¿Un gusano convertido recientemente en elefante? ¿Una gamba? Hay un niño defendiendo su postura como si no hubiera un mañana. Sigue empeñado en que adivine a qué animal está imitando, a pesar de que parece que no doy ni una.
¿Un pelícano sin alas? ¿Un langostino? ¿Seguro que no es una gamba? O el chiquitín de turno no está muy puesto en el reino animal o mi imaginación de ha ido de vacaciones a Hawái. Así es Omm, el segundo juego de mesa publicado de Editales.
CUENTA LA LEYENDA…
Omm es un juego de mesa para cuatro jugadores (o cuatro grupos de jugadores). Recomendado a partir de los cuatro años, ofrece partidas de 30 a 40 minutos de duración.
Tras una exitosa campaña de búsqueda de financiación en Verkami, ya es una realidad a un precio de 30 euros. Estamos ante el segundo juego de mesa publicado por Editales, editorial que se estrenaba con Pseudónima. Se presenta en una caja de tamaño medio-grande, con componentes e instrucciones en castellano.
Obra de Raquel Piñero, fundadora de Yoga Kids y de la escuela Yoga Kids Espacio Educativo y Creativo, cuenta con ilustraciones de Lorena Azpiri. Esta propuesta cooperativa, indicada para que los más pequeños se acerquen al yoga, nos traslada a un colorido universo en torno a una leyenda.
Cuentan que el bosque de Omm era precioso, puesto que tenía un enorme bosque y todo tipo de flora y fauna. Sus habitantes renunciaron a su cuidado, hecho que enfadó a los dioses. ¿El resultado? Un bosque sin árboles ni ríos. Ante esta situación, la misión es reparar el daño causado.
OMM: UNA PARTIDA
Antes de empezar, se deja el tablero en el centro de la mesa, junto a las cartas de asana (postura) y las fichas de árbol, estrella y mandala. Cada jugador coloca su ficha en una casilla de su color, perteneciente al camino exterior. Comienza la partida.
El turno de cada participante consta del lanzamiento del dado. Existen dos opciones. Con el símbolo especial, realiza la postura de meditación sentada. Deberá recitar el «Ommmm» y aguantar así hasta su siguiente turno para plantar una de sus fichas de árbol en una casilla de tierra.
Con un número, se avanza la ficha propia por el tablero, en el sentido horario. Aparecen diferentes tipos de casillas, con sus distintos efectos.
1. Casillas de colores.
Si el color coincide con el de la ficha, el jugador se queda ahí. De lo contrario, está obligado a retroceder.
2. Casillas mandala.
El jugador coge una carta de asana y realiza la postura indicada en ella, siguiendo las instrucciones. Si se realiza correctamente entre los cinco y los diez segundos, planta una ficha de árbol.
3. Casillas de sol y luna.
Las de sol sirven para avanzar tres casillas. Las de luna, obligan a retroceder tres casillas.
4. Casillas de estrella.
Los participantes toman una ficha de estrella para dejarla en la parte exterior del tablero.
5. Casillas de infinito.
Escoge a otro jugador para inventar y realizar una postura, a mantener entre los cinco y los diez segundos.
6. Casillas de interrogante.
El jugador inventa una postura, basada en un animal, para ponerle nombre y realizarla. Los demás deben adivinar a qué animal hace alusión.
7. Casillas de espiral.
Las de espiral verde ofrecen la posibilidad de quitar un árbol ya plantado del tablero, siempre que pertenezca a otro jugador. Las de espiral roja, obligan a retirar uno propio.
8. Casillas de reloj.
Cambian el sentido en el que intervienen los jugadores.
9. Casillas de flor.
El jugador elogia a uno de sus compañeros, resaltando alguna cualidad positiva y preferiblemente con una rima.
Fin de la partida.
Se repite la misma mecánica hasta completarse el puzle de mandala. Cada vez que alguien coloque todos sus árboles, recibe una pieza de mandala y se une a otro para ayudarle a plantar los suyos.
Al reunirse las cuatro piezas, se colocan en el centro y todos ganan. Por el contrario, todos pierden si la octava ficha de estrella se coloca alrededor del tablero.
OMM: CONCLUSIONES
Así que era un ornitorrinco. Ni un unicornio, ni un rinoceronte, ni una adorable gamba. Un maravilloso ornitorrinco. Continuamos con la misión de repoblar el bosque entre risas, momentos de máxima concentración y de ayuda.
Los niños ya han plantado sus árboles y, lejos de esperar impacientes, me ayudan con los míos. Aunque hay alguna sonrisa de compasión y más de una mirada me dice «¿cómo es posible?», no desespero. El dado no parece estar de mi parte y mi flexibilidad tampoco.
La octava estrella indica que ya ha anochecido y que todos hemos perdido la partida. Mejor dicho, no hemos ganado la partida, porque aunque los habitantes de Omm tengan que seguir esperando una ayuda mejor (preferiblemente que no me incluya a mi), hemos aprendido muchísimo.
Omm es un juego de mesa dirigido a los más pequeños, pero que también puede ser disfrutado por adultos. Todos ellos aprenderán a respetar el cuidado de la naturaleza, a la vez que conocerán los beneficios del yoga.
Esta novedad recurre a una mecánica muy sencilla, basada en el avance por el tablero mediante el lanzamiento del dado. Su dinamismo se potencia con las detalladas cartas de ayuda, con una explicación clara de cada casilla. Será imposible perderse, independientemente de cuántas partidas llevemos.
