Coches de choque: la búsqueda de premios en un juego en desarrollo

Coches de Choque

Santiago Zanón cuenta con un buen puñado de prototipos de juegos de mesa. Uno de ellos es Coches de choque, una propuesta en la que recoger la mayor cantidad de premios. La tómbola de al lado de la pista de los coches de choque se ha roto y no hay tiempo que perder…

 

LA COMPETICIÓN EN COCHES DE CHOQUE

Coches de choque es un juego de mesa presentado en forma de prototipo, sin planes de lanzamiento confirmados hasta el momento. Es obra de Santiago Zanón, bajo el sello Titan Boardgames. Él mismo se encarga de las ilustraciones.

Nos sumerge en competiciones entre 2 y 4 participantes, de 15 a 20 minutos de duración, indicadas desde los ocho años. Siguiendo las mecánicas de movimiento por cuadrícula y programación, nos trasladamos hasta la feria. Concretamente, a los coches de choque.

De repente, la tómbola de al lado se rompe. Todos sus premios están repartidos por la pista y nadie está dispuesto a dejarlos escapar. Con ello, los jugadores inician una carrera por atrapar la mayor cantidad de premios antes de que se acaben (o termine la partida).

El primer paso será crear el escenario, con un tablero que cambia en función del número de personas. En cada ronda, escogen una carta de su mano para situarla en la mesa, bocabajo. Lo harán anticipándose a las posibles situaciones que se den en la ronda (choques incluidos). Se revelan siguiendo el sentido de turno.

Debemos saber que cada carta ofrece dos combinaciones posibles de movimiento. Elegiremos una al revelarla. De esta manera, los coches podrán avanzar y retroceder por la pista, girar a casillas adyacentes o rotar sobre sí mismos. Al encontrarse con una ficha, se cargará encima del coche.

Por descontado, haciendo honor a la atracción, chocarán entre ellos, desplazándose y robándose fichas de premio. El coche que chocó se queda en la casilla desde la que impactó. El otro u otros se desplazan un espacio. Eso sí, chocar con las paredes tiene penalización: perder una ficha. A cambio, podrán reorientarse.

Cuando todos hayan jugado su carta, robamos una de nuestro mazo. Al final de la ronda, el número en el capó de los coches jugados en las cartas determinará la posición de los premios a introducir en la pista. Las fichas de premio se sacan de la bolsa.

La capacidad de un coche es de dos fichas. Cuando se alcance, los jugadores las añaden a su zona de juego. Liberarán espacio y ya no podrán ser robadas. Al agotarse o al no poder robar cartas del mazo, se desencadena el final de partida. Hacemos recuento de puntos. Las fichas de premio negras equivalen a un punto y las rojas a dos. Las que quedasen sobre los coches también puntúan. Gana quien sume la mayor cantidad.