Decktective: Rosas de Sangre, la esencia de un Sherlock en 3D

Decktective Rosas de Sangre

Asesinato, suicidio o accidente. Tres posibles opciones son la orilla hacia un mar inmenso de teorías, que comenzarán con la minuciosa observación del escenario. Una enorme villa custodiada por el Támesis. Por un enorme manzano. Por un perro guardián.

No llama la atención el espectacular coche de caballos, sino el cuerpo sin vida frente a la puerta. Sangre. Demasiada sangre a su alrededor. Los llantos no tardarán en aparecer. Tampoco, las declaraciones de los testigos. Las pistas. La escena se ha detenido para girar en las manos de los detectives, esperando una respuesta. Así es Decktective: Rosas de Sangre.

 

¿EN QUÉ CONSISTE DECKTECTIVE: ROSAS DE SANGRE?

Decktective: Rosas de Sangre es un caso de misterio, a resolver una vez por grupo. Puede disfrutarse entre 1 y 6 participantes, desde los 12 años. La duración es de 60 minutos.

Mercurio es la responsable de esta edición en castellano, ya disponible como una de las novedades de verano. Se presenta en formato de caja pequeña, con las tres dimensiones como elemento distintivo respecto a sus compañeros de género. Es una creación de Martino Chiacchiera y Silvano Sorrentino, con un diseño de Alberto Besi.

Decktective Rosas de Sangre

Un cuerpo sin vida en la Mansión Tudor.

Inglaterra. Siglo XIX. «¡Ayuda!». El duque Edward York llega a la Mansión Tudor a tiempo para el desayuno, tal y como estaba previsto. Su rostro hace presagiar que algo malo está pasando.

A sus espaldas, yace el cuerpo del conde Ferdinand Tudor, dueño de la villa. La condesa y su hija rompen a llorar. Será tarea del equipo de detectives descubrir qué ha ocurrido. Junto a las rosas ensangrentadas, aparecen un reloj de bolsillo roto, un libro de astrología y un boleto ganador del hipódromo. Quizás, guarden relación con el caso.

York y Tudor

Un misterio para resolver.

Decktective: Rosas de Sangre no incluye un manual, por lo que el propio mazo guiará a los jugadores. Sus cartas no deben desordenarse bajo ningún concepto. Tras acceder a la introducción, crearemos la escena del crimen. Necesitaremos hacer uso de la caja.

Sobre ella, dispondremos el escenario, de tal forma que la villa quede visible desde todos los ángulos. El río y el puente completarán el espacio. Deberá observarse durante todo el reto, puesto que podría contener información importante.

El número de jugadores determinará las cartas a robar por cada participante. La información de las cartas de la mano no podrá compartirse, pero su título sí que podrá leerse en voz alta en cualquier momento. Quien tenga la carta ’11’ comienza.

Podrá jugar una carta boca arriba o boca abajo. Para la primera opción, es necesario que su valor sea igual o inferior al número de cartas en el archivo. Se dejaría boca arriba en el centro de la mesa, leyéndola en voz alta.

Con la segunda opción, se deja boca abajo, constituyendo el archivo. Tendremos que saber, en todo momento, el número de cartas que lo componen. No podrá revelarse su contenido hasta que la investigación termine. El turno finaliza robando una carta.

Mercurio verano 2020

El siguiente, en sentido horario, repite la misma mecánica, y así sucesivamente. El mazo creará giros en la trama, con más información sobre el caso o con la marcha de los testigos.

Una vez que todas las cartas se hayan jugado o archivado, podrán compartirse las teorías. Los jugadores hablarán acerca de los descartes, aunque no podrán consultarse. A continuación, se responderán cinco preguntas, haciendo uso de los clips. Esas cartas no deberán girarse hasta que todas tengan su respuesta.

Al descubrir las soluciones, el grupo recibirá puntos por los aciertos. Se compara la suma final con la tabla de puntuación para descubrir si el caso se ha resuelto con éxito o si, por el contrario, se han deformado los hechos hasta hacerlos encajar con las teorías.

 

DECKTECTIVE: CONCLUSIONES

«No miréis ni mezcléis las cartas de este montón». Así comienza Decktective: Rosas de Sangre, novedad que inicia una nueva serie de juegos de investigación. De ésas que ya llevan de moda unos años y que continúan siendo una apuesta segura para muchas editoriales.

Con la gran cantidad de retos de este tipo que inundan el mercado, es preciso que los nuevos apuesten por un elemento distintivo. Que marquen la diferencia para no ser «más de lo mismo». Que llamen la atención, tanto a novatos como a fanáticos de una o varias series.

Martino Chiacchiera y Silvano Sorrentino lo hacen mediante las tres dimensiones. Colocamos las cartas sobre la caja para dar vida a la escena del crimen, con su río y su puente (doblando parcialmente la correspondiente carta). Es más que un mero elemento decorativo de Decktective, puesto que pueden contener detalles importantes que ayuden a resolver el caso.

York y Tudor

Se anima a los jugadores a que observen cada pequeño detalle, a que giren toda la escena, una y otra vez. A que paseen por el puente. Visitar el escenario es la mejor forma de comprender qué está ocurriendo, por lo que pasará de mano en mano.

A su alrededor, dispondremos las cartas jugadas y las descartadas, que serán las que nos lleven a resolver un cuestionario. Llegados a este punto, podríamos estar hablando de cualquier título de la serie Sherlock. El enorme parecido es innegable.

Como ocurre con los juegos publicados por GDM Games, cada participante juega una carta boca arriba o boca abajo, para terminar el turno robando una del mazo. Siguiendo con las semejanzas, no podrá hablarse de los descartes hasta llegado el momento y, por supuesto, no podrán mostrarse.

