Misión Rescate, cooperación a contrarreloj en un nuevo juego

Misión Rescate

¿Primer intento? Fracaso absoluto. No es que no pudiésemos desactivar la bomba, sino que no encontramos al Capitán. ¿El segundo? Más de lo mismo. En el tercero, el equipo enviado localizó el artefacto y consiguió que no explotase.

Las celebraciones se alargaron demasiado y se les olvidó salir de allí a tiempo. No supimos nada más de ellos. Ha habido cuarto, quinto y sexto. E incluso diría que alguno más. En uno de ésos, hasta se preparó el cohete, pero no llegó a usarse. Reseñamos Misión Rescate.

 

EL SECUESTRO A TODA UNA TRIPULACIÓN

Zacatrus! y BrainPicnic continúan ampliando una de las series de juegos independientes más queridas. Tras Misión Cumplida y Misión Secreta, estrenan Misión Marte y Misión Rescate. Siguen respetando la estética y el formato, de caja pequeña.

Misión Rescate

Estamos ante un juego de cartas de 1 a 6 jugadores, con retos de 10 minutos, recomendado desde los 8 años. Lo firman Amélie Pariente y Mourad Khiar, mientras que Manu Palau vuelve a estar a cargo del diseño. Está disponible, a un precio de 9,95 euros.

El objetivo, en esta ocasión, es frustrar los planes del malvado Robot ED-210. Ha secuestrado a toda la tripulación, por lo que el equipo de rescate tendrá que liberar al Capitán, desactivar la bomba, escapar en el cohete y, ya de paso, ayudar a los astronautas a volver a casa.

 

MISIÓN RESCATE: UNA PARTIDA

Antes de empezar, preparamos el escenario con los componentes del nivel uno. Barajamos esas losetas de elemento con la del evento sirena y las tres de objetivo, para disponerlas, boca abajo, en un espacio de cuatro por cuatro. La de tiempo se deja en una esquina.

Las cartas de astronauta se colocan en tres montones de seis cartas cada uno, bajo a sus correspondientes cartas de fase. Las cinco cartas de puntuación se sitúan al alcance de todos.

Añadimos un cronómetro y empezamos la primera misión. Tendrá una duración de tres minutos. La segunda deberá completarse en dos y la tercera en uno.

Misión Rescate

¿Cómo se resuelve una misión?

Descartamos la carta de fase y activamos el cronómetro. Tendremos que rescatar a los astronautas, localizando en el escenario los elementos requeridos. Por cada astronauta, podremos levantar tres losetas, en busca de sus dos elementos. Al ser un juego cooperativo, cualquiera podrá hacerlo.

Si los encontramos, el astronauta habrá sido rescatado, eliminándolo de la partida. Al grito de «¡rescatado!», intercambiamos la loseta de tiempo a la siguiente esquina, en sentido horario. Repetimos la mecánica con el siguiente astronauta.

Al no localizarlos, la carta se deja a un lado para pasar a la siguiente. Hayamos acertado o no, las losetas de elemento vuelven a dejarse boca abajo. Al darle la vuelta al mazo, para una nueva vuelta, la loseta de tiempo también se intercambia. Esta vez, al grito de «¡tiempo!».

Cuando levantemos losetas, nos encontraremos con las de objetivo. Debemos localizar el correspondiente a la fase para que sea un éxito. Se mantiene boca arriba hasta que termine la misión actual. Al toparnos con la sirena, alguien deberá anunciar el tiempo que queda.

Gritaremos «¡Vámonos, vámonos!» antes de que suene la alarma, ya que de lo contrario, habremos fracasado.  Cada astronauta sin rescatar implica la pérdida de una carta de punto. Todas las losetas volverán a estar boca abajo.

Comienza la siguiente misión, siempre que tengamos al menos una carta de punto, hayamos logrado el objetivo en la anterior y hayamos escapado a tiempo, siguiendo los mismos pasos. Si sobra tiempo, podremos rescatar astronautas de rondas anteriores, recuperando una carta de punto por cada uno.

