Calcetimonstruos, ¿cómo le sienta la esencia ‘Legacy’ a un juego infantil?

Calcetimonstruos

Cesta de la ropa sucia. Nada. Armario. Nada. He registrado prácticamente toda la casa y no he encontrado ni un solo calcetín que me sirva. No es que sea especial y tenga manías, sino que me gustaría poder emparejar alguno. Poco apaño pueden hacerme el rojo, el azul, el verde, el amarillo y el morado.

Me dijeron que estos calcetimonstruos ponían todo patas arriba, pero no imaginaba que sería para tanto. Me equivocaba. Una cooperación con mis compañeros les habría parado los pies, pero ya nos ves, competimos por todo. Aunque eso suponga dar una ventaja a las criaturas, con robos constantes. Reseñamos Calcetimonstruos.

 

EL INTENSO TRABAJO DE LOS ELFOS

Sock Monsters ya es una realidad en castellano, bajo el título Calcetimonstruos. Esta propuesta de SD Games llega fruto del acuerdo con Lifestyle Boardgames, responsables de la edición original.

Puede disfrutarse entre 2 y 4 jugadores, desde los 6 años. Las partidas tienen una duración de 15 a 20 minutos, poniéndonos en la piel de elfos con un propósito claro: encontrar pares de calcetines. Quizás, suponga rebuscar toda la casa…

Calcetimonstruos

Los calcetimonstruos son unas criaturas empeñadas en robarlos y en esconderlos por diferentes muebles. Debemos tener cuidado con ellos si queremos hacernos con la victoria, sin despegar un ojo del resto del elfos. Al fin y al cabo, estamos ante una carrera competitiva.

La experiencia sigue la esencia de un ‘Legacy’, de tal forma que se desbloqueen nuevos componentes y reglas. Aparecerán a medida que coloquemos pegatinas en la caja. El cuarto del bebé, el dormitorio, la cocina y el garaje nos esperan. Tiene como autoras a Liesbeth Bos y a Anja Dreier-Brückner, con Irina Pechenkina a cargo de las ilustraciones.

 

CALCETIMONSTRUOS: UNA PARTIDA

El primer paso es preparar el escenario, barajando las losetas para ocupar todos los espacios del tablero, bocabajo. Las de guarida llenarán las esquinas, bocarriba. Encima de cada una situamos a su correspondiente calcetimonstruo, con un dado debajo.

Introducimos los 40 calcetines en la bolsa. Cada jugador recibe una tarjeta de personaje, su correspondiente elfo (que ocupará uno de los espacios centrales del tablero) y cuatro fichas redondas. Todos roban un calcetín de la bolsa para dejarlo junto a su tarjeta.

Calcetimonstruos

El turno del jugador

La misión es obtener tres pares idénticos de calcetines. El inicial moverá su elfo hasta tres espacios, ya sea en ortogonal o en diagonal. No podrá cruzar espacios ocupados ni entrar en guaridas. A continuación, podrá levantar la loseta en la que ha detenido el movimiento o llevarse un calcetín de una guarida ortogonalmente adyacente.

Si decide descubrir la loseta, la muestra a otros. Al no ser de su color, la devuelve, bocabajo. Si pertenece a su color también la devuelve, aunque bocarriba. Si cuenta con su correspondiente ficha redonda sin utilizar, la gira para indicar que va a hacerlo. Roba dos calcetines de la bolsa. No ocurre si la ficha redonda ya estuviese girada.

Por su parte, al elegir llevarse un calcetín de una guarida ortogonalmente adyacente, lo suma a su zona. Será la forma de obtener nuevos cuando todas nuestras fichas redondas estén agotadas.

Cada vez que tengamos dos calcetines del mismo color en nuestra zona, los colocaremos en la tarjeta de personaje. Pueden ocupar los pies, las manos o las orejas del elfo. Ya no podrán robarse, a diferencia de los que estén fuera.

Tras completar su turno, pasa el dado de colores al siguiente, en sentido horario. Desde ese momento, quien lo reciba realizará el turno de los calcetimonstruos y, después, el suyo. Al terminar, pasará el dado al siguiente.

Calcetimonstruos

El turno de los calcetimonstruos

El turno de los calcetimonstruos consiste en lanzar el dado de colores. Indicará a qué calcetimonstruo moveremos, de uno a tres espacios (siempre en ortogonal). Podrá entrar en guaridas, pero no en casillas ocupadas.

El movimiento se llevará a cabo mediante rodamiento, de tal forma que el dado de debajo siga oculto y cambie con él. Levantamos al monstruo para descubrir el resultado del dado. Con un ojo cerrado, el turno acaba.

Con un ojo abierto, quien lo ha movido podrá mirar una loseta ortogonalmente adyacente (en secreto), siempre que esté libre, o robar un calcetín desparejado (fuera de la tarjeta de elfo) a un rival que se encuentre originalmente adyacente. Pasará a formar parte de la guarida de dicho monstruo.

