Cristina Pérez y Miguel A. Viedma, quienes ya cuentan con La Gran Excavación en el mercado, de la mano de Tranjis Games, tienen nuevo juego a la vista. Se trata de Bajo Cero, proyecto que cambia totalmente de temática. Pudimos probar su prototipo en Cuenca Juega IV.
UNAS PINCELADAS DE BAJO CERO
Bajo Cero es un juego de cartas competitivo, en fase de desarrollo. Por el momento, sus autores lo están enseñando en distintos eventos para testearlo con la comunidad de jugadores.
En esta ocasión, y con unas ilustraciones de Boris Ramírez (al igual que La Gran Excavación), nos trasladan hasta el frío de la montaña. Seremos montañeros en una expedición, sorprendidos por una fuerte ventisca. Hemos perdido el contacto con la base central. Ante este panorama intentamos sobrevivir, tarea que no resultará sencilla en absoluto.
Ganará el primero en tener cuatro cartas en su zona. Concretamente, un camino, una caja de herramientas y un trineo, en cualquier orden. Deberá terminar, eso sí, con una carta de bandera.
Como en su anterior juego, con el que guarda cierto parecido en cuanto a mecánicas, las reglas son muy sencillas. Aprovecharemos el turno para jugar una carta o para descartar todas las que queramos. Cuando termine, robaremos cartas hasta volver a tener tres en la mano.
¿Y cómo se juega una carta? Podemos bajarla a nuestra zona, si no tenemos todavía una del mismo tipo. Es posible que la carta elegida sirva para eliminar una de la zona de un oponente. La jugamos sobre su carta correspondiente y, si éste no la contrarresta, ambas cartas van a los descartes.
Desde el principio de la partida, dispondremos de dos cartas de supervivencia. Podrán utilizarse para contrarrestar un ataque, evitando perder una carta de nuestra zona. Es posible invertir el turno en descartar cartas de supervivencia, para robar nuevas, o en obtener más si ya no tuviéramos.
Cuando todos hayan jugado, la ronda finaliza. Descubrimos una carta del mazo de clima. Puede ocurrir que sigamos con el mismo número de vidas o que ganemos o perdamos una. Esas vidas son comunes. Por tanto, si las perdemos, todos habremos perdido.
PRIMERAS IMPRESIONES
Esta propuesta integra la supervivencia en condiciones adversas con una jugabilidad dinámica. La intención es atraer a los amantes de los fillers a través de sus reglas sencillas y rápidas, que invitan a jugar una partida tras otra.
Entre sus grandes puntos, encontramos la posibilidad de transportarlo a cualquier parte. El despliegue tampoco es excesivamente grande: una zona pequeña para cada jugador, mazo central y descartes, vidas y clima.
En cada turno, buscaremos el perfecto equilibrio. Los finales de partida resultan inesperados, de ahí que una gestión eficaz de la mano sea elemental para el éxito. Querremos jugar varias cartas. Hacer demasiado. Como en Bajo Cero la cosa va de priorizar, elegiremos la opción que el momento nos marque.
Ese equilibrio se basa en el juego del gato y del ratón. Cuidaremos de nuestra zona, intentando completarla. Al fin y al cabo, estamos ante una intensa carrera. Por otro lado, querremos fastidiar a los rivales. A ése que va tan adelantado. La interacción entre jugadores es máxima.
Gestionar las cartas de supervivencia también es importante. Son básicas para contrarrestar ataques, como ya hemos visto, ¿pero estaremos dispuestos a renunciar a nuestro turno para cambiarlas o recuperarlas? De nuevo, el transcurso de la competición nos dará las claves. Es decir, en unas partidas merecerá la pena y en otras no
Es inevitable que Virus! nos venga a la cabeza al jugarlo. Ese ataque. Esa defensa. Esa estructura del turno. Para evitar que las partidas se hagan eternas, al fastidiarnos unos a otros hasta el fin de los tiempos, se introduce el sistema de vidas comunes. Si truncamos planes ajenos constantemente, el tiempo se habrá acabado.
La derrota común estará ante nuestros ojos. Y aquí otro gran dilema: ¿avanzar o fastidiar? Lo que está claro es que no nos atascaremos, aunque las cartas vuelen por todas partes. Pongo. Quito. Pongo. Quito.
Las cartas son independientes del idioma y tienen una simbología clara y lógica. Las ilustraciones, aunque se trate de un prototipo, no tienen nada que envidiar a un juego ya publicado.
Para elaborar estas primeras impresiones nos hemos basado en nuestra partida a 2 jugadores, repleta de acción. Por el momento, Bajo Cero va por muy buen camino. Aunque no revoluciona el sector de los juegos de mesa, tiene todo lo necesario para funcionar de una forma correcta, sin fallos.