Pirate King!: riesgo, construcción de mazos, mayorías y set collection

Pirate King!

Tienes un sombrero de paja. Lo sé. Me da absolutamente igual. Yo tengo uno de papel. El de capitán para ser más exactos. Aquí mando yo. Es hora de reclamar mi lugar. Durante toda mi infancia me preparé para ser la reina. Sí, es cierto que durante mi adolescencia sólo conseguí ser la reina del polígono, pero estoy a un paso de dominar los mares.

No creas que no os he escuchado lo que decíais de mí. Varias veces, además. Que si parezco una cromañón con mi calavera y mis huesos. Que si voy de Frida Kahlo con mis cejas. Que si soy la bruja del mar. Que si tengo la apariencia de una choni con pendientes de aro de loro. De acuerdo, en lo último tenéis razón. O en todo. El caso es que de aquí a unos minutos estaréis pidiéndome perdón. Suplicándome. De rodillas, si es posible. Así es Pirate King! 

 

LO NUEVO DE BOQUERÓN GAMES

La editorial malagueña Boquerón Games acaba de estrenar Pirate King! en castellano. Es un juego de cartas de 2 a 5 participantes, de 15 minutos de duración, recomendado a partir de los 9 años. Lleva la firma de Frankie Bu, quien también se encarga de las ilustraciones.

Pirate King!

Como su propio nombre ya anticipa, nos convertimos en piratas. Surcamos los siete mares en busca de las codiciadas coronas. Llegarán al derrotar a legendarios monstruos, durante la fase de batalla, y al hacernos con las grandes reliquias, en la de comercio.

La persona con más coronas al final de la partida reclamará el título de rey de los piratas, soberano de los siete mares. Sigue unas reglas sencillas. Están presentes la gestión del riesgo, la construcción de mazos, las mayorías y el set collection. Los turnos, plagados de tomas de decisiones, son simultáneos en su mayor parte. Se presenta en caja pequeña.

 

PIRATE KING!: UNA PARTIDA

El primer paso es elegir una carta de capitán. La barajamos junto a nuestro mazo inicial. Creamos las pilas de monstruo y de mercado. Entregamos la carta de gorro de capitán al inicial y empezamos. La partida tiene una duración de siete rondas. Cada una se divide en cinco fases.

Pirate King!

1. Comienzo

Revelamos dos cartas de monstruo y tantas de mercado como jugadores haya de sus respectivas pilas.

2. Obtener espadas y monedas

De forma simultánea, todos mostramos la primera carta de nuestro mazo. Aplicamos su posible efecto antes de extraer la siguiente, y así sucesivamente. Cada persona sigue hasta que decide parar o explota. Cuando todos hayan parado o explotado, la fase termina.

Los efectos nos llevan a revelar, obligatoriamente, más cartas del mazo, a copiar la carta anterior o a consultar las siguientes. Permiten dar la vuelta a determinadas cartas, tomar la carta de gorro de capitán o interactuar con la zona de juego de los oponentes, entre otros efectos. Algunos afectarán sólo a los rivales.

Cuando decidamos parar, ya no revelaremos más cartas en la ronda. Al aparecer un tercer símbolo de maldición, explotamos. Ya no podemos extraer más cartas. Enviamos todas a nuestros descartes.

Pirate King!

3. Batalla

Contamos las espadas que hay en nuestra zona, pertenecientes a las cartas reveladas en la fase anterior. El jugador que más tenga escogerá una carta de monstruo visible para sumarla a sus descartes. El segundo hará lo mismo. Los que hayan explotado tienen -1 espadas.

4. Comercio

Hacemos recuento de las monedas de oro reveladas. Empezando por el que más tenga, tomamos una carta de mercado visible para sumarla a nuestros descartes. Como en el caso anterior, quienes hayan explotado tienen -1 monedas de oro, por lo que van detrás de los que tengan cero.

Si se produce un empate, quien tenga el gorro de capitán decide cómo se resuelve. Esa carta pasa al último.

Pirate King!

 

5. Nueva ronda

Enviamos las cartas reveladas a los descartes. Cada vez que el mazo se agote, barajamos los descartes.

Fin de Pirate King!

Tras la séptima ronda (al acabarse todos los monstruos), la partida termina. Cada jugador cuenta los símbolos de corona en sus cartas. Algunas cartas tienen un símbolo de interrogación dentro de una corona. Una es un punto, dos son cuatro y tres ocho. Si logramos cuatro, obtenemos trece. Con cinco, ganamos inmediatamente el juego.

El rey de los piratas, y ganador de la competición, será el que tenga la mayor cantidad de coronas. El gorro de capitán otorga una corona y, además, resuelve empates. Quien lo tenga elige al ganador.

