta del mazo, mientras haya. Una vez que se hayan jugado o descartado todas, será momento de hablar de las pistas descartadas (sin revelarlas, sólo lo que recordemos). Elaboramos una teoría conjunta de lo sucedido.

A continuación, abrimos el cuestionario. Una vez completado, accedemos a la crónica de lo sucedido. Cada respuesta correcta otorga dos puntos. Por su parte, cada carta irrelevante revelada resta uno. Comparamos la puntuación final con la tabla para descubrir cómo ha salido el caso.

 

SHERLOCK AQUELARRE: CONCLUSIONES

La línea más inmersiva de todo Sherlock hasta la fecha. Así podría definirse Aquelarre. Desde el momento en el que el narrador nos hace partícipes de lo sucedido, el mundo dejar de girar. La tecnología desaparece. Retrocedemos siglos atrás, recurriendo únicamente a la lógica para dar con la solución.

La ambientación tiene un peso muy fuerte, hasta tal punto que no necesitaremos ser grandes amantes de la magia para disfrutar de estos tres juegos. De hecho, sin revelar demasiado, diremos que la razón gana peso sobre los elementos sobrenaturales.

Esto tiene una ventaja: cada acto de los personajes tiene su justificación. No dejan nada en el aire, por lo que las suposiciones deberán estar bien fundamentadas. No sirven las intuiciones. O, al menos, no en su totalidad.

La doncella

Los tres retos permiten pasear por cálidas habitaciones, por posadas y entre los puestos de un mercado. Nos cargan de pruebas relacionadas con las medicinas. De testimonios. Ponemos cara a sus personajes. Alba Aragón vuelve a hacer un trabajo excepcional con sus ilustraciones.

Los textos son fundamentales, por lo que tienen todo el protagonismo en la mayor parte de las cartas. En otras, necesitaremos tirar de observación, puesto que un pequeño detalle de una imagen será fundamental en el caso. Los personajes no suman cartas de relleno para ayudar a la imaginación, sino que son pruebas como tales.

La estética resulta acorde con la época en la que se ambienta cada título. Desde la tipografía hasta los escenarios o los vestidos contribuyen a ese aislamiento de la realidad actual, viajando durante una hora.

El cuidado trabajo continúa siendo una de las señas de identidad. Quienes ya estén familiarizados con la colección no necesitarán volver a leer reglas, puesto que no hay cambios. Los novatos las leerán en menos de cinco minutos, siendo Aquelarre una línea perfecta con la que iniciarse.

Sus turnos tan sencillos (jugar o descartar) permiten concentrar todos los esfuerzos en resolver el caso. Sin prisas ni presiones de tiempo. La cooperación continúa brillando. Es fundamental escuchar a los demás tras el robo de cada carta. De hecho, sus partes subrayadas pueden marcarnos el camino a la hora de ejecutar nuestro turno.

juegos deducción

Al terminar, tendremos que poner en funcionamiento la memoria. ¿Qué decía esa carta? ¿Realmente era importante? Tal vez, la información que contenía no fuera relevante para el caso por sí misma, pero sí unida a otra. Así, es conveniente ofrecer el mayor número de detalles. El grupo ya valorará si realmente servían o no.

La actitud de los animales, el tinte negro o la planta que induce al amor pueden ser importantes o no, en base a la teoría que estemos construyendo. La riqueza, la envidia, la atracción y los celos también, ya sea como parte de un malentendido o como algo mucho peor.

Sherlock continúa siendo un juego que funciona en conjunto. Podremos tener una teoría sólida, que se desmonta en unos segundos. Estar completamente perdidos para, después, verlo todo claro. Por tanto, hay que trabajar en equipo hasta el último minuto, sin dar nada por sentado.

Tengamos teoría buena o no, llegará el momento de responder el cuestionario. Es cerrado, por lo que cada pregunta tendrá sus posibles opciones. Recomendamos anotarlas en un papel para poder prestarlo a otros grupos. No estará de más una segunda vuelta al cuestionario, ya que podremos haber cambiado de parecer.

Leer la crónica de lo sucedido es magia pura. Entre alegrías y rabietas, sabremos si hemos estado en lo cierto o si, por el contrario, ni el mismo Sherlock se fijaría en nosotros.

El mercader

La doncella, El mercader y El endemoniado presentan un nivel de dificultad medio. No necesitaremos ser grandes expertos en la deducción para obtener una buena nota. De hecho, incluso grupos principiantes pueden llegar a una solución acertada sin grandes esfuerzos.

Que los finales no sean rebuscados no significa que haya que huir de los quebraderos de cabeza. De los debates. De los grandes debates.

Con unos componentes que no se destruyen y un formato de bolsillo, optimizaremos al máximo cada juego prestándolo a otros grupos. Será divertido ser el anfitrión, guiándoles por la trama, o simplemente de hacer una comparación de puntuaciones. Es interesante descubrir la razón por la que han llegado a determinadas conclusiones.

Siguen disfrutándose en grupo, pero si no tenemos a alguien (o queremos que toda la responsabilidad recaiga sobre nuestra persona), siempre podemos jugarlos en solitario. Así, no habrá reproches que valgan hacia quien haya descartado la carta equivocada…

Como ya es habitual, comenzaremos con una mano de seis cartas. Descartaremos en una pila provisional o definitiva. Si el segundo tiene al menos seis cartas, crearemos una nueva pila con el provisional. Será la forma de garantizar que toda la información pasa por nuestra mano.

Sherlock Aquelarre

Sherlock Aquelarre demuestra como estas barajas de deducción continúan siendo las grandes aliadas de GDM Games. Responsables de grandes alegrías, tanto para la propia editorial como para los jugadores, se encuentran en plena forma. Más vivas que nunca, con casos que siguen sin ser repetitivos, por muchos que haya.

Es de esperar que la editorial siga recurriendo a ellos por una larga temporada, ya sea ampliando líneas o creando nuevas. El sistema funciona y siempre hay historias que contar. La unión entre misterio y deducción ayuda, puesto que es una de las predilectas de la editorial.

Sin ir más lejos, estrenará en unos meses la saga de producción propia JUSTICE, de la que ya se conocen los primeros detalles. ¿Seguirá la estela de Sherlock? ¿Conseguirá una comunidad tan fiel? El listón está alto, pero si se sigue apostando por innovación y originalidad no habrá de qué preocuparse.