Nilo: ¿Quién se alzará como mejor constructor?

Nilo

Cerrad los ojos. Centraos únicamente en el oído. Admirad su hipnótica melodía. Maravillosa, ¿no creéis? Antes de que os deis cuenta, estaréis meciéndoos a su compás.

A veces tranquilo, apaciguando las incertidumbres que moran en nuestro interior. Otras, en cambio, salvaje y brutal, mostrándonos su furia devastadora, dejándonos claro cual es nuestro lugar. Recordándonos que somos insignificantes en comparación con su grandeza. Ya podéis abrir los ojos.

¡Bienvenidos al Nilo! ¿Qué os parece? Es la bomba, ¿verdad? Espero que os haya gustado el discurso de bienvenida. Lo he ido puliendo con cada nuevo aspirante que ha pasado por aquí. ¿Y sabéis lo mejor de todo? Que ahora viene mi historia. El vaivén de sus olas fue lo primero que mi pequeño cuerpo sintió. O, al menos, lo primero que recuerdo.

Fue un viaje largo y movidito, pero él me protegió. Mi modelo de cesta estaba un poco obsoleto y agujereado. Menos mal que siempre he sido un grandullón y cubría bien todas las fugas con mis portentosos músculos.

juegos de mesa colocación de losetas

¡Incluso recuerdo que un día vino a visitarme una agradable familia de cocodrilos! Al principio parecían contentos de verme. Pero, de pronto, comenzaron a pelear unos con otros. Por suerte, antes de que la cosa fuese a más y se hicieran daño, todo se detuvo por un instante. Y, de pronto, comencé a caer.

En aquel momento pasé mucho miedo. No sabía qué ocurría fuera de mi cesta, pero se oía mucho ruido y el agua parecía cabreada. Por si fuera poco, no podía ver nada porque tenía la manta totalmente liada en la cara.

Por suerte, al apartármela, la sujeté fuerte y, tras una violenta sacudida, que casi hace que se escape de mis manos, empecé a caer lentamente. Aunque la cesta no tuvo tanta suerte.

Sentí como su brisa me hizo flotar, frenando mi vertiginoso descenso y guiándome hasta un aterrizaje totalmente controlado. Aunque quizá no tanto. Iba a caer en mitad de sus aguas…

Cuando ya me resignaba a tener que comprobar las dotes de natación que puede tener un bebé de unos días de vida, mi cesta milagrosamente emergió de entre las aguas.

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En aquel momento, recuerdo que el brutal sonido del agua furiosa se convirtió en un glorioso canto, “sigue adelante, hijo mío”. Sniff sniff. Lo siento… siempre me emociona recordar esa parte.

Sé que algunos de los más traviesillos en realidad habréis pensado que el pobre Nilo no quería quedarse con esa agujereada cesta. Que decidió escupirla evitando una terrible indigestión. Pero eso es porque vosotros no lo vivisteis y, claramente, tenéis envidia. El caso es que caí hasta limpio y arropadito. Y eso innegablemente significa algo, ¡y punto!

¿No seréis de los que pensáis que en realidad mis padres eran humanos? Encima de ese tipo. Lo suficientemente despreciables como para ser capaces de vender a un bebe indefenso.  Y que, por si eso fuera poco, la persona que me compró, tras darse cuenta de que era un bebé inútil, decidió que lo mejor para todos era meterme en esa mierda de cesta y arrojarme al Nilo. No seréis de esos… ¡¿¡¿VERDAD?!?!

En fin… Disculpad… ¿Por dónde íbamos? ¡Ah sí! ¡Bienvenidos al Nilo! Mi nombre es Chenzira, es un verdadero placer amigos míos.

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Discursos aparte, centrémonos en lo que os ha traído aquí

¿Veis todos esos barcos y monumentos? Pues los rojiblancos son míos. Bonitos, ¿a que sí? No como los verdimorados… Mirad que acabados más mediocres, y sus barcos hacen más aguas que mí vieja cesta. Esa bruja… no sé cómo puede estar siempre tan cerca de arrebatarme el título a mejor constructor del Nilo…

Pues bien, como os iba diciendo, tenéis el grandísimo privilegio de que él os abra sus aguas. Ofreciendo parajes de inigualable belleza para edificar en sus orillas. Eso sí, debéis tener en cuenta dos cosas muy importantes.

