Un cuerpo sin vida en un oscuro y solitario callejón de Manhattan. Es el punto en el que arranca Crime Hunters, juego de mesa en fase de desarrollo. Aunque debemos encontrar al asesino, la gestión de recursos robará la mayor parte del protagonismo a la deducción.
¿EN QUÉ CONSISTIRÁ CRIME HUNTERS?
Crime Hunters es una creación de Andrés M. Del Águila. Presentado en redes sociales por Ludo, Asociación de Creadores de Juegos de Mesa, por ahora no hay planes de lanzamiento confirmados. Lo que sí se conocen son los detalles del proyecto.
Se trata de un juego de mesa cooperativo, enmarcado como un ‘eurotrash’. Podrá disfrutarse entre 1 y 4 participantes, en retos de 45 a 75 minutos, indicados desde los 10 años. Está dirigido a un jugador con ya cierta experiencia.
Siguiendo la gestión de la mano y un movimiento por cuadrícula, formaremos parte de unidades de policía que varían en cada partida (la Unidad de Análisis de Conducta o la Policía Científica están entre ellas). Tras aparecer un cuerpo sin vida, nuestra tarea será seguir la pista del principal sospechoso para dar con el asesino. Por desgracia, las declaraciones de las personas cercanas a la víctima apuntan hacia un nuevo sospechoso. El caso se complica.
Éste podrá tener cómplices. O no. Estará dirigido por una sencilla inteligencia artificial que garantiza que uno o más cómplices puedan surgir aleatoriamente. A través de los interrogatorios a los testigos y de los rastreos de lugares, obtendremos pistas, en forma de recursos. Los invertiremos en jugar cartas de investigación. Serán las que permitan analizar pruebas en el laboratorio y conseguir órdenes judiciales, entre otras posibilidades.
Esas cartas constituirán las líneas de investigación, a cerrar para progresar en la partida. Las decisiones quedarán representadas en un marcador con un valor positivo y otro negativo. La victoria llegará al detener a todos los sospechosos. El valor positivo deberá ser superior al negativo. La derrota aparecerá si el valor negativo alcanza el límite, fijado en 40 puntos.
Un turno se compone de tres pasos: Asesino, Acción y Progreso. En el primero, el robo de fichas determina si el asesino se mueve, deja una prueba o no hace nada. A continuación, cada patrulla realiza dos acciones. Podrá mover, buscar, localizar, interrogar, investigar, indagar, rastrear o vigilar.
El turno termina con la opción de cerrar líneas de investigación para progresar. Como adelanta su autor, el movimiento a través de las distintas secciones deberá estar bien estudiado para optimizar al máximo las rondas. La memoria será una ayuda esencial, evitando malgastar tiempo y pistas en lugares ya visitados previamente y en personas sin información vital sobre el caso. Olvidar donde estaba un testigo arruinaría la partida.
Por su parte, explica que, en ocasiones, podemos tener la sensación de que la investigación no avanza. Como en la vida real, llegará el momento en el que todo cambie para iniciar una luchar contra el reloj. Recuerda como la gestión de recursos y de las cartas será la principal protagonista, frente a la deducción, con un papel reducido.
El ritmo se volverá más frenético a medida que avancemos, dando lugar a una carrera a contrarreloj. Este juego de investigación consta de cartas, fichas, meeples, dados y tableros.