El primer paso es encontrar a cuatro o más jugadores que estén dispuestos a dejarse sorprender. No debemos despistarnos con ese «1 – 4» marcado en el lateral de la caja. No es un juego para menos de cuatro participantes, aunque ya hablaremos de eso más adelante…
Una vez reunidos, es importante dejar claro que la cooperación es la clave para la victoria. O todos ganan o todos pierden. Se combina con el poder de la imaginación y de la deducción, con la predisposición para la realización de pruebas y con el azar del dado.
Existen dos formas de plantar árboles: con el resultado especial del dado y con las casillas de mandala (siempre que se completen con éxito). Cada uno tenemos ocho árboles a nuestra disposición y, dado que al colocarse las ocho estrellas la partida habrá finalizado, conviene no dormirse en los laureles.
Podría llegar a su fin antes de lo previsto, en base al resultado del dado. Con ello, una prueba exitosa o fallida marcaría la diferencia. Debe tenerse en cuenta que no son complicadas, aunque exigen de un compromiso y de un pequeño esfuerzo. Más que ser retos imposibles, son pequeños ensayos de yoga y momentos de auténticas risas.
La mayoría no tienen un premio como tal, hecho que reafirma esta idea. Así, no existen los reproches ni las culpas. Si alguien no adivina una postura, no se acaba el mundo.
Esta combinación entre jugabilidad clásica y ‘party’ se basa en la unión de fuerzas constante. En el tiempo que dura una partida, los jugadores socializarán con sus compañeros, ya sea para inventar juntos una postura o para comunicarse. ¡Sin olvidar la prueba de los elogios!
Aprenderán la importancia del trabajo conjunto, a la vez que no se fuerza a nada. O, al menos, debería ser así. Nunca debemos obligar al niño a realizar ninguna prueba que no quiera, ya sea por vergüenza o por otro motivo. Si los ánimos y el ejemplo propio no son suficientes, no pasará absolutamente nada.
Siguiendo con los beneficios de Omm en los más pequeños, les ayudará a identificar formas y colores y a practicar en el cálculo simple. Potenciarán la que es su arma más poderosa, es decir, la imaginación. La parte de inventar posturas se convierte en la más interesante, fruto de la creatividad más asombrosa.
No debe olvidarse que estamos ante un juego cuya mecánica gira en torno al yoga infantil. Por ello, recoge algunos de sus principales aspectos. Enseña a pequeños y mayores a realizar posturas y a controlar la respiración. Ayuda en la concentración, en la paciencia y en la relajación, para aplicarlas en la vida real.
En definitiva, el yoga nos lleva a adquirir el hábito de la meditación para tomar conciencia plena de la realidad. Omm así lo refleja, por lo que se convierte en la herramienta perfecta para familiarizarse con esta práctica.
Más que imprescindible en cualquier centro de enseñanza relacionado con el yoga, también lo es en otros. Ya hemos visto sus numerosos beneficios, por lo que funcionaría muy bien en colegios, terapias y escuelas deportivas. Al fin y al cabo, fomentar el compañerismo es algo clave en casi cualquier actividad.
Editales continúa con su línea de juegos educativos, repletos de beneficios. En esta ocasión, recurre a una autora con una enorme experiencia en el yoga. No sólo ha creado ya distintos productos en base a ellos, sino su propia escuela con distintas especialidades.
Al unirse con las bonitas y coloridas ilustraciones de su ilustradora, el resultado es un juego muy atractivo para quienes buscan educar mediante el juego. Para los que quieren conocer el mundo del yoga. Para padres y tutores que quieran títulos diferentes.
Las cartas en blanco resultan todo un acierto, para seguir potenciando esa creatividad en base a los valores ofrecidos. Sus reglas, con símbolos y consejos, también. Son la parte más básica para que un juego funcione, algo que la editorial parece tener muy claro.
Como ya hemos visto, estamos ante un juego para grupos. Sin embargo, eso no implica que no puedan aplicarse variantes improvisadas en caso de que no siempre haya tantas personas. Si sólo somos dos o tres jugadores, seguiríamos las mismas reglas, aunque el mandala se completaría con dos o tres piezas, respectivamente.
Otra opción, sobre todo para dos, es que cada uno lleve dos colores. Podrá ser al mismo tiempo, evitando los turnos en los que el dado no deja realizar ninguna acción, o uno seguido del otro. Ahora bien, ¿qué ocurre con las pruebas?
La mayoría podrán realizarse igual, mientras que otras pueden ser objeto de cambios a través de nuevas pruebas. Siguiendo con las modificaciones, y una vez explotado el juego, podemos aplicar la competición. El ganador podría ser el primero en plantar todos sus árboles, dándole un mayor sentido a las espirales.
Debemos tener en cuenta que estas variantes sólo son ideas para quienes busquen nuevas experiencias o «apaños» con menos jugadores. Omm funciona a la perfección por sí mismo, ya que nace de un cuidado trabajo de profesionales, especializados en la educación. Así, cada pequeña prueba tiene su razón de ser.
COMPONENTES DE JUEGO
- 32 Fichas de Árbol
- 8 Fichas de Estrella
- 4 Fichas de Jugador
- 4 Piezas de Mandala
- 25 Cartas de Asana
- 10 Cartas en Blanco
- 4 Cartas de Instrucciones
- Dado
- Tablero
- Instrucciones
3 thoughts on “Omm, un nuevo complemento al aprendizaje con el juego”
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