Ante una situación crítica, Otaku lo tendría claro: salvaría un cómic de Scooby-Duu!, un muñeco de Totoro y un peluche de Jan Solo. Suave y blandito. Jugona tampoco tiene dudas. Se quedaría con Paintionary y con Setting Your Catans. Pero como en toda circunstancia a vida o muerte, las decisiones cambian.

Pasadas las alcantarillas, hay una puerta con un cartel en el que se indica ‘Trucutrú Biolabs’. Sus preciados cuatro puntos de victoria hacen a sus protagonistas olvidar sus intereses. Ahora querrán un cómic de Sim City, un Blue Ray de Blade Runner, una figura del Papa Alejo y un Macropoly. Así es Fanhunter Assault, uno de los juegos más esperados de Devir.

 

FANHUNTER ASSAULT, OTRA PROPUESTA NACIONAL

Fanhunter Assault es un juego de mesa de 2 a 6 participantes, con competiciones de 37 minutos. Recomendado para mayores de 13 años, es una creación de Pak Gallego (responsable de la editorial GDM Games).

Ya disponible de la mano de Devir, a un precio de 18 euros, cuenta con ilustraciones de Cels Piñol. Se trata del responsable del universo de Fanhunter, convirtiendo este título en un nuevo producto oficial de la serie. No es la primera vez que la editorial apuesta por él, puesto que el pasado año publicaba Fanhunter: Urban Warfare, con sus miniaturas.

En esta ocasión, los jugadores vuelven a Barnacity para intentar poner remedio a una grave situación. El antiguo librero Alejo Cuervo se ha autoproclamado Papa y tiene un plan: matar a la población de aburrimiento para que no contraataque, prohibiendo toda forma de entretenimiento y cultura.

Cuenta con Fanhunters y Macutes a su disposición, dispuestos a frenarles los pies a la Resistencia. Un grupo de fans con conocimientos ‘frikis’ tratará de salvar los objetos más valiosos de las garras de la censura, cueste lo que cueste. Buscarán las mejores obras, tratando de añadirlas a la colección mientras consiguen aliados y combaten contra los dictadores.

 

FANHUNTER ASSAULT: UNA PARTIDA

Tras separar las cartas por tipos, se reparten tres del mazo de albricias a cada jugador. Reciben, además, una carta de narizón, con su correspondiente habilidad y bonificación, para el final de la partida. El turno de un jugador se compone de tres fases.

1. Avanzar la aventura.

El participante comienza su turno descartando una carta de la mano o poniendo una en juego. Si se trata de un narizón no jugador lo situará en su lado de la mesa. En caso de recurrir a una carta de truco, sus efectos se resuelven de inmediato.

2. Jugar hasta dos acciones.

Llevará a cabo dos acciones, en cualquier orden, pudiendo repetir la misma. La primera opción es revelar la primera carta de un mazo de fase (siempre y cuando posea una carta de una fase anterior). Si se trata de un objeto, lo deja en su lado de la mesa. Un evento se resuelve al instante.

Si el que aparece es un guardia, ataca al jugador. Éste podrá descartar tantas cartas de narizón no jugador como desee y recurrir a objetos para igualar o superar el valor del guardia. Al derrotarle, se guarda esa carta en su colección.

Si no es capaz de vencerle, pierde las cartas de su mano. El guardia se queda donde está. Quien desee robar una carta de ese mazo, tendrá que ganarle.

La segunda opción pasa por utilizar una habilidad, ya sea de un objeto o de un narizón. Con la tercera, es posible descartar a un narizón no jugador para guardar tantas cartas de objeto en la colección como permita. Esos objetos deberán estar, previamente, en la propia zona de juego.

La última permite enfrentarse a un guardia. Se descartan los narizones no jugadores y las armas (jugadas desde la mano) que se deseen para igualar o superar su valor. En caso de vencerle, se guarda en la colección. Ya podrán robarse cartas de ese mazo.

3. Robar cartas de albricias.

El jugador repone su mano, robando cartas del mazo de albricias hasta tener tres.

La partida finaliza al robar la última carta del mazo de albricias. Se procede al recuento de puntos, teniendo en cuenta, únicamente, las cartas guardadas en la colección (los objetos y los guardias derrotados).

Debe sumarse la bonificación del personaje, que otorga puntos extra a los objetos de una determinada afición o a los guardias. El ganador será quien sume más puntos.

El Modo Historia

Fanhunter Assault cuenta con cartas que constituyen su modo historia. Se aplica la misma mecánica de juego, pero sus capítulos marcarán la preparación inicial y la estrategia a seguir.

Tras tomar las tres cartas escogidas (al azar o las que siguen la historia), se lee el texto de la correspondiente al primer episodio, para colocar los componentes como se indiquen. De ahí en adelante, los jugadores podrán completar misiones para desbloquear mazos, pasando a un nuevo capítulo, y para obtener puntos extra.

 

FANHUNTER ASSAULT: CONCLUSIONES

Existen juegos que enamoran a los seguidores de la temática en la que se ambienta. Hay otros capaces de despertar curiosidad sobre su universo, incluso a quienes jamás han optado por acercarse a él. Fanhunter Assault es de los dos tipos.

Como comprobarán quienes hayan disfrutado de Fanhunter en todas sus expresiones, estamos ante un perfecto homenaje. No sólo cuenta con sus personajes y ambientaciones, dibujadas específicamente para la ocasión, sino que es capaz de introducirnos en el problema que plantea.