La primera. Nunca intentamos competir en belleza con la naturaleza. El secreto y deber de todo buen constructor es conseguir complementarla, ensalzando su grandeza. Consiguiendo que algo que parecía inmejorable nos sorprenda. Y demostrando una vez más que los límites, en muchas ocasiones, sólo están en nuestra cabeza.

Ahora, como yo me entere de que alguno dañéis más de lo estrictamente necesario el entorno natural en el que edifiquéis, me encargaré personalmente de situaros en la parte superior del más alto obelisco de un martillazo. ¿Estamos?

Y la segunda. Jamás olvidéis que el Nilo no sólo nos ofrece sus dones. A veces es caprichoso y demanda sacrificios. Las lágrimas de la diosa Isis, llorando la muerte de Osiris, son la causa de que el Nilo, cada cierto tiempo, se cobre como sacrificio las tierras más bajas. Todo lo que hayáis edificado en ellas será inevitablemente devorado.

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No todo es malo. Esos sitios suelen convertirse en excelentes zonas de pesca. ¡Mirad qué cantidad de nuestros barcos! Por no hablar de la fertilización de su gran valle. Resulta completamente indispensable para cada uno de nosotros.

Como muchos ya sabréis, es costumbre realizar dos competiciones anuales. Una tendrá lugar el primer día de la primavera y la otra el primero del otoño. Se valorarán todas las obras realizadas hasta la fecha.

Los puntos serán otorgados por parte de un jurado compuesto por grandes eminencias del sector, presididas por el mismísimo Imhotep. ¡Fue mentor de mi maestro durante tres intensos días!

Encontraréis la información adicional sobre cómo puntuar en vuestro manual del perfecto constructor. Me he tomado la libertad de agregar al final del manual un dibujo recordatorio del punto uno. Ha demostrado evitar más de una catástrofe con nuevos integrantes. Así que os pido que siga siendo igual de efectivo.

¿Ganas de empezar? No me extraña. Bienvenidos a nuestro paraíso. Os deseo suerte, ¡y que gane el mejor!

Nilo

¡BIENVENIDOS A NILO!

Nilo nos ofrece retos de 2 a 4 participantes, de unos 30 minutos de duración. Su edad de inicio parte en los 10 años. En sus partidas nos convertiremos en constructores cargados de energía e ilusión por alzarnos con el prestigioso premio: ser reconocidos como el mejor constructor a lo largo de sus orillas.

No penséis que consistirá en llenar de bonitos monumentos sus orillas. No es tan sencillo. Para ser los mejores, deberemos anticiparnos a las implacables crecidas del río. Si lo hacemos bien, no tienen que ser un problema. A fin de cuentas son fructíferas zonas de pesca. Pero sin duda alguna, nuestros rivales no harán de ello una tarea sencilla.

¿Será mejor colocar ese precioso obelisco que tan bien le quedaría al lado a mi esfinge? O, por el contrario, ¿debería guardarlo para más adelante e intentar ubicar uno de mis barcos?

Su creador es Guillem Coll y Alba Aragón ha sido la encargada de sus ilustraciones. En su caja, el logo de GDM Games entra en escena. Tras superar su meta inicial en Verkami, durante el pasado verano, la versión final llegó a las tiendas a finales de 2023. Podremos hacernos con él por un precio que ronda los 18 euros.

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LAS CLAVES PARA SER EL MEJOR CONSTRUCTOR

Su preparación es bastante sencilla y viene muy bien detallada en su manual. Deberemos colocar la loseta de río inicial en el centro de la mesa y el tablero a un lado, mostrando el calendario. Situamos uno de sus encantadores meeples con forma de cocodrilo negro, a los que nosotros cariñosamente bautizamos como Rodolfo, sobre la loseta de río inicial y otro en el espacio de crecida del calendario.

Escogemos nuestro color y recogemos los respectivos cocodrilos. En las partidas con 2 participantes, cada jugador elegirá dos colores. Acto seguido, mezclamos el resto de las losetas de río y colocamos cuatro al azar, con la cara de orilla visible, en la parte inferior del tablero.

Llegados a este punto repartiremos tres losetas a cada persona. Debemos procurar mantener oculta la cara de orilla de nuestras losetas. Formamos cuatro pilas, mostrando la cara de río con el resto de losetas, dejando dos a cada lado del tablero.

