Análisis: One Military Camp

Abylight

Querido diario, al fin tengo una entrevista en el nuevo centro militar que acaba de abrir. Llevo intentando conseguirla desde que supe de su inauguración. Ahora me dispongo a esperar, como no podía ser de otra manera, en la sala de espera. Ya me han dicho otros candidatos que la tardanza puede ser larga. La administración está ocupada haciendo crecer el lugar. Vale, me llaman. Tengo la oportunidad de mi vida.

Hola de nuevo, diario. Traigo buenas noticias. ¡Ya soy miembro del campamento! Nada de recluta, sino como cocinero, pero bueno, menos es nada. Mi turno es de nueve horas y tengo un compañero para complementarnos. Se nos ha dado el control total de la cocina. Ésta es de fogones. Según cuentan, los apagones, por la falta de electricidad y las incursiones de un enemigo, han hecho que los altos mandos se decidan a apostar por las bombonas de butano para alimentar el fuego de las comidas.

Soy uno de los más veteranos del lugar. He visto de todo: asaltantes, espías, compañeros perezosos, despidos e, incluso, malas praxis. Sin embargo, también he sido testigo de como varios compañeros han liberado diferentes territorios de las manos del malvado Dragan y de sus secuaces. Por desgracia, un alto número de personas se ha quedado en el camino. Vamos, que han muerto unos cuantos. Seguiré escribiendo, diario, si es que sigo vivo. Analizamos One Military Camp.

One Military Camp

ONE MILITARY CAMP Y SU PROPUESTA

One Military Camp es un juego de gestión, estrategia y simulación para PC, sin olvidar los toques de acción y de un humor absurdo. Nos ofrece varias modalidades para sacar todo el jugo. Para ser exactos, construimos un campamento militar. Reclutaremos a personas y las entrenaremos para que logren la paz en misiones por todo el país.

No hay que olvidar que, a fecha de hoy, se encuentra en acceso anticipado. Eso sí, presenta una ruta muy clara de desarrollo con actualizaciones constantes. Primer punto a favor. Aunque su estado es muy óptimo, se encuentra en pleno proceso de crecimiento, aprovechando el apoyo de la comunidad.

Mediante la gestión, nuestra tarea pasa por controlar la economía del lugar y hacerlo crecer poco a poco. Acabar con la guerra ya es nuestro objetivo a gran escala. El camino es muy largo. Entre otras muchas posibilidades, formaremos a auténticos soldados de élite para cumplir misiones.

Abylight Barcelona se ha encargado del desarrollo y en el lado del editor se encuentra Abylight Studios. Por 29,99 euros, podemos hacernos con este título que no deja pasar una ocasión para darnos unas buenas risas.

En el momento de publicar este análisis, las valoraciones en Steam son buenas. De hecho, un 83% de las reseñas son positivas. ¿Puede influir que estamos ante una lograda fusión entre Two Point Hospital y Evil Genius? Es más que probable.

One Military Camp

LA EXPERIENCIA DE JUEGO

La primera toma de contacto con el jugador es muy dulce. Por contra, para los más expertos en el género puede resultar un poco tediosa. A primera vista, los gráficos son divertidos y graciosos. Conforme vayamos descubriendo más cosas (y edificios), pasarán a ser una delicia. En parte, por la gran cantidad de animaciones existentes.

La curva de aprendizaje no es compleja, aunque exige ir paso a paso, entendiendo de verdad lo que hacemos a cada momento. El dinero no sale de debajo de las piedras. Estamos ante un factor clave. Si lo gastamos rápidamente, como suele ocurrir al principio, nos costará ganar más para seguir avanzando. Ser ansioso penaliza, y mucho, arruinando la experiencia por momentos.

Algo que no todos los juegos del género hacen, y sí que lo consigue One Military Camp, es sacarnos una sonrisa de vez en cuando con sus ocurrentes diálogos y sus graciosas bromas. En castellano, por supuesto. La vista desde arriba, con posibilidad de acercar la cámara y ver hasta lo que se cuece dentro de los edificios, supone un plus de inmersión.

Respecto a la historia del juego, puede ocuparnos fácilmente más de 10 horas. Si nos sumergimos de lleno, se puede ir a las 30. No olvidemos que nuestro campamento es la única esperanza para detener al mal y que, para ello, debemos devolverlo a su antigua gloria. Esto implica esfuerzo y entrenamiento.

