Como estaba previsto, Tambores de Guerra (Drums of War) ya está inmerso en una campaña de búsqueda de financiación en Kickstarter. El que es el nuevo proyecto de Eclipse Editorial no ha necesitado demasiado para alcanzar su meta inicial. Concretamente, dos horas.
TAMBORES DE GUERRA EN KICKSTARTER
Tambores de Guerra será una realidad en septiembre de este año. Su precio durante la campaña es de 19 euros. Los mecenas que apoyen el proyecto en las primeras 48 horas se llevarán una moneda metalizada con los emblemas de cada facción.
La recompensa incluye los extras desbloqueados y los gastos de envío a España. Incrementando esta cantidad, podemos sumar fundas, un tapete y 30 marcadores de madera. Se publicará en castellano e inglés.
Como supimos en su presentación, estamos ante un juego de mesa para 1 y 2 jugadores, de 30 minutos de duración. Indicado desde los 10 años, tiene en las batallas épicas a sus grandes aliadas. Es obra de Proyecto Enigma, con ilustraciones de Lara Barón.
El primer paso será escoger bando: humanos u orcos. Los primeros han sido creados como arma para enfrentar a los enemigos de los dioses; los segundos, privados de libertad una vez, no están dispuestos a subyugarse de nuevo.
El objetivo es derrotar al bando rival. Los enfrentamientos se definen como tácticos y dinámicos. Parten de ejércitos asimétricos, con varios héroes por facción, y de unas cartas en representación de las unidades en el campo de batalla, del equipo y de las tácticas.
Pagaremos el coste de desplegar unidades mediante las cartas de la mano, por lo que «nuestro mazo será nuestro recurso», en palabras de la editorial. Un turno consta de tres fases.
Empieza con la fase de despliegue, donde desplegar una carta de unidad, equipo o táctica, previo pago del coste, o pasar. Los jugadores se alternan para realizar una de estas acciones.
En la fase de combate, cada participante selecciona los objetivos enemigos para combatir. La batalla se resuelve en el campo de batalla, dejando tras de sí heridas como consecuencia de los impactos. Ya en la fase de reposición, reponen la mano hasta volver a tener cinco cartas.
Ganará el que consiga acabar con el rival, causándole tantas heridas como equivalgan a su salud. Si el mazo de juego de cualquiera se vacía antes de que esto ocurra, ese jugador pierde.
La experiencia toma la forma de escaramuzas de media hora o de campañas que encadenan varias partidas. Se compone de 76 cartas, de 21 marcadores y de un tablero. El manual provisional está disponible para su consulta y descarga.