También tendremos el espacio para elaborar hipótesis, justo antes de contestar a las preguntas. Por tanto, la esencia de Decktective no es nueva ni revolucionaria. En su lugar, sus autores adaptan una ya existente a ese escenario en tres dimensiones y a pequeños cambios.

Al igual que existen semejanzas, también aparecen diferencias claras. En esta ocasión, no hay manual, de tal forma que el mazo es nuestra guía. No hay tiempo (por suerte para los que no llevan bien la presión), pero sí unas pautas por seguir.

Decktective Rosas de Sangre

Los giros en la trama, para bien o para mal, son emoción pura. Obligarán a poner en práctica la memoria (aún más), a la vez que se aporta información relevante para el caso. Incluso se añaden nuevos elementos a esa escena del crimen sobre la caja.

La toma de decisiones continúa estando presente. ¿Debería descartar esta carta o será relevante para el caso? ¿Y si intento recordar todo lo que contiene y la archivo? Si en la serie Sherlock debíamos descartar un determinado número de cartas para poder optar a su resolución, ahora el número de cartas descartadas determina los propios turnos.

No podrá bajarse una carta boca arriba cuyo valor no sea igual o inferior que el número de cartas descartadas, de ahí que se juegue con el equilibrio a cada instante. Jugarlo todo nos dejará bloqueados, obligándonos a descartar lo que no debemos. Por ello, en esa toma de decisiones, aparece la mirada hacia el futuro.

La gestión es protagonista. Es la que nos lleva a descartar una carta, por ser el camino hacia la siguiente. La que nos invita a renunciar a información para que el compañero pueda enseñar algo importante. Al fin y al cabo, la cooperación es esencial para el éxito.

Este pequeño añadido es suficiente para que la experiencia de juego sea distinta. Varios de los jugadores de la serie Sherlock opinan que las cartas deberían estar ordenadas.

Decktective Rosas de Sangre

En ocasiones, algún que otro grupo no ha logrado el éxito por el mero hecho de que uno de los compañeros ha descartado las cartas que no parecían tener relación con el caso. Esa información jamás llega a los demás, de tal forma que una pequeña metedura de pata puede echar todo por tierra.

En Decktective, es más difícil que ocurra. Con ese orden, no nos llegarán pistas de temas que no conocemos, puesto que todo sigue la lógica. Las cartas tienen un valor comprendido del ‘1’ al ’10’. Las más bajitas aparecerán al principio y las más altas al final, puesto que se supone que ya habrá descartes suficientes como para jugarlas.

Es algo similar a lo que ocurre con juegos donde priman las compras: conforme avanza la partida, más recursos tenemos para adquirir las más caras. Con ello, y aunque la toma de decisiones es vinculante, no tendrá tanto peso como en Sherlock.

Los objetos y las declaraciones de los testigos se combinarán entre sí, de tal forma que no tardaremos en tener una idea de lo que ha sucedido. El dinero, el amor, la venganza, las supersticiones y los accidentes empezarán a tener un gran peso. Es fundamental que, a la hora de elaborar la hipótesis, escuchemos las opiniones de todos.

Al igual que habremos mirado por los compañeros a la hora de jugar o de descartar cartas, también deberemos atender a todos los puntos de vista. Tal vez, haya algún detalle que a alguien se le haya pasado y que transforme toda una teoría. La experiencia en solitario es más que válida, pero con amigos o familiares se disfruta mucho más.

Decktective Rosas de Sangre

Llegará el momento en el que los clips dejarán de ser un reflejo de la tensión entre las manos para cumplir su función: poner respuesta a todos los interrogantes. No necesitamos papel ni lápiz, ya que se engancharán en las cartas de preguntas.

No todas tendrán el mismo peso y, por tanto, no reportarán los mismos puntos. Tampoco habrá una única respuesta por carta, complicando la tarea aún más. Podremos hacer cambios hasta que decidamos que ha llegado la hora de resolver.

Al descubrir lo sucedido, los nervios estarán a flor de piel. Asombro. Rostros de sorpresa. Alegría. Rabia. ¿De verdad ha ocurrido esto?

Independientemente del resultado, la experiencia es buena. No sabemos lo que ocurrirá con los siguientes títulos de la serie, y si seguirán la exitosa trayectoria de Sherlock, pero Rosas de Sangre es un buen inicio. Tiene a su favor esos puntos sorprendentes y el escenario, algo que no se agota con un primer juego.

Es muy sencillo de jugar, aunque quizás no tanto de resolver. Podría calificarse como un reto de nivel medio, puesto que aunque haya cosas que parezcan claras, pueden torcerse en cuestión de segundos. Recordemos como la observación es esencial y, también, no obsesionarse con una teoría. Por lógica que parezca.

Esos puntos originales son sus grandes atractivos, unidos a las sorpresas del mazo. La temática de Rosas de Sangre, con esas casas de York y Tudor como protagonistas, es un buen arranque, unida a esa trama de muertes misteriosas que jamás caduca.

Decktective Rosas de Sangre

Aunque sólo podrá jugarse una vez por grupo (a tener en cuenta antes de adquirirlo), sus componentes no se pintan ni se destruyen. Significa que, con solo ordenar las cartas, podrá prestarse a otros.

Podemos comparar resultados o, si es posible, estar presentes mientras los demás lo resuelven. Resulta divertido descubrir la forma en la que llegan a determinadas conclusiones.

En las propias cartas, ya se anuncia el siguiente título, aunque con un nombre provisional: El Fantasma del Museo. Recurrirá a la misma mecánica, aunque con una nueva temática. Las actividades paranormales y las desapariciones parecen ser las protagonistas.

 

COMPONENTES DE DECKTECTIVE

  • 52 Cartas de Juego
  • 7 Clips para Respuestas

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