One Military Camp

Otra cualidad más es que consigue que pasen las horas sin ser conscientes de ello. Tenemos el modo campaña, con su cuidada historia, y el modo sandbox, concediendo una total libertad.

Respecto a la personalización del campamento, existen posibilidades de lo más variadas y divertidas. Pasan por elegir nuestro propio himno y por personalizar banderas y carteles. Es de destacar el interesante añadido de animar a los reclutas por megafonía con nuestra propia voz, previamente grabada. Originalidad ante todo.

 

LA PROGRESIÓN

Como todo juego en acceso anticipado, habrá mejoras en One Military Camp constantes en el tiempo. Como vemos en la hoja de ruta compartida por sus creadores, se añadirá distinto contenido cada mes. Demuestra una seriedad con la comunidad y una forma de cuidarla al máximo.

Las mejoras abarcan desde su lanzamiento hasta el mes de septiembre. Por el camino, el modo sandbox será reforzado. También se añadirán pequeñas mejoras en la jugabilidad, así como nuevos biomas, mayores posibilidades de decoración o la siempre maravillosa posibilidad de tener mascotas.

Hoja de actualizaciones

Dos mejoras muy importantes para el crecimiento de One Military Camp llegarán en septiembre. Serán la integración con Twitch y los diez escenarios para enfrentarnos a diferentes situaciones, las cuales tendremos que resolver.

La comunidad es muy importante y las críticas serán tenidas en cuenta, según sus responsables. Existe un canal de Discord oficial para aportar opiniones. Ayudamos a los desarrolladores a dar con el juego perfecto; éstos lo crean y, nuevamente, los jugadores lo disfrutan. Un círculo eficaz.

Respecto a la compatibilidad con la flamante Steam Deck, se puede jugar en la consola portátil de Valve. Sin embargo, la experiencia no será la misma que en PC. Es decir, puede disfrutarse en la consola, pero nos perderemos algunas funciones y veremos unos textos muy pequeños. No hay nada que el tiempo y el trabajo no solucionen. Por lo tanto, toca esperar un poco para que la experiencia se optimice.

 

 

ONE MILITARY CAMP: CONCLUSIONES

Los juegos en acceso anticipado tienden a contar con errores que nos sacan de la partida. No es el caso. En el tiempo jugado (que no ha sido poco), no hemos detectado ningún fallo de rendimiento. Está muy bien optimizado y no hay ‘bugs’ en la resolución. El juego no pide tener un ordenador de alta gama para funcionar. De hecho, pide unos requisitos muy asequibles para todo tipo de ordenadores.

Los canales abiertos con la comunidad hacen ver y sentir que los desarrolladores van de la mano con los usuarios. Es algo que anima a apostar por One Military Camp. Las partes negativas empezarán a solucionarse. Pasan por la lentitud del juego, ya que no hay botones de aceleración, tan esenciales en el género de la gestión.

La historia en sí, que aunque está bien, puede mejorar en desarrollo y trama. Es simple y plana, pero para nada mala. No son pocos los viciados del género que querrían un poco más de entramado, sin salirse de lo que ya propone. De profundidad.

Cuando no podemos llevar a cabo la gestión como nosotros queremos es que estamos fallando en nuestra cabeza. Si le damos a la sesera, podremos avanzar de manera firme y no quedarnos sin dinero de una manera rápida. Como ya hemos visto, conseguir dinero puede ser una tarea tediosa, de ahí que debamos tener una mente despejada.

El apartado grafico resulta impecable. Su estilo ‘cartooniano’, desenfadado y ligero permiten que sea fácil de disfrutar. La música le viene como anillo al dedo en cada ocasión, adaptándose a cada situación. ¿Es tensa? La melodía también. ¿Nos relajamos? Lo mismo con la música.

Las animaciones en los diferentes edificios hacen que nos creamos que de verdad estamos dentro de un campamento militar. Para aprender a jugar y a manejarnos dentro, tendremos que superar un corto y fácil tutorial que nos guiará y nos enseñará la base de lo que hay que hacer una vez estemos solos. La interfaz es claramente sencilla y elegante. Un gusto navegar por ella.

 

 

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