Unos coloridos planetas son el escenario de intensos combates. Su explotación equivale a la recolección de valiosos recursos, con los que obtener las armas necesarias para involucrarse en las batallas. Así es Cube Galaxy, juego en fase de desarrollo.

 

A BORDO DE UNA NAVE ESPACIAL

Cube Galaxy es un juego de mesa de 2 a 4 participantes, con competiciones de 20 minutos, indicado a partir de los 12 años. Es obra de Lorena Gestido y Javier Martínez (Sulker), quienes ya cuentan con Alien 51: El Ascensor en el mercado.

El que es uno de los finalistas del III Concurso de Prototipos BGC 2019 y del VI Concurso de Protojuegos Verkami, es una combinación entre gestión de recursos y batallas espaciales. El objetivo de esta propuesta familiar es infligir diez impactos exitosos.

El primer paso es crear el escenario con las cartas de planeta, dispuestas aleatoriamente en una cuadrícula de cinco cartas de largo y cinco de ancho. El mazo de armas, con cuatro visibles, se dejan a un lado.

Cada jugador coloca su disco en la casilla cero del marcado de puntuación. Recibe su carta de nave, con un recurso en el espacio ‘5’ de vida y otro en la casilla ‘3’ de combustible, su disco de nave y un recurso de cada tipo. Los demás se dejan en el centro. Durante su turno, cada uno lleva a cabo tres fases, en el mismo orden.

1. Movimiento. Este paso es obligatorio. La nave del jugador se mueve un espacio, ortogonalmente. Nunca deberá haber dos naves en el mismo planeta. En la primera ronda, la nave se coloca en un espacio exterior.

2. Realizar una acción. Este paso también es obligatorio. Se escoge entre explotar una ubicación o atacar. Con la primera, obtiene el beneficio de la carta sobre la que se encuentre, ya sean recursos, combustible o vidas.

El pago de recursos en un desmaterializador o en una estación de mercado negro permitirá robar una carta a un rival o tomar una carta de arma del mercado. Una vez explotada una ubicación, se voltea. Con el ataque, es preciso contar con una carta de arma, pudiendo utilizarse hasta dos. Se llevará a cabo en una de las ubicaciones señaladas en ella.

El jugador obtiene los puntos equivalentes al éxito de su impacto. El que haya sido víctima del impacto, pierde sus correspondientes vidas. Cada vez que alguien las pierda todas, renuncia a un punto y a un turno antes de incorporarse de nuevo a la partida. Podrá recurrir a uno de sus escudos para evitar el ataque, si el arma lo permite.

3. Comprar. Como paso opcional, el participante en turno podrá comprar una carta visible del mercado, gastando los recursos indicados. El límite de cartas en la mano es de tres. Se repone el espacio dejado.

Los puntos de combustible se traducen en opciones extra, a realizar en cualquier momento. Cada punto puede utilizarse en un movimiento extra o en un teletransporte (desde un planeta a otro idéntico). Se repite la misma mecánica hasta que alguien alcance los diez puntos, convirtiéndose en el ganador.

 

CUBE GALAXY: PRIMERAS IMPRESIONES

Una cadena con eslabones muy finos define a Cube Galaxy, propuesta que tiene como objetivo acercar a los jugadores a uno de los géneros más populares de los juegos de mesa: la gestión de recursos. Tal es así que todo gira en torno a ella.

El movimiento tendrá que ir enfocado a la obtención de los recursos, en base al uso que queramos darles. Con ellos, no sólo sacaremos el máximo provecho al desmaterializador y a la estación de mercado negro, para robar una carta a un jugador (con todo lo que conlleva) o recibir un arma.

Son la forma de acceder a las compras en el mercado. No podrán efectuarse ataques sin armas, y puesto que los puntos llegan de la mano de impactos exitosos, es preciso contar con una buena mano para utilizar en el mejor instante. Por supuesto, dentro del límite de tres cartas.

Es lógico que las primeras rondas estén marcadas por esa búsqueda de recursos y aprovisionamiento. A partir de ahí, los planes cambiarán. Empezaremos a buscar las mejores posiciones de cara a los ataques, en base a las cartas de arma que tengamos. Es en ellas donde se refleja su alcance, con sus posibilidades y limitaciones.

Un poco de observación será suficiente para ir trazando estrategias. Si el jugador verde aún no ha comprado ningún escudo, puede ser buena idea ir a por él. ¿O vamos a por el azul ahora que está a punto de perder toda su vida y así ralentizamos su camino al éxito?

Al igual que es fundamental tener buenas armas, también es necesario contar con escudos. El espacio de la mano es limitado, de ahí que el equilibrio tenga que depender del momento e, incluso, de la forma de jugar de los demás. Los escudos adecuados para cada tipo de arma pueden ser una salvación.

En esta carrera por los puntos, los recursos son ese fino eslabón capaz de dar forma a las más satisfactorias victorias y a las más desastrosas derrotas. Fallar en la gestión implica caer en todo lo demás. Sin embargo, aparecen otros puntos que pueden complementarla.

Así, será preciso aprovechar las distintas ubicaciones para recuperar vidas o para reponer el combustible. Sabremos cuales son esos momentos. Principalmente, llegarán cuando ya tengamos algún arma o estemos alejados del peligro.

Si bien no hay eliminación de jugadores, lo que resulta todo un acierto, quedarse sin vidas supone la pérdida de un punto y de un turno. Es un retroceso que, sin llegar a ser frustrante, fastidiará lo suficiente como para andarse con ojo de ahí en adelante, premiando el esfuerzo.

Por su parte, el combustible nos permite realizar acciones extra, de ahí que tampoco debamos descuidarlo. Moverse un espacio más o teletransportarse es una ventaja muy útil y el principio de una jugada maestra.

Cube Galaxy se presenta como un juego con el que introducir a los jugadores en la gestión de recursos. Los participantes se familiarizarán con sus principales aspectos, a través de unos turnos ordenados y rápidos. Sus reglas son extremadamente sencillas, tanto de ejecutar como de recordar.

Con una simplicidad que se mantiene también en los combates directos, podemos estar ante uno de esos juegos que sirven como preámbulo a otros más complejos. No obstante, y para seguir divirtiendo mucho más tiempo, está lleno de posibilidades.

Esa cadena entre gestión, ataques y puntos es el eje central, pero se adorna de pequeños elementos a valorar. La toma de decisiones y la atención a las jugadas de los demás adquieren un gran peso, sobre todo al disfrutarse con habituales de la estrategia.

Resulta fundamental para seguir enganchados a las partidas, sobre todo, cuando existen pocos puntos de diferencia entre los jugadores. La rejugabilidad llega con la disposición aleatoria del escenario y del mercado, así como con el giro de las cartas explotadas.

Sus autores recurren a una temática clásica, combinada con unas mecánicas muy populares. Se ponen en la piel de principiantes para ofrecer un juego de carácter familiar, sin perder de vista a los expertos en la estrategia. La rápida preparación y su facilidad de transporte parecen ir en sintonía con la esencia de Cube Galaxy.

Su base ya parece encajar por completo. Respecto a su diseño, vuelven a sorprender con colores vivos y formas intuitivas. A la par que nos introducimos en un bonito escenario, no habrá dudas respecto a la iconografía. Se apuesta, una vez más, por un juego independiente del idioma.

 

Cube Galaxy es un juego de mesa en forma de prototipo, por lo que las imágenes no corresponden a su diseño final.