Competir por ser el Gran Daimio de los clanes ninja tiene su lógica. Sin embargo, sabiendo que todos los Gran Daimio mueren misteriosamente (sin excepciones), ya no es tan comprensible la constante lucha entre todos los aspirantes. Pero hay gente para todo, por lo que no nos queda otro remedio que asesinar a los rivales para ser el último en sobrevivir. Así es Shinobi, un nuevo y original juego de cartas.
SEIS CLANES EN LA COMPETICIÓN
Shinobi (también conocido como Shinobi Assassins) es un juego de cartas de 4 a 6 jugadores, con partidas de 15 minutos de duración, creado por Josep M. Allué e ilustrado por Siscu Bellido. Con un precio que ronda los 9 euros, ya se encuentra a la venta de la mano de Gdm Games.
Cada uno de los jugadores se pone en la piel de uno de los seis clanes disponibles (Clan de las 7 Vidas, Clan Rhanobi, Octosushi, Sin San Güich, ¡Canzai! y Clan del Pez Volador). El proceso para elegir al Gran Daimio ha comenzado y el requisito para serlo es claro: ser el último superviviente.
En su turno, cada jugador asignará ataques al resto de participantes para posteriormente resolverlos. Esto puede significar la pérdida de vidas a los rivales y, dado que el engaño está más que permitido, pueden crearse situaciones de incompetencia y de complot.
UNA PARTIDA A SHINOBI
Antes de empezar, cada jugador elige uno de los seis clanes disponibles y recibe las cuatro cartas correspondientes. Todas ellas representan ataques con katana, cerbatana, sai y shuriken, pero están representados con diferente color. Además, se entregan tres marcadores de ataque (cubos negros) y cinco contadores de vida (cubos rojos). El primer jugador comienza el juego.
Una ronda se compone de dos fases: asignar ataques y resolver ataques. En la primera, cada jugador colocará una carta, boca abajo, delante de cada uno de los tres jugadores de su derecha. Deberá anunciar con qué arma se ha realizado el ataque para que el resto de jugadores lo marquen en la carta con los cubos negros. Por supuesto, no tiene por qué decir la verdad, por lo que, al atacar con una katana al Clan Rhanobi puede decir que es con una cerbatana.
Cuando todos hayan atacado, comienza la resolución de ataques. Empezando por el jugador inicial (que tiene la desventaja de no contar con ataques ya revelados), cada uno revelará dos de las tres cartas de ataque que el resto de jugadores le han colocado.
En caso de que los dos ataques revelados sean con el mismo arma, ese jugador perderá una vida. Además, puede denunciar un complot, girando su otra carta de ataque. Si las tres son iguales, serán los atacantes quienes pierdan una vida en vez de él. Sin embargo, si este tercer arma es diferente, ese jugador no solo perderá una por ataque, sino otra por falsa denuncia.
Por su parte, si son con armas diferentes ese aspirante a Gran Daimio no recibirá ningún daño. En este último caso, el jugador en turno pueda denunciar una incompetencia, girando su tercera carta. En caso de que el arma utilizada sea diferente a las dos anteriores, los atacantes pierden una vida. Si ese arma ya se ha utilizado para atacarle, es este jugador quien pierde una vida.
Una vez que todos hayan resuelto sus ataques, se vuelven a entregar las cartas correspondientes a cada jugador y comienza una nueva ronda. La partida finaliza cuando solo quede un único Daimio, es decir, cuando todos excepto uno hayan perdido todas las vidas.
¿LOS ATACANTES DICEN LA VERDAD?
Shinobi es un sencillo juego de cartas, ideal para jugarse entre partidas a juegos más largos o en las reuniones con amigos en las que se quiere evitar cualquier complicación. Su pequeño tamaño (con el mismo formato que SCAPE y ¡Abordaje!) lo convierten en una práctica apuesta, muy fácil de transportar.
El humor y los planes inteligentes son los protagonistas absolutos. El primero no solo está presente con el trágico final que le espera al Gran Daimio, que casualmente es el único que conserva sus vidas al final de la partida, sino en los interrogatorios que se pueden llevar a cabo entre acción y acción. En ellos, está permitido preguntar cualquier cosa y hacer gestos y sigue estándolo mentir, dando lugar a situaciones de risa en las que será difícil saber si nuestros rivales dicen la verdad.
Esto lleva a la segunda característica. En Shinobi es esencial saber qué trama el resto y qué estrategia han empleado con los ataques, pero también llevar a cabo una con la que obligar a perder vidas a los demás. Una mala jugada puede dar lugar a la pérdida de vidas, así como un despiste o una mala concentración.
En este juego priman las conversaciones y cuenta con un elemento clave: los eliminados continúan jugando. Aunque estos ya no pueden acceder a la victoria, sí pueden seguir jugando cartas con el objetivo de fastidiar al resto de competidores, algo que evitará el aburrimiento de quienes ya no tengan vidas.
Con ello, Shinobi es una pequeña joya con una mecánica de juego muy original. Con un precio muy económico, ofrece partidas rapidas y altamente competitivas en las que ganará aquel que mejor domine el arte del engaño y del disimulo. Los complots y la incompetencia crean situaciones emocionantes, probablemente las mejores del juego, en las que cada uno deberá decidir si se arriesga o no. Esto puede traer grandes recompensas, aunque las consecuencias pueden ser pésimas…
COMPONENTES DE SHINOBI
- 24 Cartas de Ataque (cuatro para cada uno de los seis clanes)
- 18 Cubos de Ataque
- 30 Contadores de Vida
- Meeple para Jugador Inicial
- Instrucciones en Castellano, Inglés, Francés y Alemán
3 thoughts on “Shinobi: engaños, incompetencia y complots para un «trágico» final”
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