¿Cuál es la fórmula perfecta? Nunca me lo había planteado.
Hasta hace poco, trabajábamos para una importante agencia, junto a nuestros dos increíbles compañeros. Hemos vivido tantas aventuras en tantos momentos y lugares increíbles… Pero en nuestra última misión todo se torció.
Nuestros compañeros tuvieron que infringir varios artículos del reglamento para salvarnos a Sol y a mí de una tribu maya a la que no fui capaz de burlar en esta ocasión. Lo hicieron de la mejor manera, sin cambios significativos, pero dio igual.
A la vuelta al cuartel de la agencia, nos esperaba nuestro superior al cargo. Nos recibió con un tono suave, casi diría que parecía apenado, según mis sensores. Nos indicó que, aunque sabía que éramos de los mejores agentes que jamás habían tenido, tras lo ocurrido en la última misión decidieron que nos convendría un cambio de aires. Ahora somos científicos en busca de algo llamado la “fórmula perfecta”. ¿Y sabes qué? ¡Me encanta!
Lo cierto es que al principio estábamos algo desanimados con el cambio. Pero nos hemos dado cuenta de que el trabajo que tenemos que hacer aquí es tan importante como el que realizábamos previamente. Y lo más importante: seguiremos juntos. Por cierto, ¡qué despiste el mío! Soy Zumm, ¿me recordáis?
Un nuevo comienzo
Siempre me encantará viajar, eso nunca cambiará. Sin embargo, estoy descubriendo dentro de mí un gran interés por la química y su incidencia en todo lo que nos rodea. Además, cuando Sol se enteró, brilló en un tono verde aprobación. Y en realidad lo de no viajar continuamente no está tan mal.
Nuestro medio está formado por miles de millones de átomos de una gran variedad de elementos. Estos átomos, al exponerse a otros de un distinto elemento, reaccionan generando algo nuevo y totalmente diferente. Yo estoy compuesto de átomos. Y, por supuesto, tú también.
En el fondo, es algo parecido a lo que nos pasa a los seres sintientes cuando conocemos a otros iguales. Algunos generarán unos cambios como hacernos más duros y resistentes. Otros, quizá, hagan que explotemos una y otra vez. No siempre somos compatibles.
Nuestros seres queridos nos reconfortarán y harán pensar, haciendo de nosotros alguien más flexible. Adaptándonos a las situaciones, como si de una mágica unión de dos átomos de Hidrógeno y uno de Oxígeno se tratase. Abriéndonos camino ante la adversidad. Dándole forma a nuestro propio camino. Por no hablar de lo que nos llenan de vida.
Hasta que no comenzamos, no nos paramos a pensar en lo fascinante que siempre había sido. En la gran importancia que podría tener llegar a ese gran acierto mientras cumplimos con nuestra penitencia.
La química es toda una heroína y es tan humilde que no lleva capa. El vaho de tu ventana, el humo de la tetera o, incluso, una sonrisa recién salida del corazón. Es ella, sigilosa como Papá Noel descendiendo por la chimenea. Ahí está para hacer que todo sea posible.
Por cierto, tuve la suerte de coincidir con él en un par de misiones. ¡Es un gran tipo! Tiene otra cosa en común con nuestra heroína. Ambos trabajan duro esa noche para hacer sonreír a miles de corazones. ¡Como alguien hable mal de él tendrá que vérselas conmigo! «¡Zumm, Zumm!” ¡Perdón!, tienes razón Sol. Quería decir que debemos pensarlo dos veces antes de hacerlo, porque su labor es pura magia.
Hasta el día de hoy, hemos descubierto decenas de locas y divertidas fórmulas, pero aún no hemos sido capaces de alcanzar la fórmula perfecta. ¿Nos echas una mano? Así es Fórmula perfecta.
¡A EXPERIMENTAR!
Fórmula perfecta es un juego de cartas didáctico de 2 a 4 participantes. La edad recomendada comienza a partir de los 7 años. Ofrece retos de, aproximadamente, 15 minutos de duración. El tiempo nunca será un problema y la diversión está garantizada.
Creado por Manu Sánchez e ilustrado por Pedro Verdún, ha llegado de la mano de Class Games y Falomir Juegos. Su versión definitiva vio la luz el 28 de agosto de 2020. Podremos hacernos con él por una cifra que ronda los 13 euros.
