Festival, la brillante melodía de las mayorías

Festival

¿Falta papel higiénico? Sobrevivimos. ¿Aceite? Sin problema. ¿Leche, qué diantres es eso? ¿Cerveza? Las cosas se ponen serias. El mejor zumito del mundo no sólo tiene el poder de movilizar países enteros, sino que cada vez es menos raro encontrarlo en los juegos de mesa.

Es un gran aliciente, pero tiene un gran riesgo: genera expectativas muy altas a su alrededor. Crear un juego donde aparezca la cerveza, y que sea bueno, es un reto de los grandes. Descubrir Festival es un cúmulo de emociones. La preparación del escenario es miedo puro, aliñado con nervios y con rezos internos a los dioses. No podría ser de otra forma cuando nace de un autor que ya ha creado grandes obras maestras…

 

UN PASEO POR FESTIVAL

Festival se presenta como un juego de mesa de 2 a 4 participantes. Lleva la firma de Eloi Pujadas, quien cuenta con títulos como Big Bang 13.7, Troia, Wanted 7, Veracruz 1631, Orbital, Shikoku y Zoom in Barcelona en el mercado. Las ilustraciones corresponden a Amelia Sales.

Autor e ilustradora son unos habituales en el catálogo de GDM Games, editorial detrás de este proyecto. A la espera de su lanzamiento, previsto para los próximos meses, ya hemos podido probar su prototipo.

Como su propio nombre anticipa, nos movemos hasta un colorido festival de música. Los organizadores buscan la mejor experiencia para los asistentes, intentando cubrir todas las necesidades. Queda representado mediante unas reglas sencillas, aunque profundas, con las que colocar a los asistentes en los diferentes espacios del tablero.

Festival

¿Cómo se juega?

El primer paso es preparar el escenario. En el tablero de juego hay espacio para cuatro partes diferenciadas, así como para los altavoces, la comida, la bebida, el merchandising, los VIP, los baños y las más que necesarias salidas de emergencia. El de puntuación se sitúa a un lado.

Cada jugador recibe las piezas de su color, en representación de los asistentes. Por orden de turno, vamos situando algunas de las piezas del rival de la derecha en los espacios que queramos. Preferiblemente, en los que consideremos menos fructíferos. A los lados del tablero, colocaremos las cartas de objetivo de ronda y las generales.

Un turno consiste en colocar una pieza propia en un espacio vacío, siguiendo la cuadrícula, o en mover una (también propia) a cualquier lugar, siguiendo las mismas reglas. Cuando todos hayan jugado, la ronda termina. Será momento de contar los puntos.

Festival

Para ello, atendemos a la primera carta de ronda. Quien tenga más puntos, cumpliendo los requisitos, se anota cuatro puntos; el segundo, dos. El tercero se lleva la carta de ronda a su zona. Desplazamos las siguientes visibles y revelamos una nueva.

Ahora bien, ¿qué requisitos encontramos? Competiremos por las mayorías en determinadas zonas o iconos. Así, contaremos los cuadrados rellenos con nuestras piezas, ya sea en los espacios marcados o alrededor de determinados iconos, en base a las adyacencias.

En cualquier momento de la partida, podremos tomar una carta de objetivo general, siempre que lo cumplamos. Equivale a cinco puntos inmediatos. Reponemos el espacio dejado. La competición termina al agotarse uno de los mazos. Tras puntuar la ronda actual, contamos los puntos.

A los obtenidos a lo largo de la partida, sumamos cinco por cada pareja de micrófono y mano que hayamos reunido en nuestra cartas (de ronda y generales). El vencedor será quien tenga la mayor puntuación.

 

FESTIVAL: PRIMERAS IMPRESIONES

Cuando se juntan Eloi Pujadas y GDM Games no puede salir nada malo. El autor es capaz de reinventar mecánicas, sin salirse de la sencillez. La editorial busca títulos que no se parezcan a ningún otro.

Con esta fórmula perfecta, cada creación es un desafío. Abrir la caja de Festival implica preguntarse si estará a la altura. No es justo exigir más que al resto. Pedir un juego impecable. Diferente. Sin embargo, lo hacemos. Pujadas ha sabido hacer magia sobre la mesa. Su experiencia como creador y jugador le permiten seguir ejecutando los mejores trucos.