Misión Rescate

Fin de la partida

Al completarse la tercera misión, ganamos la partida. Deberemos haber encontrado los tres objetivos y conservado, al menos, una carta de punto. La puntuación, a superar partida tras partida, equivale a esas cartas de punto.

 

MISIÓN RESCATE: CONCLUSIONES

Será mi equipo de rescate el que vuelva a intentarlo. Nos jugamos la vida, pero alguien tendrá que hacerlo. Mis fuerzas y energías empiezan a caer. ¿Tan pronto? Efectivamente, demasiado pronto.

Creía que las decisiones morales se tomaban con el corazón. No estoy hablando de una idea romántica, sino del sentido común. Hay que rescatar al Capitán, soy consciente, ¿pero de verdad era necesario dejar tirados a tantos astronautas? ¿No podíamos concentrar el esfuerzo también en ellos?

Puede decirse que el primer paso ha sido un éxito. El Capitán está entre nosotros y también dos astronautas. Dos únicos astronautas. Si nos sobra tiempo al desactivar la bomba, volveré a por ellos. Me da igual lo que el grupo diga.

Hemos desactivado la bomba. El tercer paso también ha salido bien. El cohete está preparado y huimos. Después de tantos intentos, llegamos a casa. Felicitaciones y más felicitaciones, aunque a la hora de la verdad, sólo nos han valorado con un punto.

No nos merecemos más. Cuatro astronautas se han quedado en la Luna. El pánico se veía en sus ojos. El miedo. La angustia. No sé qué habrá sido de ellos, pero intuyo que nada bueno. Una llamada interrumpe mis pensamientos. ¿Una misión en Saturno? ¿A cuántos astronautas han secuestrado?

Misión Rescate

Misión Rescate es uno de esos cooperativos en tiempo real donde cada partida se vive al límite. Donde los nervios superan a los jugadores, con meteduras de pata constantes. Donde el tiempo ejerce una presión inmensa, transformada en gritos, en rabia y en locura.

Con un primer acercamiento, vemos como las cosas se pondrán feas. Habrá tres minutos, dos y uno para completar las tres misiones, respectivamente. Y ya se intuye: el tiempo pasará volando. Ya en acción, descubrimos como los fracasos son más comunes de lo que parece a simple vista.

Los pequeños errores, fruto de esos nervios, nos llevarán a levantar la misma loseta una y otra vez (incluso aunque sepamos que no es la correcta). A apurar el tiempo, olvidando ese grito imprescindible de «¡vámonos, vámonos!» que nos dejará con un sabor de boca amargo.

No conseguirlo funciona como ese pique adictivo, con el que preparar el escenario de nuevo. Y otra vez más. Suerte que no llevará más de un par de minutos. La experiencia ayudará a elaborar una buena estrategia, siempre que sigamos en ese escenario inicial y con el mismo grupo.

Aplicaremos la concentración máxima. Estamos ante un ‘memory’, por lo que sin atención poco o nada se podrá hacer. Los primeros turnos serán mero azar, pero resultarán de una enorme utilidad a la hora de recordar el elemento de cada loseta. O de intentarlo.

Misión Rescate

Si hemos hecho un buen ejercicio de memorización, la segunda y, sobre todo, la tercera misión, irán rodadas. De ahí que se haya establecido un tiempo tan bajo para resolverlas. El mapa debería estar en nuestra mente, de ahí que incluso podamos volver atrás para rescatar a los pobres astronautas de rondas anteriores.

Tal vez, nuestras decisiones morales impliquen querer cumplir con el objetivo. Estará bien. Podremos completar el reto con un único punto que, si bien deberá ser superado en los siguientes para sentirnos orgullosos, se considera victoria. Sin embargo, no podremos pasar por completo de los astronautas.

Cada uno que dejemos atrás reducirá un punto. Teniendo en cuenta que sólo habrá cinco y que necesitaremos conservar al menos uno para pasar de misión, quizás no infravaloremos tanto este rescate. No es raro encontrar el objetivo y largarse a tiempo, pero perder por no haber salvado a ese pobre muchacho.