Para terminar, cada participante dice el número más alto entre sus losetas. Empieza la partida quien lo tenga.

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Una partida a Nilo

Aprender a jugar es muy fácil. Por orden de turno, todos los participantes colocaremos una loseta de nuestra mano por la cara de orilla, haciendo que al menos uno de sus dos lados de agua coincida con un lado de agua de una loseta previamente jugada.

Si la loseta que tiene al cocodrilo negro queda totalmente rodeada, se producirá una inundación. Una inundación consiste en dar la vuelta a la loseta adyacente a la del cocodrilo negro que muestre el número más bajo. En ese momento, desplazamos el cocodrilo negro a la loseta que se acaba de inundar.

Robamos una de las cuatro losetas disponibles en la parte inferior del tablero. Avanzamos el cocodrilo del calendario, en sentido horario, tantos espacios como indique la franja inferior donde se encontraba la loseta al cogerla. Si el cocodrilo pasara por el espacio de crecida, se producirá una inundación.

Para finalizar nuestro turno, desplazaremos las losetas que sean necesarias hacia la izquierda para ocupar los tres primeros espacios. Rellenaremos el último espacio con una nueva loseta mientras queden en alguna de las pilas, dejando a la vista, ahora sí, la cara de orilla.

Cuando no queden losetas para robar, habremos concluido la partida. Y como viene siendo costumbre, quien tiene la mayor puntuación gana. Si tras el recuento existiera un empate, quien tenga en su mano la loseta con el número más bajo de entre los empatados gana.

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¿Qué cómo funciona el sistema de puntos? ¿No habéis leído el manual del perfecto constructor? No os preocupéis, os lo explico

¡A ver, novatos! Repasemos el manual. Ante todo, queremos una competición justa y, para ello, debéis prestar atención al sistema de puntuación.

Cuando no queden losetas, damos la vuelta al tablero para mostrar la cara de puntuación. Para evitar errores, usaremos el cocodrilo de nuestro color para marcar la puntuación mientras contamos. Cada participante puntuará los elementos de su color en base a lo siguiente:

  • Esfinges: 1 punto por cada loseta de río adyacente a ella.
  • Obeliscos: 2 puntos por cada loseta adyacente que contenga una esfinge de su color.
  • Barcos: 3 puntos por cada barco en una loseta que muestre la cara de río (los que aparecen en las losetas de orilla no cuentan).

 

CONCLUSIONES DE NILO

Su prototipo ya despertaba pasiones hace unos años, resultando ganador del VIII Concurso de Protojuegos Verkami Dau Barcelona. En aquel momento era conocido como Amstel. No es de extrañar que resultase vencedor. Lo cierto es que la versión final cumple con lo prometido.

Es un juego de colocación de losetas sencillo y adictivo. Las partidas no conllevan demasiado tiempo, ni largas preparaciones, aunque nos plantearán situaciones realmente complejas.

Ser capaz de anticiparnos al resto de jugadores desempeñará un papel fundamental en nuestro camino a la fama. Para ello, la memoria y el despiste se convertirán en poderosas aliadas. La primera nos ayudará a hacernos una idea de las losetas que otros jugadores tengan en mano. Al fin y al cabo, sabremos cuales van cogiendo…

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La segunda, a hacer creer al resto que quizá tengas el barco ideal para la siguiente inundación. Es posible que decida no ubicar el suyo, aunque en realidad sepamos que teníamos las de perder.

Los turnos resultan rápidos, pero no exentos de decisiones. El jugador tiene poder para acelerar el tiempo entre inundaciones, tanto al rodear la loseta con el cocodrilo como al tomar una de las losetas de la parte inferior del tablero. Una renuncia puede ser la aliada. La propia partida nos dará las respuestas.

La gran protagonista es una eficiente gestión de losetas acorde a cada situación. No perder de vista todos nuestros posibles proyectos y saber cual es más conveniente llevar a cabo en cada momento. La puntuación es una sorpresa en sí misma. Será en ella donde nos percatemos de esos pequeñísimos errores cometidos que echen por tierra nuestro éxito.

La interacción entre jugadores es alta. De hecho, nuestras decisiones se verán influidas por los movimientos de los rivales. La rejugabilidad también, dada la disposición aleatoria de losetas. El hecho de tener dos colores por persona, en los duelos, es un acierto. La exigencia no decae.