Otra posibilidad que ofrece el ojo abierto consiste en un turno extra para el calcetimonstruo. De esta forma, volverá a moverse y a realizar otra acción, siempre y cuando no se muestre un ojo cerrado en el dado.

Calcetimonstruos

Fin de la partida

Repetiremos la misma mecánica hasta el momento en el que alguien tenga tres pares de calcetines sobre su elfo. Reclama la victoria. Podrá colocar tres pegatinas correspondientes a los calcetines conseguidos en el inserto de la caja.

Si al pegar uno llegamos hasta una puerta, abriremos el compartimento correspondiente. Pegaremos las pegatinas de nuevas reglas en los espacios correspondientes del manual Cambiando el juego para aplicar los cambios en una nueva partida. Haremos uso de nuevos componentes.

 

CALCETIMONSTRUOS: CONCLUSIONES

La resistencia y la fortaleza son esenciales en esta tarea. Cuando te cruzas con un calcetimonstruo, el mundo se te viene encima. Experimentas unos nervios capaces de dejarte paralizado. Aguantas la respiración, con una única esperanza: que la bestia no despierte.

La criatura se ha abalanzado prácticamente contra ti. Descubres que sigue dormida. Podrás seguir con tus planes. Podrás respirar. Pobre de ti si abre los ojos. Hay muchas posibilidades de que seas víctimas de un robo. De que ese encantador monstruo rosa se lleve a su guarida el calcetín verde. ¡Cómo si no hubiese tenido suficiente con su montaña de calcetines!

La suerte no es mi fiel compañera de vida. Tampoco iba a serlo hoy. La bestia está despierta. Casualidades del destino, no me roba mi preciado calcetín verde. Decide moverse una vez más, a mi alrededor. ¿Qué miércoles quiere? Desde luego, nada bueno. El corazón me va a mil.

Abre los ojos de nuevo. Parece que su plan era cortarme el camino. Bloquear mi próximo movimiento, ayudado de otro encantador calcetimonstruo. Porque, a diferencia de nosotros, ellos sí que cooperan. Se me olvidaba. También se ha llevado el calcetín verde.

Calcetimonstruos

Calcetimonstruos nace como juego de mesa infantil, por su temática y estética, pero puede ampliarse sin problemas hasta el ámbito familiar. De hecho, no es raro ver partidas únicamente de adultos, en quienes la emoción no decaerá.

Si tuviésemos que definir la experiencia en pocas palabras, sería algo así como una carrera donde se dan cita el azar, la memoria y las tácticas, combinando beneficios propios con ralentizaciones a los oponentes. Un plan que no se frena tras un par de partidas, con sorpresas de las que enganchan.

No es común que el término ‘Legacy’ acompañe a un título pensado desde los 6 años. Una vez comprobada como esta unión funciona a las mil maravillas, es de esperar que más juegos la apliquen. Aporta los estímulos suficientes para que el niño quiera viajar hasta su mundo. De hecho, querrá recorrerlo durante una buena temporada, visitando cada escenario.

Ver la cara de los pequeños al abrir una nueva habitación no tiene desperdicio. A base de victorias (no importa de quién sean), estarán más cerca de visitar nuevos rincones de la casa. Abrirán el compartimento correspondiente, intensificando la aventura. Nuevos calcetines (no precisamente limpios), útiles objetos y hasta un monopatín se sumarán a Calcetimonstruos, entre otras muchas sorpresas.

Aunque todos querrán ganar, el verdadero objetivo es llegar hasta una nueva habitación. Y así hasta completarlas todas. Es una alegría encontrar más piezas, pero también cambios en cuanto a reglas. No supondrá un esfuerzo extra familiarizarse con ellos. Es más, quedarán guardados en el manual, nuevamente mediante el sistema de pegatinas.

juegos de mesa legacy

Es un método eficaz para recordar los cambios de un día para otro. O incluso de un mes a otro. Quizás, haya una nueva colocación para las guaridas. Unos valiosos calcetines comodines. Una nueva acción al revelar una loseta que no sea propia. Sin perderse la esencia básica, los cambios son más que suficientes para enganchar.

El juego básico funciona bien. Es una mezcla entre azar y estrategia, con unas reglas muy sencillas. Exploramos las losetas, tirando de memorización y de intuición a la hora de localizar las nuestras. Observar el comportamiento de los demás es clave para trazar nuestra ruta.

Mientras buscamos calcetines, ya sea revelando losetas o en las guaridas, fastidiaremos a los oponentes. Calcetimonstruos combina ataque y defensa. Intentamos buscar las parejas y hacemos todo lo posible por robar calcetines ajenos. No irán a nuestra zona, pero sí a una guarida. Con ella, llegará la pérdida de un valioso tiempo. No es para menos, puesto que las víctimas de los robos tenderán a querer recuperar su calcetín. Aunque sólo sea por orgullo.

