Crack It: cazador y víctima en el juego de las combinaciones

juego de mesa caja fuerte

Está mal que yo lo diga, pero mi trayectoria es envidiable. ¿O debería decir era? Comencé muy joven en esto. Muchos de mis compañeros aprendieron la profesión en casa. Sus padres ya eran ladrones. Sus abuelos. Tal vez, sus bisabuelos.

Yo no, pero el hecho de que mis progenitores fuesen banqueros supongo que ayudó. Mi infancia fue más o menos tranquila, pero ya pude empezar a sentir las injusticias. Una sociedad egoísta acabó estallando, como era de esperar. Puedes llamarlo crimen. Pueden llamarlo heroísmo. El caso es que yo no me iba a quedar quieta. Reseñamos Crack It.

 

UNA CAMPAÑA EN VERKAMI

Crack It acaba de iniciar una campaña de búsqueda de financiación en Verkami, de la mano de FRH Factory. Se presenta como un juego de cartas familiar, de 2 a 5 participantes. Indicado desde los 8 años, las competiciones tienen una duración comprendida entre los 10 y los 30 minutos.

Su precio durante la campaña es de 15 euros (13 para los más rápidos), en una recompensa que incluye el juego en formato físico y digital, los extras desbloqueados y los gastos de envío a España. Podemos hacernos únicamente con el Print and Play o seleccionar los gastos para Latinoamérica.

Crack It

La versión física está prevista para octubre, mientras que los mecenas recibirían la digital en junio para ir abriendo el apetito. Ocurrirá siempre y cuando alcance su meta, marcada en 4.500 euros. Por ahora, ya ha superado el ecuador.

Creado por Aaron Campos e Ignasi Lausín, nos traslada hasta Ciudad de Ladrones. Sólo el más rápido se llevará un jugoso botín, combinando el papel de cazador con el de víctima. Así, tendremos que abrir las cajas fuertes de los oponentes y evitar que éstos hagan lo propio con la nuestra.

 

CRACK IT: UNA PARTIDA

El primer paso es separar las cartas por tipos. Cada jugador recibe tres de combinación, que colocará en su zona, bocabajo, en el orden que quiera. Podrá consultarlas en cualquier momento.

También, cinco de recurso, para la mano. El más rápido en decir ‘¡Click!’ empieza la partida. Durante su turno, escoge entre utilizar una o más cartas de la mano o descartar cualquier número.

La primera opción permite acotar una vez por turno un número de una combinación ajena. Consiste en jugar una carta de dial contra un rival para intentar descifrar el primer número no descubierto de su caja. El destinatario del ataque la situará encima de su número, si la cifra de la carta jugada es mayor, o debajo, si es menor.

Crack It

En caso de que el número de esa carta de dial coincida con el de su combinación, lo anunciará con un ‘¡Click!’. Ocurre lo mismo al haber acotado un número de tal forma que sólo exista un posible solución. Voltea la carta y descarta todas las de dial que tuviera encima o debajo.

Al hacer un ‘¡Click!’, el jugador en turno podrá acotar de nuevo, si lo desea y tiene carta para ello. Esta acción excepcional se lleva a cabo en el siguiente número de ese mismo contrincante, si aún tiene.

Al contrario de lo que ocurre con las acotaciones, no hay límite para las acciones. Podemos jugar todas las que queramos, descartándolas tras su uso. Sirven para obtener cartas de dial, y jugarlas en el mismo turno, para reiniciar el primer número descubierto, empezando por la derecha (y sustituirlo por una carta de combinación bocabajo), para enviar bloqueos y que no puedan reiniciarse o para descubrir números automáticamente.

Las prohibiciones se juegan fuera de turno para bloquear acciones u otras prohibiciones. El turno termina robando cartas de recurso hasta volver a tener cinco en la mano.

Crack It

Fin de la partida

En el modo Rey de los Ladrones, cada vez que un jugador tenga su combinación descubierta queda eliminado. El último en seguir en pie es el ganador. Está indicado de 2 a 4 participantes.

Ya en Rey de las Cajas Fuertes, de 3 a 5 jugadores, hacemos uso de las fichas. Comenzamos con tres de mala fama. A lo largo de dos rondas, ganaremos y perderemos fichas.

Dar con el número de una combinación implica devolver una ficha de mala fama al centro; con un bloqueo, tomamos una. Al abrir la caja de un rival, nos llevamos una de prestigio. Cuando nos abran la caja, recibimos una de mala fama. Podremos seguir jugando, pero sin utilizar cartas de reinicio. El último en pie descartará una ficha de mala fama. Quien tenga más puntos de prestigio se lleva la victoria.