Festival vuelve a ser ese juego impecable. Diferente. Ese trabajo en el que la ilusión se refleja en cada pieza. La perfección, al son de la mejor de las melodías. Bajo el reflejo de los más brillantes colores.

Festival

Se envuelve en una temática atractiva, capaz de reflejar la esencia de todo festival de música que se precie. A partir de ahí, la base es muy simple: colocamos pieza o la movemos. No es habitual que una pieza colocada pueda cambiar de posición, puesto que acostumbran a quedarse fijas.

Cuantas más piezas tengamos sobre el tablero, más posibilidades de puntuar tenemos. Sin embargo, invertir tiempo en recolocar también se vuelven imprescindible en toda táctica. Lo haremos con un ojo puesto en el presente y con otro en el futuro.

La etiqueta «fácil de aprender, pero difícil de dominar» le sienta como anillo al dedo. Puede disfrutarse sin problemas entre principiantes y habituales. De hecho, son los propios jugadores los que marcan el nivel de dificultad. Las estrategias más elaboradas, fruto de mentes altamente competitivas, complicarán la existencia a quienes buscan únicamente una acción individual.

La interacción está desde antes de comenzar. Los primeros signos de la maldad llegan al colocar las piezas de los rivales. Lo haremos a ciegas, tirando de intuición. Ya en plena partida, todos los objetivos son comunes. Se traduce en una pelea entre leones. Con sangre de por medio.

juegos de mesa musicales

La toma de decisiones es crucial. Interactuaremos con nuestras piezas para intentar completar la primera carta de ronda, en la lucha de las mayorías. ¿No llegamos? Pelear por algo perdido no es la mejor de las opciones, al menos en Festival. Las posibilidades son inmensas.

Si no vamos a llegar a los jugosos cuatro puntos, podemos contentarnos con la segunda posición (con sus dos puntos) o con la tercera. Cada unión entre micrófono y mano son cinco puntos al final, de ahí que nuestra propia colección nos indique cuál es el mejor camino.

Las cartas de las siguientes rondas son visibles, por lo que podemos aprovechar el tiempo para avanzar hacia sus requisitos. El equilibrio desempeña un papel importante. Por si no había suficiente con controlar el presente y el futuro, tenemos los objetivos que podemos completar en cualquier momento. También comunes, por cierto.

Asegurar las mejores zonas con piezas limitadas puede traer grandes quebraderos de cabeza. Necesito cubrir cinco huecos en la zona A y rodear más cervezas que tú. No puedo salirme de las primeras filas de la C, por lo que está por venir. ¿Sacrifico camisetas?

No hay fórmulas exactas, pero sí una guía: la optimización. Si aprovechamos al máximo cada pieza nos habremos acercado a la victoria. Aunque claro, seguirá doliendo liberar una zona (¡con todo lo que ha costado controlarla!). ¿Y si después volvemos a necesitarla?

juegos de mesa musicales

Festival incluye una modalidad avanzada, con cartas algo más complicadas de cumplir. Las reglas se mantienen, pero con ellas, tendremos que apostar por varios símbolos simultáneos. ¡Por si fuese poco!

A falta de disfrutar del juego final, ya sabemos cuáles son sus mejores puntos. Pasan por una rápida preparación de la partida, por un enfoque diferente de las siempre maravillosas mayorías y por un diseño muy intuitivo, a la par que llamativo, con una simbología clara.

Es capaz de reunir en una misma mesa a quienes buscan juegos sencillos y a los amantes de la estrategia pura. Su modalidad avanzada resulta todo un acierto. No tardaremos en querer disfrutar únicamente de ella, demostrando todo lo que podemos hacer con algo de mala leche y buenos planes.

¿La parte más floja? El análisis parálisis quizás eche para atrás a los más impacientes, aunque deberán saber que Festival es uno de esos juegos que permite pensar en el turno de los demás. Tal vez, el escenario haya cambiado, pero si llevamos cierta idea de lo que queremos, las esperas se reducirán considerablemente.

Como más brillará es en los retos a tres y a cuatro. De hecho, si queremos jugarlo en pareja deberemos aplicar reglas especiales. Por suerte, la interacción tan característica promete mantenerse en todos los duelos.

 

Las fotografías tomadas para este artículo corresponden a su prototipo, por lo que no reflejan un diseño final.