El paseo ofrece más opciones de las que parece. Aprovecharemos el presente, con vistas hacia el futuro. Jugaremos con el riesgo y con la seguridad, intentando huir de los malvados planes de los calcetimonstruos dirigidos por los oponentes.

Aprovecharemos los turnos ajenos para recordar nuestras losetas. Los más estrategas buscarán movimientos combinados de caltecimonstruos, que bloqueen o ayuden. La disposición aleatoria de losetas y de calcetines, junto al dado, genera partidas muy distintas unas de otras.

La interacción entre jugadores está tan presente como la rejugabilidad. Podremos recurrir a este modo principal cada vez que haya nuevos jugadores o, simplemente, si ya tenemos bastante con las reglas. No tardaremos en querer introducirnos en una campaña, abriendo puertas.

juegos de mesa legacy

Cada nueva ubicación deberá explorarse en su totalidad (pegando sus correspondientes partes en la caja). Tras tres partidas en ella, recibiremos una ventaja «permanente», que colocaremos a nuestro elfo. Puede tratarse de un calcetín o de una chuchería, de tal forma que reine la personalización. A modo de recuerdo de todo lo vivido.

La libertad es una realidad, pudiendo detenernos en una habitación todo lo que queramos o seguir pegando calcetines para abrir más puertas. Lo recomendado es seguir con la campaña hasta completarla, algo que llevará unos cuantos días. Ya tendremos tiempo de volver a las zonas que más nos han gustado…

¿Y si ya está completa? A diferencia de otros ‘Legacy’, el juego no caduca. Lógicamente, se perderá la emoción por descubrir nuevas reglas y componentes, y por añadir recompensas a nuestro elfo. Por suerte, se proponen misiones en el manual. Así, jugaremos en una determinada ubicación con los componentes de otra.

¿También las hemos jugado todas? Será momento de regresar al lugar al que más hemos disfrutado. Puesto que su espacio en el manual estará marcado con las pegatinas de nuevas reglas, podremos recordarlas al instante. Es importante señalar que las misiones tampoco caducan. No estamos ante el juego que sólo ofrecerá una modalidad tras finalizar la campaña. De hecho, tendremos diez.

Observar como ha quedado el interior de la caja equivale a recordar un viaje que no olvidaremos en mucho tiempo. Ocurre lo mismo con nuestro elfo, al que habremos tomado demasiado cariño. Es recomendable utilizar el mismo, aprovechando esas recompensas que hemos ganado.

Aunque estamos ante un reto competitivo, es cierto que las victorias no se premian demasiado. El sistema no beneficia a quien ha ganado la última partida, ni tampoco equilibra con un ventajas a los que han perdido en más de una ocasión. Aunque formamos parte de una campaña con cambios constantes, lo cierto es que el progreso individual no se registra.

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Si le ponemos un nombre al elfo, marcaremos el inicio de un cuento sin desperdicio. Los más pequeños, aprovechando el gran poder de la imaginación y todo lo vivido, crearán historias con él. Así, el ejercicio de la comunicación y de la creatividad se suma a todos los beneficios que ya tenía el juego.

Calcetimonstruos potencia la concentración. La atención fuera de turno. Mejora la memorización. Ayuda a improvisar sobre la marcha y a mirar en perspectiva. A aplicar unos planes, aproximándose a la estrategia. A identificar formas y colores. A pelear por un objetivo. A socializar.

El gran mérito de que enganche tanto es de esa campaña de la que formamos parte, pero no es la única. Consta de unos vistosos componentes de calidad. Son resistentes al paso del tiempo y a los no siempre cuidadosas manos de niño. Los calcetimonstruos de plástico son los que más llaman la atención, con su aspecto encantador.

Tienen espacio para guardar un dado debajo, que desplazaremos mediante arrastre. Diseño y jugabilidad van de la mano en una caja que llena la mesa de color. Con más de 40 calcetines, no podía ser menos. Apuesta por la igualdad, pudiendo elegir entre personaje femenino o masculino.

Sus dos autoras y su ilustradora no se contentan con dar vida a un juego infantil, sino a una larga experiencia de ilusiones. Es fácil que un reto caiga en la monotonía, de ahí que sea digno de reconocimiento un trabajo muy bien ejecutado, capaz de marcar un precedente en la industria. Por lo pronto, ya está dando la vuelta al mundo.

 

COMPONENTES DE CALCETIMONSTRUOS

  • 36 Losetas
  • 40 Fichas de Calcetín
  • 16 Fichas de Jugador
  • 4 Fichas de Elfo (con peana)
  • 4 Calcetimonstruos
  • 4 Dados de Calcetimonstruo
  • Dado de Colores
  • 4 Tarjetas de Personaje
  • Tablero de Plástico
  • Bolsa
  • Hoja de Pegatinas
  • Componentes Secretos (dentro de la caja)
  • Instrucciones (castellano)
  • Reglamento Cambiando el Juego (castellano)