Podría definirse como dinámico, divertido y muy interesante, ideal para el aprendizaje basado en juegos (ABJ), con unas partidas que se suceden unas a otras. Se trata de un título que premiará la estrategia y la toma de decisiones. Aunque, qué son ellas sin una buena flexibilidad que nos permita decidir qué hacer cuando las cosas no van según lo hemos planeado…
Los más pequeños no querrán dejar de aprender mientras juegan. Los más mayores intentaremos desentrañar los misterios que se esconden tras la fórmula perfecta. Eso sí, todos disfrutaremos en el proceso.
ASÍ ES UNA PARTIDA A FÓRMULA PERFECTA
Antes de comenzar a experimentar con nuestra probeta, se deben formar dos mazos de cartas. El color del dorso nos servirá de guía para crear una pila de frascos de colores (dorso gris), y otra de números (dorso verde).
Deben situarse en el centro de la mesa, a la vista de todos nuestros químicos. Junto a ellos, deberemos colocar los marcadores de puntuación. Para concluir la preparación, sólo faltaría barajar ambos mazos y decidir quién será el primero.
El objetivo es conseguir el mayor número de puntos al finalizar la partida. Los obtendremos haciendo distintas combinaciones en nuestras probetas. La probeta es el conjunto de cartas que cada jugador tiene en su zona. Sólo se podrá crear una probeta por químico al mismo tiempo.
¿Cómo se juega a Fórmula perfecta?
Comienza el químico que conozca el mayor número de elementos químicos o, en su defecto, el de menor edad. Cada jugador inicia el turno robando una carta de uno de los dos mazos.
Si sólo quedara un mazo, es obligatorio robar de él hasta que ambos se agoten. Cuando finalice su turno, le tocará a la persona situada a su izquierda. Dependiendo del tipo de carta robada, actuaremos de la siguiente manera.
Si es una carta de líquido o elemento, se debe apilar de la manera correcta en nuestra probeta. Tras esto, convendrá que comprobemos si hemos conseguido la fórmula perfecta. En caso de que nos salga una carta especial, se ejecutará el efecto inmediatamente.
Siempre que se cree una fórmula perfecta, todas las cartas que tiene en juego dicho participante se descartan. Cuando se agotan ambos mazos de cartas, se barajan los descartes por separado para crear de nuevo los dos mazos de robo y continuar la partida.
¿Cómo debemos combinar los elementos?
Cada uno de nuestros prometedores químicos podrá crear una probeta utilizando un máximo de cuatro cartas. Los líquidos siempre se ordenarán según su densidad (número).
Se ordenará de mayor (5) a menor densidad (0), ocupando los menos densos (números menores) la parte superior de la probeta. Si un jugador tiene cuatro cartas en su probeta, puede descartar la nueva carta robada o intercambiarla con una carta de líquido que tenga en su zona de juego. Para poder intercambiarla, la carta robada debe tener el mismo numero o color que una de las de nuestra probeta. La carta cambiada se descarta.
Sistema de puntos, ¿cómo me hago con esos marcadores?
Si tenemos tres cartas consecutivas del mismo color, se consigue un marcador de un punto de ese color. Si no quedaran de ese color, se puede tomar un marcador de un punto de otro color.
Por otro lado, si colocamos tres cartas consecutivas del mismo número, se consigue un marcador de un punto de cualquier color. Si no quedara ninguno de un punto, no se puntuará.
Además, si en algún momento la suma de nuestras cartas (densidades) es 10, se obtendrá un marcador de dos puntos de cualquier color. Si no quedasen, recibimos uno de un punto de cualquier color.
¿Cuándo acaba la partida?
La partida finaliza cuando no queden marcadores de puntuación. En ese momento comenzaremos con el recuento de puntos, sumándonos los puntos extra conseguidos con las siguientes combinaciones:
- Por cada tres marcadores del mismo color, se obtiene un punto extra.
- Por cada trío de marcadores de distinto color también se obtendrá un punto extra.
Tras sumar los marcadores de puntuación y los puntos extra, obtendremos nuestra puntuación final. El jugador que tenga más puntos será reconocido como una verdadera eminencia en el campo de la química, ganando la partida.