El equilibrio es esencial dentro de la gestión en la locura. Alcanzarlo supondrá esfuerzo y alguna que otra desgracia. Debemos tener en cuenta que no estamos ante uno de esos cooperativos imposibles de completar, pero sí ante uno exigente. Es aquí donde aparece la rejugabilidad.

Completar la misión, y con buena nota, serviría para dejarlo en la estantería. Para solucionarlo, Misión Rescate es un mar de posibilidades. Aparece el incremento de tripulación. Así, en lugar de salvar a 18 astronautas, podríamos rescatar a 24 o a 30. El panorama se vuelve feo.

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Crearemos nuevos escenarios: Marte y Júpiter. Habrá 20 y 25 losetas en juego, con la dificultad extra para memorizar todo eso. ¿No es suficiente? Probablemente sí, al menos para unos meses de sufrimiento, pero sus responsables quieren todavía más. Se introducen más eventos, pensados para robarnos nuestro valioso tiempo.

En la sirena de las partidas básicas, sólo tenemos que decir en voz alta el tiempo que queda. Es un fastidio, pero nada comparado a lo que puede llegar al incrementar la dificultad. La prohibición de hablar. Un cambio de losetas inoportuno. La obligación de pasar a otro astronauta.

Si ya era complicado ponerse de acuerdo, el silencio da paso a la odisea. No menos importantes serán los posibles cambios en la loseta de tiempo. Antes, cada dos por tres pasaba de esquina a esquina, lo que ya era un fastidio de los buenos a la concentración que pendía de un hilo. Ahora, podrá cambiarse a la siguiente del borde. Sumado al evento de intercambio, es un suicidio.

Con ello, Misión Rescate es altamente rejugable. Está pensado para cualquier nivel, desde los principiantes hasta los mayores expertos en coordinación. Es preferible, eso sí, que jueguen por separado si se quiere huir por completo del efecto líder. Para que nosotros mismos no seamos ese odiado mandón, movidos por los nervios.

Es frecuente que alguien levante todas las losetas, ya que cualquiera puede hacerlo. ¿Qué hacen los demás? ¿Mirar? ¿Levantar únicamente las cartas de astronauta y mover la loseta de tiempo? Para que todos puedan participar, no es mala idea establecer turnos. Que todos jueguen es esencial para la diversión.

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Tampoco debemos evitar opinar ni decir las cosas cuando estén claras. Eso implica, también, escuchar a los compañeros. Si tengo que levantar losetas y alguien está convencido de saber donde está el calcetín, le haré caso. Sin reproches, aunque se trate de una porción de pizza.

Aunque pueden participar hasta seis personas, se disfruta más con grupos reducidos. Será una forma segura de que todos formen parte de la acción. Sin ir más lejos, los duelos son maravillosos. Habrá menos mentes pensantes, pero más participación y menos distracciones.

Sus reglas añaden un toque de aire fresco a la serie, a pesar de tratarse de otro cooperativo. Es totalmente diferente a los anteriores, algo que los coleccionistas agradecerán. Ese sufrimiento es adictivo, transformando una tarde cualquiera en risas. Nos abstrae de la realidad exterior, algo que nunca está de más.

Además de contar con el mismo tamaño que el resto de los juegos, se respeta el diseño. Volvemos a ver a los queridos «roboces», a la vez que se sigue apostando por un diseño claro e intuitivo. Los símbolos a memorizar recurren a formas simples, por lo que no tendremos excusas para memorizarlos. Aunque, seguramente, las acabemos poniendo.

 

COMPONENTES DE MISIÓN RESCATE

  • 56 Cartas de Astronauta
  • 5 Cartas de Puntuación
  • 3 Cartas de Fase
  • 18 Losetas de Elemento
  • 4 Losetas de Evento
  • 3 Losetas de Objetivo
  • Loseta de Tiempo
  • Instrucciones (castellano)

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