 

CRACK IT: CONCLUSIONES

Hacer historia. No sonaba mal en mi cabeza. Como decía, lo mío ha sido más por convicción que por otra cosa, pero no negaré que necesito el dinero. Para bienes de primera necesidad. Ya sabes: la figura enorme de Charmander, el peluche de Mickey Mouse de coleccionista (el de las orejas de cómic, no el dorado-choni) y la Steam Deck.

En Ciudad de Ladrones somos todos cazadores. No te asustes vegano, sólo de dinero. No nos detenemos abriendo cajas. Quizás, al principio actuábamos con algo de recelo. ¿Cómo vamos a robarle a la vecina que nos cuidó durante tantos años? ¿Al amor de nuestra vida? Ya no ocurre.

Si yo no robo, tú me robas. Si siento pena por mi vecina, será ella la que me robe. Si me apiado de mi chica, ella aprovechará mi debilidad para saquearme. Es la fórmula. O te adaptas a ella o tu futuro será mucho peor de lo que imaginas. Y en ello estaba, pisando. Esquivando pisotones. Pisando aún más fuerte.

«Si trabajas duro, conseguirás todo lo que te propongas». De eso nada. Nadie ha seguido las pistas mejor que yo. Nadie ha ejecutado auténticos planes maestros y aquí me ves, reducida a cenizas. Saqueada. Me vieron como la rival más fuerte y decidieron ir a por mi, en perfecta sintonía. ¿Renaceré cual Fawkes? No tengo la respuesta, pero sí las ganas.

Crack It

Crack It es justo lo que promete: un juego de cartas familiar, de reglas muy rápidas y sencillas. De los que enganchan hasta límites insospechados. Leer el manual nos lleva cinco minutos. Ponerlo en práctica, mucho menos. No supondrá un esfuerzo explicar las mecánicas ni a novatos ni a despistados. La propia lógica les guiará.

La base es sencilla: acotamos una vez y jugamos todas las acciones que queramos. Con ellas, ganamos ventaja y retrasamos a los oponentes. Al fin y al cabo, estamos ante una carrera a medio camino entre la puntería, la deducción y la gestión. Si no nos gustan las cartas, descartamos. Y así hasta el infinito.

Una buena mano nos acerca al éxito. La disposición aleatoria de los mazos garantiza partidas muy distintas unas de otras, pero también desafíos de dificultad variable. Empezaremos con la mejor mano, allanando el camino, o tal vez, con la peor, obligando a reinventarse sobre la marcha.

Lo que está claro es que el tiempo es la herramienta más valiosa y Crack It nos enseña a aprovecharlo a nuestro favor. Esto no implica bajar una carta por turno por el mero hecho de jugarla, sino actuar con cabeza. Si tenemos que «perder» dos turnos en tener una mano decente, no hay problema en ello.

Ahora bien, ¿qué es una mano decente? De forma resumida, es aquélla que nos permite realizar una acotación lógica y lanzar unas cuantas acciones. Contra el que vaya ganando. O contra el que peor nos caiga.

Estamos ante uno de esos títulos en los que es muy común ir a por el que va en cabeza. Es un sistema que se equilibra por sí mismo, aunque en este caso tiene un riesgo. Un turno, jugado bien, es suficiente para dar con la combinación completa de un jugador. El factor azar está ahí, con los ‘¡clicks!’ por pura suerte, pero también la deducción.

Crack It

Si tenemos un amplio abanico de diales (en la medida de lo posible), tendremos ventaja al acotar. De ahí que sea tan importante quitar lo que no vayamos a utilizar en un futuro no muy lejano. Sin miedo al descarte. Si la acompañamos de unas cuantas acciones, mucho mejor. Se traducirán en más acotaciones o en aperturas directas.

Tal vez, nos centremos en fastidiar al listo y el discreto se lleve la victoria en un solo turno. Todo se pone patas arriba en segundos, por lo que no hay nada asegurado. Conviene no quitar el ojo de encima a nadie. Absolutamente a nadie. Recordemos que una buena mano hace milagros.

Las venganzas son una realidad, pero es preferible no dejarse guiar por ellas. Es el trabajo más complicado. Una tarea difícil, pero posible. Sienta muy bien lanzar bloqueos al que nos ha robado esa útil dial. Ejecutar cracks al que nos ha prohibido los anteriores. Sin embargo, si nos centramos en ello (y además se anulan con las prohibiciones) otro podría recorrer todo el camino en solitario.