En resumen, Guillem Coll, uno de los autores jóvenes más prometedores del momento (CazaManzanas, Diez Ladrones, Despistados en la granja y Trekking), toma un género altamente explotado, pero que no llega a cansar. Al menos, cuando las mecánicas que lo acompañan son interesantes y exigentes. Si la temática es atractiva, como es el caso, mejor todavía.

Parece que todas las editoriales quieren tenerlo en su catálogo. Curiosamente, sus juegos publicados son muy distintos unos de otros. Cuesta encontrar un parecido entre cada uno de ellos.

En su caja y losetas encontramos unas muy cuidadas y funcionales ilustraciones. Ideales para meternos en situación, transportándonos a maravillosos parajes en sus orillas. Alba Aragón vuelve a hacer un trabajo espectacular, contribuyendo a crear un título muy intuitivo.

Nilo

 

El merecido premio al final de un largo viaje

¡Gracias a todos! Es un placer para mí mantener nuevamente mi premio tras este semestre. No os voy a mentir, los nuevos aspirantes nos lo han puesto difícil a los más veteranos. Desde hace mucho tiempo hemos arrastrado un grave problema. Aunque no éramos conscientes, una de las cosas más representativas era la dualidad a la hora de aspirar al título.

Como muestra de nuestro reconocimiento, os anunciamos que los veteranos hemos decidido comenzar a dedicarnos íntegramente a pulir sus aptitudes. Dejaremos de edificar a partir de hoy.

Desde este instante, los colores rojo y blanco que tanto habéis demandado vuelven a estar disponibles. ¡Ah!, y dudo que os interese porque son bastante horteras, pero lo mismo ocurrirá con los colores verde y morado.

Ha sido un placer acompañaros durante este largo viaje. Seguiré haciéndolo a través de las enseñanzas impartidas a mis discípulos, aunque sé que no es lo mismo. Pero recordad que son novatos y cometerán errores. Hay que ser comprensivos, no se trata de veteranos.

Por supuesto, no me responsabilizo de ninguno de sus fallos. Bastante tengo con los míos. Aunque, como todos sabéis, tengo un historial intachable.

Muchas gracias por vuestro apoyo. ¡Nos vemos!

Nilo

<<Uff… Qué cerca ha estado. Menos mal que estos jurados de hoy en día no saben decirle que no a unos nuevos barcos último modelo. ¿Cambiará esto algún día? Bueno, a nosotros ya nos da igual. Mantenerme en la cumbre no ha sido fácil, ni barato… pero ha merecido la pena. Y ha sido bastante rentable a pesar de las… digamos… compras necesarias…

Hemos conseguido engañar a todos durante décadas, vendiendo un espectáculo de rivalidad. Una eterna competición que ambos planeábamos cada noche. A la gente le encantaba nuestro show. Se centraban en apoyar un bando criticando duramente el otro, pero sin darse cuenta de que ambos eran el mismo.

Si no fuera por estos nuevos constructores, quizá hubiéramos podido seguir con la farsa durante unos años más. Por desgracia, cada vez vienen mejor preparados. Y cuando el rival no cede por conveniencia secretamente la victoria, no resulta tan sencillo ni barato hacerse con ella.

Suerte que vivimos en una época en la que esto ha sido posible. Seguramente en unos pocos años una trampa tan básica no conseguiría mantener lo suficientemente engañados a todos. Ya a día de hoy casi nos pillan varias veces… no tendría ningún sentido…¡Sería demencial! Pero eso a nosotros ya no nos concierne.

Creo que al fin ha llegado el momento de que empiece a coger esos kilitos de más que siempre quisimos. Viviremos del nombre y la fama que durante estos años nos hemos creado. Y si nos hiciera falta más, tan sólo bastaría con extender nuestras manos para tomar todo lo que los jóvenes incautos se morirán por depositar en ellas. A cambio de nuestros más que demostrados conocimientos… ¡Por supuesto!

¡Viva el Nilo!>>

 

COMPONENTES DE NILO

  • 44 Losetas de Juego
  • Loseta Inicial
  • 6 Meeples de Cocodrilo
  • Tablero
  • Instrucciones (castellano, inglés, francés, alemán)