Esa capacidad de inmersión también sirve para que lo disfruten quienes apenas conocen nada de la marca (sobre todo si son seguidores de la cultura ‘friki’). No son necesarios conocimientos previos sobre el tema, aunque tras un par de partidas, no tardarán en querer toda la información posible sobre Barnacity.

Como elementos responsables de la inmersión total, aparecen sus turnos rápidos y estructurados, la toma de decisiones constante y la alta interacción entre participantes, además de su modo historia.

Respecto a los turnos, reflejan la sencillez de la que se caracteriza el juego. Sus instrucciones, que también son un claro homenaje al mundo del cómic, resultan claras y concisas. No necesitaremos más de diez minutos para comprenderlas, ni tampoco para explicarlas.

El resultado es un juego con reglas familiares, aunque con muchas más opciones estratégicas de las que parece incluir a primera vista. Y he aquí el segundo elemento: la constante toma de decisiones.

La libertad estratégica que deja al jugador no sólo aparece a la hora de escoger una u otra acción, sino en una misma y en sus consecuencias. Descartar un narizón no jugador para añadir un par de objetos a mi colección es una buena idea. Al fin y al cabo, sólo las colecciones reportarán puntos.

El problema es que, dejarlo en la mesa, también es una opción más que aceptable. No sólo me protegeré de los guardias, sino que esos objetos podrán salvarme de una buena. ¡Y además me permitirán coger cartas de la siguiente fase! Lástima que puedan volar en cuestión de segundos a otro lado de la mesa o, peor aún, a otra colección.

La interacción entre jugadores de Fanhunter Assault es máxima, sobre todo, con muchos participantes. Las partidas a dos funcionan muy bien, pero como suele ocurrir en este tipo de juegos, la mayor diversión llega con más personas.

Todo se volverá un caos, los guardias aparecerán de la nada y las cartas habrán volado en cuestión de segundos. Una partida finaliza al agotarse el mazo de albricias, con una duración ajustable por la propia inteligencia del juego.

Las cartas de Volver a Empezar añaden tantas cartas de los descartes al mazo principal como jugadores haya, por lo que no se hará demasiado largo a dos, ni demasiado corto a seis. Lo que sí puede resultar algo repetitivo son algunas cartas iguales, sobre todo las de unir los descartes con su respectiva fase.

La duración nos lleva al último elemento responsable de su inmersión. Se trata de su modo historia, una de las características más originales que podemos encontrar hoy en día. Tras jugar un par de partidas sin él, es más que recomendable incluirlo.

En una combinación entre narración y elementos propios de los juegos de rol, los participantes se encontrarán ante una situación. Se habrá modificado la colocación de las cartas, potenciándose su rejugabilidad, con misiones a la vista.

Así, la estrategia cambiará por completo. Tal vez no me interese ya coleccionar objetos a toda costa, sino encontrar a ese guardia para completar el capítulo, con su lluvia de puntos. Completar las misiones planteadas, para seguir con la historia, no podía haber sido más entretenido.

Aunque estamos ante un título rápido, no siempre recurriremos a él entre juegos más largos. La opción de jugar varias partidas, con su historia de principio a fin, lo convertirán en ese juego largo y en la excusa perfecta para disputar una partida tras otra. Otra buena opción es seleccionar un capítulo cualquiera y completarlo.

Ahora bien, ¿qué pasa si ya hemos completado la historia? Este modo de Fanhunter Assault tiene muchas semejanzas con un Legacy, pero también varias diferencias. En este caso, los resultados de un capítulo no influirán en el siguiente, aunque su rejugabilidad es máxima.

Por mucho que hayamos memorizado los textos de los capítulos, los objetivos y sus recompensas, las partidas cambiarán. La disposición aleatoria de las cartas de los mazos, de la mano y del personaje inicial implicarán que, lo que era válido en un asalto anterior, haya dejado de serlo en éste. Tal vez ya no me interese cumplir esa primera misión, pero sí la segunda.

Los objetivos iniciales, con su bonificación final, las sorpresas y los giros son otros de sus grandes atractivos, junto con la posibilidad de añadirle expansiones en un futuro. Éstas podrían llegar con nuevas fases y, por supuesto, con nuevos capítulos y misiones, dotando al juego de una vida infinita.

Desde su presentación, Fanhunter Assault ha causado gran expectación. Se ha hecho esperar, pero no ha defraudado en absoluto. Esa combinación de características tan originales va de la mano del humor, por lo que las competiciones están plagadas de risas.

Se complementan con un diseño impecable y colorido, donde no falta ningún detalle. Sin ir más lejos, los narizones de jugador están representados en su forma masculina y femenina.

Con todo ello, es una muestra de la buena calidad que pueden ofrecer los juegos españoles, con mecánicas y temáticas que nada tienen que envidiar a las grandes producciones internacionales. La causa de ese resultado tan perfecto parece estar en que su autor es un experto y aficionado, tanto de Fanhunter y la cultura ‘friki’ como de los juegos de mesa. Y esas cosas quedan reflejadas en la mesa.

 

COMPONENTES DE JUEGO

• 78 Cartas de Fase
• 59 Cartas de Albricia
• 6 Cartas de Narizón
• Instrucciones