Por: Luis Pérez Soto
Una serie de pandemias mortales ponen en jaque a la especie humana. En ese escenario tan peliagudo, nuestra misión es… ¡causar el mayor número posible de víctimas! Porque en Propagación, prototipo del malagueño Hugo Jiménez, cada jugador controla a un virus.
Estos virus, que pueden evolucionar para propagarse de la manera más eficiente posible, deberán competir entre ellos por ser el más destructivo y al mismo tiempo dar esquinazo a las vacunas desarrolladas por la Organización Mundial de la Salud.
PRIMERO MUTAR Y LUEGO MATAR
Entre dos y cuatro jugadores se encargarán de asolar el planeta y ponerse trabas unos a otros. El funcionamiento de Propagación gira en torno a tres escalas que forman parte del tablero a modo de recorrido: el porcentaje de población contagiada, la cantidad de muertos y los avances de la OMS para encontrar un antídoto.
Los virus tienen tres aspectos principales que se corresponden con esos recorridos: contagio, letalidad y resistencia. Las mutaciones y los eventos permitirán subir de nivel en cada campo para ser más destructivo. Además, cada virus cuenta con una habilidad especial para usar en cada turno.
Cada jugador tiene seis cartas en la mano. El turno de juego se divide en cuatro fases:
- Eventos: tienes tres acciones para repartir entre jugar o descartar una carta, activar habilidad especial y mutar libremente. Esto último consiste en bajar un nivel de una característica de tu virus para subírsela a otra. Las cartas contemplan eventos como el cierre de fronteras o la clonación celular.
- Contagio: avanzas tantas casillas en el recorrido de población como nivel de contagio tengas. Hay que tener en cuenta eventos y bonificaciones.
- Letalidad: una vez superado el periodo de incubación, avanzas tantas casillas en el recorrido de muertes como nivel de letalidad tengas. Este nivel debe ser igual o superior al de las vacunas. También hay que fijarse en los eventos y bonificaciones.
- Sanidad: la OMS desarrolla un antídoto que progresa en cada turno después de que termine el periodo de incubación. Tras completar el track de sanidad pasa al de la población contagiada. La población se irá vacunando, de forma que será inmune a los virus.
Cuando el marcador de muertes y el de la vacuna converjan terminará la partida, ya que no habrá nadie más a quien salvar o matar. Si las vacunas llegaran al 50% de la población, la OMS ganaría y por tanto los jugadores perderían. Del mismo modo, si un único virus acaba con la vida del 51% de la población mundial se proclama vencedor.
Si no se da ninguno de estos casos, se procede al recuento de puntos de victoria:
- 1 punto por cada 10% de contagios conseguidos
- 1 punto por cada 1% de muertos
- 1 punto por cada nivel de contagio, letalidad y resistencia alcanzados por el virus
- 1 punto por cada mutación activa
- -5 puntos por cada antídoto específico contra tu virus
- -5 puntos por cada evento latente contra tu virus
- La OMS suma 1 punto por cada casilla de población vacunada
Otro factor que precipita el final de la partida es el colapso de todos los virus. Un virus colapsa cuando ha matado a todos sus infectados y ya no tiene a nadie a quien contagiar. Entonces muere, y su propietario pasa a jugar únicamente la fase de eventos, para perjudicar a sus adversarios, y la de sanidad. Su virus, con sus niveles de evolución y demás, permanece intacto hasta el final de la partida.
Antes de detallar la lista de componentes, os dejamos un vídeo de su creador explicando con detalle las mecánicas del juego, finalista por partida doble en los concursos de prototipos de Zona Lúdica y de Iludo, ambos en 2015. Desde su web oficial podéis acceder a sus instrucciones completas.
COMPONENTES DE PROPAGACIÓN
- 36 Marcadores de colores (9 para cada jugador)
- 1 Marcador negro (muertes)
- 1 Marcador azul (OMS)
- 1 Marcador de Incubación
- 8 Fichas de control de virus
- 100 Cartas de Evento
- 4 Marcadores de «Frontera cerrada»
- 10 Marcadores de Habilidad
- Un tablero
Muchísimas gracias por el artículo!!!!! 🙂
¡No hay de qué! 🙂
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