Si eres un amante de los juegos de mesa, te habrás dado cuenta de la enorme importancia que han alcanzado las miniaturas. Hace un años, podíamos distinguir los conceptos «juegos de mesa» de «juegos de miniaturas». Las barreras han caído. Se han difuminado por completo.

Un título que antes se conformaba con simples fichas planas, ahora presume de las más detalladas y realistas miniaturas. Quienes se sorprendían de ver a otros pintando sus figuras, a golpe de pulso, hoy son los que decoran las suyas. No es una tarea que requiera de grandes dotes artísticas. De hecho, es más fácil de lo que puede parecer a simple vista.

 

LA INICIACIÓN EN LA PINTURA DE MINIATURAS

Por lo general, las miniaturas en los juegos de mesa se entregan sin pintar. Has sido mecenas de la campaña más popular del año. Tu juego está aquí. Abres la caja y lo primero que buscas son las figuritas. Preciosas, pero su tono grisáceo no es de tu agrado.

En esta vida existen dos tipos de personas: los que dejan sus miniaturas tal cual están y los que las pintan. Cada vez es más frecuente que los jugadores se unan al segundo grupo. Quienes todavía se encuentran en el primero suele ser porque el miedo gana la batalla. ¿Qué pasa si las destrozo al pintarlas? ¿Me llevará mucho tiempo?

No estás solo. Esta guía te animará a llenar de color tu mesa de juego. Te hará ver como, incluso aunque Plástica no fuese tu asignatura favorita, estás capacitado para pintar (y muy bien) tus miniaturas. No precisarás de conocimientos técnicos, pero sí de ganas y de ilusión. Empezamos.

¿Qué necesitas para pintar juegos de mesa?

Para comenzar a pintar tus juegos de mesa necesitas, por descontado, la miniatura. La primera no va a ser un fracaso, pero tampoco será la mejor de tu vida. Por tanto, te recomendamos que no empieces por tu favorita. Estamos ante una práctica en la que se mejora a base de experiencia, por lo que es preferible que la guardes para más adelante. ¡No seas ansioso!

Tendrás que disponer de herramientas. Concretamente, de pintura, de pinceles y de una base en la que dejar secar tu obra y evitar, ya de paso, que todo se ponga perdido. Si puedes, ponte tu música relajante favorita.

Lo primero que debes saber es que no todas las pinturas son válidas a la hora de decorar tus figuras. Al igual que no utilizarías la misma pintura para tu coche que para la pared del salón, tampoco vas a usar la misma para tus juegos que para otras manualidades.

Lo ideal es que utilices alguna pintura de modelismo especializada. Con el tiempo, te decantarás por una. Se convertirá en tu favorita, ya sea por el acabado o por la experiencia en sí. En un principio, es común que te dejes guiar por la variedad de colores de su catálogo. Y no es, para nada, un mal plan.

Un paseo por las pinturas

La pintura modelismo es básica para dar vida a miniaturas y a escenarios. Existe una amplia variedad. Probablemente, no tarden en despertar tu curiosidad, pero vamos a centrarnos en la acrílica, la más popular de todas.

Su composición es pigmento suspendido en una solución de polímero acrílico a base de agua. Dicho de otra forma, una solución que permite un trabajo sencillo, de secado rápido y que puede diluirse en agua. Te encontrarás con botes acrílicos de todos los colores y acabados posibles, incluyendo el mate, el metalizado y el brillo.

El resultado se asemeja mucho al óleo y a la acuarela. Como ya hemos visto, pueden mezclarse con agua, pero una vez que se sequen, la repelerán por completo. Antes de empezar, tendrás que agitar bien el bote para asegurarte de que todo quede bien mezclado.

El secado rápido no sólo es una ventaja a la hora de incorporar tus miniaturas al campo de batalla cuanto antes, sino a la hora de querer agregarles más detalles. Por lo general, querremos que la figura tenga varios colores, por lo que esta propiedad te evitará tener que realizar grandes esperas entre un color y otro.

El final del trabajo no es menos importante. Las pinturas acrílicas se limpian con agua y jabón, por lo que las herramientas utilizadas te quedarán como nuevas en cuestión de minutos. Podrás utilizarlas tanto con pincel como con aerógrafo. Son más económicas que otros tipos y no resultan tóxicas.

Cada miniatura con su pintura

Aunque eres libre de elegir la pintura que prefieras para tus miniaturas, te interesará conocer los usos para las que han sido creadas. Las artísticas son la base para las maquetas militares, con sus acabados en mate. Es recomendable que cuentes con un estuche de básicos. Dentro de ellas distinguimos las militares, con colores apagados que imiten la naturaleza, y las de fantasía, con sus tonos llamativos y exagerados.

Las pinturas camaleónicas son aquéllas que cambian de color en base al ángulo y a la intensidad de la luz. Están recomendadas para vehículos y objetos con superficies redondeadas. Las llamadas tintas Dipping Inks, por su parte, sombrean las figuras. Éstas te resultarán útiles para marcar sombras, crear volúmenes y resaltar ciertos detalles.

En las cromadas, encontramos las que tienen un efecto espejo. Generan aspectos metálicos y futuristas. Los geles con efectos agua hacen las delicias de escenarios. Pintar tus juegos de mesa se convertirá en un mar de ideas que querrás llevar a cabo.

Las otras herramientas para pintar juegos de mesa

Las pinturas acrílicas son compatibles tanto con pincel como con aerógrafo. El primero ya sabes lo que es. El segundo, si no te suena, es una herramienta que acostumbra a tener forma de pistola. Pinta mediante la proyección de pintura o con una botella de aire comprimido.

¿Ventajas respecto al pincel? Ahorran tiempo a la hora de colorear zonas grandes y no dejan huellas ni marcas de pincel. Para que te hagas una idea, el acabado es similar al de un spray.

Quizás, tengas que sumar pegamento. Muchas figuras ya vienen montadas, pero otras se presentan por partes que deberás ensamblar. Es recomendable que tengas una buena base. Las más sofisticadas te permitirán girar la figura sin tener que tocarla. Recurras a una o a tu misma mano, vigila las caídas. Son causantes de más de un disgusto.

Una vez que te aficiones a esto (que engancha, y mucho), querrás pintarlo todo. Es probable que, por tanto, quieras sumar al juego escenografía que se adapte a la temática. Encontrarás todo tipo de elementos que imitan la vegetación, así como edificios y caminos. El único límite será tu imaginación y el dinero que quieras invertir en el proceso.

Pintar juegos de mesa es una experiencia tan divertida como el propio juego. La disfrutarás de principio a fin. Además, podrás presumir de obra ante tus amigos. El proceso de secado es lo que más pereza causa, pero habrá merecido la pena. La inmersión crecerá en tus partidas, con una amplia facilidad para olvidarnos de la vida real por unas horas.