 

PIRATE KING!: CONCLUSIONES

Es posible que me haya venido un poco arriba. La victoria será mía, pero esto me está costando más de lo que creía. Derroté a esa sepia gigante, pero iba a estar acompañada de una doble maldición. Y eso que todavía no la he cocinado a la plancha. A un patito de goma gigante. Bueno, esto no es muy espectacular, quizás lo elimine de mis memorias…

Durante una temporada, me obsesioné con hacerme más fuerte. ¡Hasta pillé una bomba! La cosa podía haber salido bien, pero, por descontado, salió mal. Me acabó explotando. Eso de que en la vida hay que arriesgar es un bulo más grande que el de Ricky Martin y la mermelada.

Pirate King!

Como empezaba a tener un futuro complicado, me especialicé en acumular oro. Así podría comprar lo mejor de lo mejor. Compré un timón de oro. También, un ancla de oro. Ya sabes lo que me gusta a mí un buen objeto reluciente. Bonitos, sí, pero peligrosos.

Una de cal y otra de arena. Volvió a sucederme lo mismo: a más riqueza, mayor riesgo de sufrir las temidas maldiciones. ¿Pero aquí no se descansa nunca? Mira que me vuelvo a mi polígono.

Me parece que los demás están avanzando y yo estoy en un punto de frustración importante. Hace tiempo que no acabo con una criatura marina. Observo a los demás sufrir mientras disfruto de una deliciosa naranjada a la sal. Tienes que probarla, por cierto. Un momento, pardillo, ¡te has dejado a tu querida Miss Brownie por aquí! Nah, paso de devolvértela. Tenías que haber reclamado a tu señora Coco a tiempo.

Explosión por aquí. Explosión por allá. Gracias, Miss Brownie, best friends 4ever, ¿verdad? Se te da de maravilla esto de causar explosiones a mis rivales. La competición ha llegado a su fin. Cuento con alegría mis coronas. Con nervios. ¿He ganado? Pues no, no he ganado. ¿Qué esperabas? ¿Puedo llevarme, al menos, el título a la más XuLaH de los siete mares?

Pirate King!

Pirate King! es un juego creado para los amantes del riesgo. Para los que quieren sufrir (un poquito) en la mesa. Un push your luck puro y duro. A diferencia de otros juegos del género, esa gestión del riesgo no se lleva a cabo en una pila común, sino en un mazo que cada uno construye en base a sus preferencias (y suerte).

El azar está presente, inevitablemente, pero al apoyarse en la construcción de mazos, una mala racha queda justificada en nuestras decisiones. Es posible que tengamos muchas maldiciones en nuestro mazo, pero eso no es fruto de la mala suerte, sino de las cartas que nos hemos llevado, ya sea al elegirlas o al no quedar ninguna otra.

Partimos de unos mazos iniciales idénticos en cuanto a efectos. Todos tenemos las mismas oportunidades. Desde la primera ronda, empezamos a tomar caminos diferentes. Encontraremos al jugador que se planta muy pronto, por si las moscas. Al precavido, pero poco. Al que se la juega al máximo y le sale mal. Al que se la juega al máximo y le sale bien. Éste se merece el más intenso de todos los odios.

El caso es que el manual nos dice que busquemos el equilibrio. Fácil, ¿no? Intento sacar un par de espaditas y monedas y ya me planto. ¡Qué sencillo en la teoría y qué complicado en la práctica! Nuestras decisiones se basarán en la situación de los demás. Los turnos son simultáneos, lo que ayuda no sólo a la rapidez, sino al análisis en tiempo real.

Pirate King!

¿Que ya han explotado todos o tengo más espadas y monedas que los que se han plantado? Exacto, momento de plantarme. Pero la cosa se tuerce cuando queremos que nos salga esa carta tan valiosa. Tiene que estar a punto. Otra más y seguro que sale. Otra más. Venga, otra más. Y claro, explosión merecida. Una segunda posición en las mayorías no habría estado tan mal.

No sólo tenemos en cuenta los símbolos de maldición, espada y moneda de las cartas que saquemos y pillemos, sino los efectos. Esos maravillosos y horribles efectos. Esos robos de cartas obligados, que llegan en el peor momento posible. No es fácil saber qué carta nos quedamos, pero ya llegaremos a eso más adelante.

Pirate King! está plagado de sorpresas de principio a fin. De momentos inesperados. Un efecto nos salvará de la explosión cuando todo esté perdido. Y ese otro efecto hará que el de la derecha explote sin que lo hubiera previsto. Nunca nada es seguro hasta resolverse todos. Emoción. Sonrisas al ver como todo lo ajeno cae.

Tras extraer cartas, llega la batalla. Se llama así, pero no es un combate como tal, de ésos de comparar ataques con defensas. Simplemente, el que tenga más espadas se lleva el monstruo que quiera. El segundo, el restante. Efectivamente. Querremos a esa criatura que tantos puntos nos da, ¿pero somos realmente conscientes de lo peligroso que resulta tenerla en nuestro mazo? ¡Dos maldiciones, ni más ni menos! Y, por si no te has enterado, con tres explotamos.

push your luck

Al acudir al mercado, seleccionamos una carta por orden de monedas. Sucede lo mismo que con los monstruos. Buscamos la mejor carta, lo que, en ocasiones, se traduce en un mayor riesgo de fracasar en una futura ronda. Llegados a este punto, conviene no perder de vista ese equilibrio. No jugar a lo loco. O, al menos, no demasiado. Atender a las cartas que ya tenemos para intentar que unas puedan contrarrestar a otras.

