Lo azul es rojo. Lo rojo es azul. Los polos opuestos se atraen. Los mismos polos se repelen. La electricidad puede electrocutar y los campos electromagnéticos atraen cuerpos llenos de energía. Podrían ser las propiedades de un imán o de la electricidad y la fuerza, pero no. Son las leyes que rigen Teslagrad, una nueva aventura que se sitúa más allá del género de plataformas, repleta de puzles, desafíos, enemigos y jefes finales.
Tenemos que reconocer que, en un principio, nos pareció la típica aventura de plataformas, en la que debíamos llegar a un determinado punto. Sin embargo, nos bastaron un par de minutos de juego para darnos cuenta de que estábamos ante una gran apuesta, con muchísimas horas de jugabilidad que puede llegar a proporcionar muchos quebraderos de cabeza. Y es que, además de la enorme dificultad para vencer a los jefes finales, los desafíos para avanzar en la aventura nos pueden llevar incluso horas. Lo más simple se transforma en lo más complicado y eso que el protagonista cuenta con habilidades fantásticas. Pero, sin duda, esta dificultad es uno de los mayores atractivos de este original juego, desarrollado por Rain Games.
UN SIMPÁTICO PROTAGONISTA
En Teslagrad nos convertimos en una criatura de lo más simpática, que huye de aquéllos que quieren hacerle prisionero. La aventura comienza en una noche lluviosa, en la que tenemos que correr todo lo que podamos. Sin embargo, rápidamente nos ponemos «a salvo» puesto que entramos en una especie de catedral. Decimos «a salvo» porque aquí residirán los mayores peligros, de la mano de enemigos y objetos que pueden hacer que nuestro personajillo sea destruido en pedazos o calcinado, en apenas unos segundos.
A través de bonitos escenarios, vamos introduciéndonos en la mecánica del juego. En un principio, podremos realizar bien poco, aunque poco a poco iremos encontrando objetos que nos volverán muy fuertes. Así, a lo largo de la aventura, tendremos que hacer uso de un guante, que nos permitirá transformar las piezas que bloquean el camino en piezas rojas o azules. De esta manera comienza el quebradero de cabeza. ¿Cómo podremos subir ese gran bloque que entorpece el camino? Si el de arriba es azul… ¿tendremos que convertirlo en rojo para que sea atraído por éste y suba hacia arriba? ¿Y si tenemos que conducir a los objetos hasta puntos que parecen muy lejanos a través de las fuerzas electromagnéticas?
Por si esto fuera poco, y cuando aún seguimos dándole vueltas al asunto de los imanes, encontramos unas botas, que nos permiten realizar la habilidad de destello. Con esto, podremos traspasar rápidamente la electricidad, que de otra forma acabaría con nosotros. Y, por supuesto, también podemos acceder a lugares más altos, introducirnos en jaulas y evitar a pesados pajarracos.
¿Pero sabéis qué es lo más útil de todo? Una capa, que nos permite volvernos de color rojo o azul a nosotros mismos. De esta manera, ya no serán los bloques los que se verán atraídos o repelidos por otros bloques, sino que seremos nosotros mismos (o más bien, todo junto). De esta forma, podremos pegarnos a los lugares más recónditos. Y eso por no hablar de un super rayo, de color rojo y azul… A pesar de la utilidad de estas habilidades, es importante decir que, por suerte, la dificultad sigue creciendo. Y con ella, las ganas de jugar una y otra vez.
Respecto a los controles para manejarlo, no son demasiado complicados, aunque eso sí, es recomendable jugarlo con mando. Necesitaremos controles diferentes para movernos, para saltar, para consultar el mapa, para activar la capa de cada color, el guante de cada color y para realizar el destello, por lo que, aunque es sencillo memorizarlos, en situaciones de estrés podemos empezar a pulsar todos los botones de una forma alocada. Y es que estas situaciones serán más frecuentes de lo que parecía a simple vista. ¡Cuidado con el mando si está cerca de la ventana!
PRECIOSOS ESCENARIOS
Como ya hemos dicho, los escenarios, cargados de todo lujo de detalles, lo convierten en un título aún más especial. Por su estética y por su jugabilidad, se nota que hay detrás un largo y duro trabajo de diseño a mano y es que, los creadores han conseguido que la sorpresa no decaiga a lo largo de la aventura. ¡Al contrario!
Entre los escenarios, encontramos lugares subterráneos, bonitas vistas de la catedral, teatros con curiosas representaciones, un precioso y gigantesco árbol, laboratorios, enredaderas, escondrijos iluminados con luciérnagas, unas preciosas vistas del amanecer… Si a todo ello se le añaden los enemigos que encontramos por el camino, estamos ante un juego demasiado perfecto para ser cierto.
ENEMIGOS Y JEFES FINALES
Además de los complicados puzles de piezas, magnetismo y electricidad, encontramos varios enemigos a lo largo de la aventura. Entre ellos destacan los cuervos o los hombres encargados de perseguirnos. No son muy abundantes en número, lo que significa que no nos agotaremos al encontrárnoslos. Es más, no tenemos que matar a muchos de ellos, sino huir, lo más rápido que podamos. A excepción de los jefes finales.
No queremos desvelaros demasiado, puesto que es mejor que lo descubráis por vosotros mismos, pero a lo largo de la aventura nos encontraremos con auténticos jefes finales, entre los que destacan una enorme máquina robótica, un pajarraco gigante de lo más enfadado, un ojo enorme o un hombre que nos persigue para acabar con nosotros. Estos jefes realizan movimientos mecánicos, que nos ayudan a acabar con ellos en caso de que no lo consigamos a la primera. De esta forma, aunque la desesperación crece por momentos, nos queda el consuelo de saber qué tenemos que hacer.
MUCHAS MUCHAS SORPRESAS
Robots a los que tenemos que dar energía nosotros mismos para que empiecen a moverse, ruedas gigantes en las que introducirnos, coleccionables que encontraremos por el camino y, por desgracia, momentos en los que creemos estar avanzando, para darnos cuenta después que volvemos a estar en el lugar de inicio. ¿Y ahora qué?
Esta pregunta nos la haremos a lo largo de todo el juego, ya que con frecuencia estaremos volviendo hacia atrás, puesto que la aventura está plagada de diferentes caminos, que nos harán dudar cuál coger. Pero la clave está en saber cuál es el punto concéntrico del juego, del que parten numerosos caminos y utilizar la estrategia (estamos seguros de que pronto averiguaréis cuál es). Por su parte, las leyendas que hay detrás de Teslagrad y, sobretodo la profunda historia, que por supuesto no vamos a desvelar, emocionará a más de uno.
Como habréis visto, hoy estrenamos sección, Mucho más que recomendado. No se nos ocurría otra forma mejor que inaugurarla que con esta pequeña joya, que aunque pase desapercibida, podría colocarse perfectamente entre las grandes aventuras de la historia. Con tanto juego multiplataforma y tantos potentes títulos con enormes gráficos, siempre son de agradecer las apuestas de los estudios independientes, como en este caso. Nos apasionan este tipo de juegos, pero, al comenzar a jugar a Teslagrad no podíamos ni imaginar lo que estaba por venir. Estamos más atraídos por este juego que los polos opuestos de un imán y seguimos manteniéndolo con más horas jugadas de las que estáis pensando.
Os recordamos y os informamos, para los que no lo sepáis, que Teslagrad estará disponible para PC, Mac y Linux en Steam el próximo 13 de diciembre, es decir, este mismo viernes. No hay mejor manera de terminar el año…
7 thoughts on “Mucho más que recomendado: Teslagrad”
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