Los beneficios a la hora de introducir los juegos de mesa en las aulas son inmensos. Se fomenta la imaginación, la comprensión, la concentración, la socialización y la capacidad de improvisación, a la vez que se mejora la memorización, la lectura y el cálculo. Aumentan los conocimientos en determinadas áreas y, por supuesto, son una forma de diversión.

Con el objetivo de seguir informando acerca de las ventajas de los juegos en el aprendizaje, nace Educar jugando: un reto para el siglo XXI. Se trata de un libro de 350 páginas, que recoge experiencias, actividades y proyectos de varios expertos en el tema.

EDUCAR JUGANDO EN VERKAMI

Educar Jugando: un reto para el siglo XXI es un proyecto creado por Simón Blasco, responsable de la obra Una vida de juegos. Siguiendo los pasos de su antecesor, llega bajo el sello Nexo Ediciones (Monster Kit, El Caso White, Campeones de Verne y Animalix).

Para convertirse en una realidad, acaba de iniciar una campaña de búsqueda de financiación en Verkami. Si supera su objetivo inicial, fijado en 2.100 euros, los mecenas recibirán su libro en septiembre de este año. Éste se presenta en formato A5, en tapa blanda y con 350 páginas en blanco y negro. Si se alcanza la cantidad de 4.500 euros, el libro se publicará a color.

Su precio durante la campaña es de 5 euros, en formato digital, y de 12 euros, en formato físico y con marcapáginas. Es posible adquirirlo junto a los otros libros de la editorial, mientras que aquéllos que participasen en sus proyectos anteriores podrán comprarlo por 10 euros.

Óscar Recio Coll, Manu Sánchez Montero, Moisés Sanz González, Diego Tomé Merchante, Marc Fresquet Martínez, Pepe Roma, Núria Guzmán Sanjaume, Pedro Cifuentes, María Jesús Campos, Roberto Alhambra Bayo y Xavier Socias Pérez son sólo algunos de los profesiones que participan en el libro.

Sus experiencias, actividades y proyectos de aprendizaje, basados en los juegos, se complementan con diferentes propuestas de títulos educativos. Tal y como explica el profesor Óscar Recio Coll, resulta clave despertar interés y curiosidad a la hora de enseñar, haciendo hincapié en las aplicaciones reales que una enseñanza puede tener. Así, argumenta que se aprende mucho más con interés que sin él y el juego es una de las formas de transmitirlo.