Cartas especiales, ¿qué ventajas nos ofrecen?
Las cartas especiales, las cuales vienen representadas por el icono de un matraz, se descartarán una vez utilizadas. Podemos encontrar cinco diferentes.
- Disolvente: el jugador debe descartar una de las cartas que tiene en juego.
- Agua: se añade a la probeta usándose como comodín. Sirve como cualquier color o como densidades de valor 0, 1 y 2. Esta carta es la única que no se descarta hasta que se complete la fórmula.
- Goteo: todos los jugadores deben pasar la carta con menor densidad de su probeta (la que está más arriba) al jugador de la izquierda.
- Cambio de fórmula: se ha de cambiar la probeta (todas las cartas) por la de otro jugador.
- Imán: debe robar una carta de otro jugador e incorporarla a su probeta. Si ya tiene cuatro cartas en la probeta, puede intercambiarla con una de las que tenga en juego o descartarla.
FÓRMULA PERFECTA: CONCLUSIÓN
Los mayores aciertos de nuestra vida, en ocasiones, llegan por accidente. Sin embargo, la mayoría de las veces son fruto de prueba y error. A veces, incluso, nos plantamos frente a ellos pensando que son una derrota. Y es nuestro buen amigo, el tiempo, el encargado de abrirnos los ojos.
En ocasiones, puede consistir en superar situaciones complicadas, como si de una pequeña embarcación recién llegada a puerto, tras plantarle cara a la más fiera tormenta, se tratase. Por desgracia, no siempre sale tan bien, por experiencia propia. Soy todo un especialista en meter la pata, como en nuestra última misión con los mayas. En esos casos, lo más importante es darnos cuenta de nuestro error y, simplemente, aprender de él.
Otras veces, puede consistir en llevar a cabo uno de esos grandes cambios que a veces sentimos que necesitamos. Aunque no siempre es sencillo dar el paso. Los miedos, las inseguridades y otras tantas vendas en los ojos juegan en nuestra contra. Pero cuando nos armamos de valor, y lo conseguimos, se siente uno tan bien…
Sin duda, son momentos en los que una felicidad arrolladora golpea todo nuestro ser, embriagándonos con la sensación de haber avanzado en uno de nuestros objetivos. Dotándonos de una increíble fuerza y, en mi caso, hasta volviéndome resplandeciente.
¿Qué tú no te vuelves resplandeciente? Bueno, supongo que a fin de cuentas eso no es lo más habitual en tu especie. En la mía, la de los androides, existen muchos nuevos modelos que también son capaces de hacerlo. Pero en mi caso es gracias a Sol.
Ejemplo perfecto de aprendizaje basado en juegos
Su autor ya ha dejado claro que tenía mucho que aportar al público más joven, con obras como Agentes de tiempo. Manu Sánchez sabe de lo que habla. No sólo cuenta con numerosos títulos publicados, sino que es el maestro por excelencia en España. No es para menos, puesto que lleva años abanderando el uso del juego en el aula.
Con Fórmula perfecta, pasaremos horas aprendiendo de la manera más divertida. Es uno de esos juegos que harán disfrutar de una buena partida a pequeños y mayores por igual. Nos mete en la piel de un grupo de científicos con una importante misión: obtener la fórmula perfecta. Algo que podría cambiar para siempre el destino de todos, porque todos somos pura química.
Nuestro sistema educativo no es perfecto, ni muchos menos. Y uno de los problemas es, precisamente, que se centra demasiado en el aprendizaje teórico. En ocasiones, esto ocurre porque los centros educativos no cuentan con recursos necesarios para realizar esas actividades prácticas. Fórmula perfecta nació con el propósito de aportar una solución para paliar esta necesidad.
En esta ocasión, volvemos a hablar de uno de esos juegos con múltiples aplicaciones didácticas. Todo un ejemplo de lo que el aprendizaje basado en juegos nos puede ofrecer. Podría valer de introducción a la química desde la educación primaria. Para despertar el interés científico desde edades más tempranas, sirviendo como primera toma de contacto con la metodología científica y la experimentación que hay tras ella.