El equilibrio es esencial en esta reinvención del gato y del ratón. Atacaremos, y a lo bestia, aprovechando que la interacción entre jugadores es inmensa. Nos defenderemos, con los amados reinicios y con las prohibiciones. Nunca está de más guardarse alguna para cuando las cosas se ponen feas…

En su modalidad Rey de los Ladrones, hay eliminación de jugadores total. Es algo por lo que muchos no están dispuestos a pasar. Una medida fatídica que, por suerte, no lo es tanto en Crack It. ¿El motivo? Es raro estar más de tres minutos de brazos cruzados. Las partidas son inmensamente rápidas y dinámicas.

Si a pesar de esto seguimos siendo alérgicos a esta medida, tenemos modalidad para evitarla. En Rey de las Cajas Fuertes, podremos seguir jugando. Utilizaremos fichas. Que si vienen. Que si van. Es la mejor opción para grupos grandes, pero entre los más reducidos, Rey de los Ladrones cubre todas las necesidades.

juego de mesa caja fuerte

Con todo ello, Crack It es sencillez pura. Emoción máxima. Disfrute del mal ajeno. Orgullo de vencedor. Resulta imposible echar sólo dos partidas y tiene grandes posibilidades de salir a mesa entre habituales y en reuniones informales. No hay ejercicio de memoria. Todos los datos están en mesa. Estaremos perdiendo beneficios (sobre todo en partidas con niños), pero todavía nos quedarán la atención, la planificación y la lógica.

Sus turnos rápidos garantizan partidas repletas de diversión. Si vamos a jugarlo a dos, debemos saber que estaremos ante un duelo de los buenos. Nos perderemos el maravilloso efecto del crack maestro, capaz de descubrir un número de cada uno de los rivales (con prohibiciones independientes), pero todo lo demás se mantiene.

Sólo tenemos un oponente, por lo que todos los ataques van contra él. Por descontado, somos la víctima de los suyos. En estas partidas sí que es imprescindible aprovisionarse de prohibiciones.

La ventaja que tienen, para paliar esa pérdida del crack maestro, es que evitan frustraciones. He aquí la explicación. En partidas con tres o más jugadores, no sienta especialmente bien trabajar acotando un número. Esforzarse en acotar a dos únicas posibilidades para que el imbécil de la derecha se lleve todo el mérito (y devuelva fichita mala en Rey de las Cajas Fuertes).

En competiciones a dos, el esfuerzo da sus frutos. No hay nadie que se aproveche de nuestros avances, por lo que la experiencia se torna algo más estratégica. Por descontado, se mantiene la rejugabilidad infinita, gracias a la disposición aleatoria de la que hablábamos.

juego de mesa caja fuerte

Crack It no es el único juego en el que dar con las combinaciones correctas (Break the Code, sin ir más lejos), pero sí el más accesible. El más ‘party’. No requiere de grandes genios, pero sí de muy mala leche. Y eso es algo que atraerá a quienes jamás se hayan acercado a un juego de mesa.

Al recibir la combinación, un ‘1’, ‘2’, ‘3’ no va a ayudar mucho. Un ‘2’, ‘3’, ‘1’ puede ser una mejor defensa. ¿O tal vez no? Jugar con lo evidente y con el despiste es posible, desde lo básico. Los quebraderos de cabeza quedan reducidos a pequeñas decisiones para que todo el esfuerzo se concentre en la maldad. En la bendita maldad.

El que fuera uno de los seleccionados en el VIII Concurso de Protojuegos Verkami DAU Barcelona, bajo el título de Click 3, es el resultado de una evolución a base de testeos. Aunque estamos ante un proto, con un diseño que puede cambiar, por ahora no podía ser más funcional.

No encontramos grandes ilustraciones, sino un diseño minimalista con blancos, rojos y grises. Con números grandotes, que nuestros mayores agradecerán, y con una simbología muy intuitiva que permite dejar a un lado el manual. La estética es la gran responsable de que las partidas resulten tan dinámicas, demostrando como menos sigue siendo más.

 

COMPONENTES DE CRACK IT

  • 64 Cartas de Recurso
  • 30 Cartas de Combinación
  • 15 Fichas de Mala Fama
  • 12 Fichas de Prestigio
  • Instrucciones (castellano)

 

Las fotografías tomadas para esta reseña corresponden al prototipo, por lo que no reflejan un diseño final.