En la batalla y en el comercio, surgen muchísimas estrategias. Estaremos creando un mazo basado en fastidiar a los oponentes, interactuando con su zona. La interacción entre jugadores es grande, hasta el punto de influir en sus mazos. Generamos un mazo con perspectiva a largo plazo. Uno con la mirada puesta en el presente. No hay unos mejores que otros.

Con un poco de suerte, y bastante cabeza, hay muchas posibilidades de que sea efectivo. Querremos ser quien más espadas y monedas tenga para elegir primero. ¿Escogeremos la carta que mejor se adapte a nuestras tácticas o justo la que necesita el contrario por el mero hecho de fastidiar? Nuevo dilema a la vista, por si no había suficientes.

En medio del caos organizado, la memoria es muy útil. La necesitaremos para recordar lo que hemos comprado. Lo que han pillado los demás. Para no dejarnos a Miss Brownie en la zona de un rival. Este personaje se juega en zonas ajenas, sumando una maldición. Eso sí, si nos olvidamos de recogerla, se enfada y se queda con su nuevo propietario. Es sólo otro de los detalles originales que nos regala la propia rejugabilidad.

push your luck

Para el recuento de final de partida se suma la esencia de un set collection. No en su totalidad, sino en las coronas con símbolo de interrogación. Es muy difícil, pero hasta se puede ganar si tenemos cinco. Las sorpresas siguen. El de enfrente tendrá más coronas de las que creíamos. ¿No lo llevábamos todo calculado? Cualquier despiste puede dar la vuelta a todo.

La carta de gorro de capitán es más que un marcador de jugador inicial. Nos sirve para el recuento. Para elegir al ganador con un empate. Sin embargo, su mayor utilidad llega durante la partida. Se usa para decidir el orden de elección, algo de agradecer en momentos clave.

Esta intensidad de principio a fin se asienta en unas rondas perfectamente estructuradas. Esto facilita la jugabilidad y permite competir con personas que no están muy habituadas a los juegos de mesa. La extracción de cartas también se hace de forma ordenada, por columnas. Así, sacaremos carta principal todos a la vez (las cartas provenientes de los efectos las dejaremos bajo la principal, visibles).

juegos de mesa piratas

El manual está muy bien explicado. Termina con una siempre útil sección de preguntas frecuentes. Lo necesitaremos para entender y memorizar la simbología en las primeras partidas, pero ya podrá quedarse a un lado en las siguientes. En sus páginas centrales encontramos unas hojas para montar un bonito gorro de papel en sustitución de la carta. Que por falta de inmersión no sea.

Las mecánicas están muy cuidadas para que se fusionen entre sí, dando como resultado un divertido juego familiar. Emocionante. Interactivo. Sin análisis parálisis. Fácil de jugar, pero difícil de dominar. Nuestra mente no va a parar, analizando posibles situaciones y mazos ajenos. Al menos, la de los expertos que buscan tenerlo todo bajo control.

Si vamos a jugarlo en pareja, se aplican unas pequeña modificaciones. Sólo el que más espadas tenga participa en la batalla. Por su parte, el mercado lo compondrán cuatro cartas. Al elegir una, eliminamos otra, pensando en cuál necesitaría el rival y en cuál no va a tener pase lo que pase.

Ocurre lo mismo con las ilustraciones. El color permite la identificación de cartas de un solo vistazo, agilizando la ya de por sí rápida preparación de partida. Los dibujos, que imitan recortes de papel, se presentan en simpáticas formas.

juegos de mesa piratas

La mesa se llena de ratones, velas, zumitos, anclas, cañones, mapas y cofres, entre otros elementos del mundo pirata. El impresionante trabajo artístico se completa con unos personajes que parecen tener vida propia. Una simple imagen es el inicio para imaginarnos una arrolladora personalidad detrás. Una historia. ¡Te queremos, cocinero Rosy!

Una muestra más del cuidado y cariño que le pone Boquerón Games a sus juegos lo encontramos en los llamados huevos de Pascua. Pirate King! contiene alusiones a la cultura popular, pero también a sus juegos ya publicados: Remolacha y Patas Arriba. ¿Somos capaces de encontrar a las remolachas? ¿Al patito? Quién sabe si también hay referencias a futuros proyectos de la editorial entre sus cartas y en el interior de la caja…

 

COMPONENTES DE PIRATE KING!

  • 45 Cartas de Mercado
  • 40 Cartas Iniciales (8 por persona)
  • 14 Cartas de Monstruo
  • 10 Cartas de Capitán
  • Gorro de Capitán
  • Instrucciones (castellano)