Aunque se centra principalmente en los líquidos y en sus propiedades, será la llave que abra la puerta tras las que se esconden las propiedades de la materia, sus estados y sus características, o los instrumentos de laboratorio, entre otros tantos temas de conversación.
En el apartado cognitivo también nos obsequia con grandes aportaciones. Favorecerá la atención y la memoria de trabajo. Para alzarse con la victoria será importante observar las características de cada una de las cartas en juego (atención selectiva). Necesitaremos tener presente nuestra puntuación y actuar en consecuencia (atención sostenida y memoria de trabajo).
Los jugadores entrenarán la toma de decisiones, la planificación y aprenderán a adaptar su estrategia. Deberán deducir de qué mazo resulta más conveniente robar en cada situación. Crearán un plan que gire en torno a las densidades (números) y a los líquidos (colores), sin olvidarnos de la mayor meta de todo químico: conseguir la fórmula perfecta.
Fórmula perfecta potencia la orientación espacial, con la colocación de cartas y su posterior ordenamiento. La motricidad fina, con el simple hecho de coger, colocar y alinear de forma correcta las cartas en sus probetas. E, incluso, la visopercepción, al distinguir entre los distintos elementos de las cartas con ayudas visuales incorporadas. Practicamos con el cálculo simple.
Jugar a este tipo de retos siempre ayuda a respetar las normas, los turnos y el tiempo de espera. Además de, como no, la tolerancia a la frustración a través de duras derrotas. Una de las cosas más importantes son los grandes vínculos y el respeto por los demás que aparecen en cada partida. Identificamos y gestionamos las distintas emociones que, mientras se intenta cumplir con la misión, afloran por momentos.
En base a este juego, se pueden plantear verdaderos experimentos. Por ejemplo, crear una torre de líquidos que sirva a los más pequeños para entender cómo funciona la densidad de cada elemento y qué relación mantiene con el peso. El fin del experimento sería conseguir que quedaran todos separados y definidos.
Por último, Fórmula perfecta cuenta con la posibilidad de jugarse conjuntamente con un escape room llamado El laboratorio del doctor Bunsen. Es el primer escape room basado en un juego de mesa. ¿Qué más se puede pedir?
Dentro de la caja encontramos unas cartas con ilustraciones simples. Todo el protagonismo recae en la jugabilidad, sin distracciones. Aunque el color es una de las bases, es apto para personas con problemas de daltonismo gracias a la simbología que acompaña a cada uno. Todos tendrán las mismas posibilidades de ganar sin necesidad de invertir tiempo extra.
Se presentan con una portada que respeta el estilo de Class Games, con unos personajes ya conocidos para quienes hayan disfrutado de los juegos de esta misma línea. Pedro Verdún continúa apostando por una estética que recuerda a los dibujos animados.
La verdadera fórmula perfecta
Hemos estado buscando esa fórmula perfecta durante años. Contribuimos a que nuestra agencia avanzase con nuestros descubrimientos. Eran victorias, sin duda, aunque no ha resultado fácil encontrar la fórmula perfecta.
Hemos vivido días duros. Derrotas de las que nos ha costado levantarnos. Hemos tenido aciertos y equivocaciones. Creíamos que jamás encontraríamos la respuesta y, de pronto, ella llegó a nosotros. La verdadera fórmula perfecta fuimos nosotros cuatro desde el principio, mezclados con la mayor de las magias en una misma probeta.
Al parecer, ése fue el motivo por el cual nuestros superiores nos encargaron esta importante tarea. No porque nos hubiéramos saltado el protocolo. Fue porque lo hicimos unidos hasta el final, formando una unión indivisible. Desde un primer momento, la fórmula perfecta no era otra cosa que la fórmula de la felicidad.
En esta época tan mágica del año es cuando todos los elementos importantes se unen, formando algo verdaderamente perfecto. Otorgándonos momentos preciosos entre sus luces. Momentos verdaderamente inolvidables, cargados de pura ilusión y felicidad. Haciéndonos soñar durante el resto del año con que regrese lo antes posible.
De parte de todo el equipo de Consola y Tablero, os deseamos una mágica noche de Reyes. Esperamos que estéis disfrutando de la época más maravillosa del año y que la acompañéis de miles de fórmulas perfectas.