Los gladiadores esperan tener su lugar para demostrar su fuerza. Los edificios comienzan a construirse y los gladiadores novatos empiezan a dar ciertos beneficios económicos. Pronto, darán paso a nuevas construcciones y a gladiadores veteranos, que se sumergirán en las batallas más espectaculares para reportar los codiciados puntos de victoria. Os hablamos de Gladiadores: el ascenso de Roma.
ASÍ ES GLADIADIORES: EL ASCENSO DE ROMA
Gladiadores: el ascenso de Roma es un juego de cartas de 2 a 4 jugadores, creado por TortuGames. En más de una ocasión os hemos hablado de él, a través de primeras impresiones e incluso en una entrevista con los creadores. Ahora, hemos podido probarlo de primera mano y el resultado ha sido mucho mejor de lo que esperábamos.
El objetivo del juego es llegar a 10 puntos de victoria. Para ello, tendremos que hacer uso de las construcciones y del dinero para invertir en nuevos gladiadores que nos hagan vencer en combate. Por cada combate iniciado y ganado, recibiremos un punto de victoria.
Así, nos ponemos al frente de una escuela de gladiadores perfectamente ambientada, en la que no faltan los edificios más emblemáticos de la época ni los detalles en cada gladiador. Como escuela, habrá que gestionar qué edificios queremos construir (o eliminar), ya que reportan diferentes habilidades y alojamiento para un número determinado de gladiadores. Respecto a estos gladiadores, también será necesaria aplicar la estrategia para decidir si queremos luchar, obtener dinero o construir nuevas edificaciones con ellos.
UNA PARTIDA A GLADIADORES
Antes de comenzar la partida, cada jugador obtiene tres monedas, dos gladiadores novatos y los primeros tres edificios para fundar su escuela. Aquel jugador que posea la cabaña comienza el juego. A lo largo de toda la competición se mantendrá la misma secuencia de turno: inicio, fase principal, subasta y final.
El inicio se utilizará para recuperar a todos los gladiadores girados en el turno anterior. Por su parte, en la fase principal entrarán en juego los gladiadores de nuestra escuela. Estos poseen varios símbolos, que nos indican su poder de lucha, el dinero que obtendremos si lo giramos o el «precio» para construir un nuevo edificio. Una vez que decidamos qué hacer con cada uno, los giraremos y no podrán volver a utilizarse en ese mismo turno, excepto en defensa.
Hay que tener en cuenta que no podremos tener más de cinco edificios en nuestra escuela y que, por regla general, cada edificio implicará un hueco más para ocuparlo por un gladiador. Si optamos por luchar, tendremos que pagar las monedas correspondientes y decidir a qué jugador atacamos. Éste elegirá a uno de sus gladiadores, aunque esté girado, para defenderse.
El atacante robará una carta del mazo central, que aportará ventajas al lado del atacante o del defensor de manera aleatoria. Si el número de lucha del atacante, con carta incluida, es mayor o igual que el del defensor, éste habrá vencido, girando a su gladiador y recibiendo un punto de victoria, mientras que el defensor se queda como estaba. Sin embargo, de vez en cuando aparecerán cartas que implicarán la muerte del gladiador atacante o del defensor. ¿Quién ha dicho que los combates son seguros?
Cuando un jugador haya realizado las acciones correspondientes con sus gladiadores, se pasará, si lo desea, a la fase de subasta. En ella, robará tres cartas del mazo de gladiadores, elegirá una y la pondrá a subasta. El jugador de su derecha comenzará la apuesta y, el jugador que más monedas esté dispuesto a pagar por el gladiador podrá incorporarlo a su escuela, en caso de que posea espacio suficiente y pagando las monedas correspondientes. En caso de empate, el último jugador en el orden de turno será quien se lleve al gladiador.
Tras esto, llega la fase final, que implica pasar el turno al siguiente jugador, que comenzará enderezando sus cartas, realizando acciones y ofreciendo una nueva subasta, si lo desea, y así sucesivamente. El jugador que llegue en primer lugar a los 10 puntos de victoria será el ganador de la partida. Teniendo en cuenta que la principal forma de obtener puntos es iniciar combates y ganarlos, lo ideal es apostar por gladiadores fuertes. Aunque, para ello, hay que tener muy clara la estrategia de edificación y de gestión del dinero…
CONCLUSIONES
Gladiadores: el ascenso de Roma es una apuesta divertida, rápida y con turnos dinámicos entre jugadores. Aunque está basado en la estrategia, su mecánica de juego es muy sencilla de entender desde las primeras partidas. Por su parte, sus secuencias de turno ofrecen un juego muy completo, en el que, aunque haya que luchar para ganar, tendremos que atender a otros factores si queremos hacernos con la victoria.
Desde el punto de vista de los componentes, encontramos un total de 99 cartas muy bien diferenciadas, monedas y puntos de victoria. A sus ilustraciones, de la mano de Pedro M. Vinaches, no les falta ningún detalle y consiguen introducirnos en la época de Roma sin ningún problema.
Con todo ello, Gladiadores: el ascenso de Roma es un juego de cartas que seguro que encantará a los más veteranos, a los aficionados a Roma e incluso a los principiantes en juegos de mesa. Aunque tiene un punto negativo y es el tener que esperar un tiempo para poder hacernos con él y, con su carácter adictivo, no podemos dejar de echarle de menos.
Sin embargo, confiamos en que muy pronto sus creadores encuentren la mejor forma de sacarlo adelante. Mientras tanto, en las próximas semanas os mostraremos el juego en imágenes y en vídeo.
Reblogueó esto en Asoc. Andaluza de Juegosy comentado:
¡Nos encanta Gladiadores: el ascenso de Roma!
Reblogueó esto en Blog Nube de Juguetes – Toys Cloudy comentado:
¿Os apetece una de romanos?… una peli no, una partida. Pues preparaos para ‘Gladiadores’. Nos explica el juego de primera mano Consola y Tablero.