Llama Dice, sello que ya cuenta con Aloha Pioha, Mondrian: The Dice Game y Ray Master como juegos publicados, trabaja en Waffle Hassle. Se trata de un reto que combina una mecánica de ‘draft’ con el control de áreas, donde preparar un delicioso gofre.
LOS TOPPINGS DE WAFFLE HASSLE
Waffle Hassle es un juego de cartas para 1 y 2 jugadores, con partidas de 10 minutos, recomendadas a partir de los 6 años. Se trata de una creación de Llama Dice, que cuenta con Isra C. y Shei S. como autores.
Por ahora en fase de desarrollo, es uno de los 25 finalistas del V Concurso de Protojuegos Verkami. No sólo podrá probarse en el Festival DAU Barcelona 2018, sino que puede descargarse de forma gratuita a través de su web oficial. Consta de cuatro hojas, que hacen un total de 18 cartas, sin ser necesario añadir ningún componente más.
En su modalidad básica, ambos participantes crean un gofre común. Su objetivo es que incluya sus ‘toppings’ favoritos y, ya de paso, los que no coincidan con los gustos del rival.
El primer paso es repartir siete cartas de gofre a cada jugador. Seleccionarán cinco cartas, dejando las restantes en el centro de la mesa, boca abajo, para dar forma al gofre central. Obtienen, además, una carta de ‘topping’. Una ronda consta de dos pasos, a realizar de forma simultánea.
Escogen una carta de su mano para dejarla delante suya y revelarla al mismo tiempo. El propietario de la carta con el valor más alto la sitúa primero en el gofre central. Es preciso que la carta colocada solape, al menos, otras dos.
A continuación, se intercambian las cartas de la mano para repetir la misma mecánica. La partida finaliza al agotarse las cartas, procediéndose al recuento de puntos. En base a la carta de ‘topping’, cada uno suma tres puntos por cada uno de sus ‘toppings’ favoritos que aparezcan en el gofre central.
Cada ‘topping’ normal añade un punto, mientras que los que no le gusten restan otro. El que tenga más símbolos de nata en la mitad del gofre más cercana a su posición se anota cinco puntos. El ganador será quien sume la mayor puntuación.
Esta combinación entre el ‘draft’ y el control de áreas va de la mano de la máxima interacción entre jugadores. Así, además de conseguir que nuestros ‘toppings’ predilectos queden visibles al final de la partida, se deberán truncar los planes del rival. Se completa con unas reglas sencillas.
Esta colorida propuesta cuenta con una variante en solitario (donde tener dos símbolos de cada ‘topping’ en el recuento), con otra para los más pequeños (sin intercambio de cartas) y con la opción de jugar dos partidas para determinar al vencedor.