Q Memory, ¿es posible reinventar un clásico?

juegos de mesa solitario

«Un ‘memory’ para el siglo XXI». Así define LittleHouse BoardGames Q Memory, su nuevo proyecto. Ahora bien, ¿cómo se crea un ‘memory’ ahora que todo parece haber sido explotado al máximo? ¿Cómo se reinventa uno de los géneros más populares y, por tanto, que más juegos ha inspirado? Reseñamos esta novedad, analizando todas las claves.

 

LA MEMORIA PARA COMPLETAR EL ENLACE CUÁNTICO

Q Memory ya es una realidad. Esta novedad de LittleHouse BoardGames ya está llegando a las tiendas, con un formato poco habitual: una caja hexagonal, de pequeño tamaño. En su interior, se guardan 18 losetas de colores y una hoja de ayuda. Las instrucciones (castellano e inglés) están disponibles en digital, para su consulta y descarga.

La editorial, responsable de End Of Line y Freedom, cambia por completo de género. En esta ocasión, sorprende con un reto de memoria, que nos lleva a completar un enlace cuántico (Quántico). La observación y la concentración resultan vitales para superar el reto, ya sea en solitario o de forma cooperativa.

Puede disfrutarse entre 1 y 6 jugadores, en partidas de 10 minutos, indicadas a partir de los 4 años. Siguiendo un sencillo esquema, descubriremos losetas en busca de un mismo color de fondo o de núcleo. Como en todos los juegos de la editorial, existen diferentes modalidades.

 

Q MEMORY: UNA PARTIDA

Para la partida, necesitaremos tres parejas de losetas. Cada una debe tener el mismo color de fondo y un núcleo distinto (blanco y negro). Se disponen boca abajo, formando un hexágono.

Q Memory

El turno consiste en revelar una loseta. Hacemos lo mismo con una segunda. Si coinciden el color de fondo o de núcleo, podremos seguir jugando. De lo contrario, las volveremos a dejar boca abajo. Se habrá producido una rotura del enlace, por lo que pasa el turno al siguiente, revelando dos losetas.

En caso de que los colores hayan coincidido, se revela una loseta más. Si las dos anteriores tienen el mismo fondo, la nueva deberá coincidir en color de núcleo. Ocurre lo mismo a la inversa: si ha coincidido el núcleo de las dos, la nueva tendrá que tener el mismo fondo. El éxito permite levantar otra, y así sucesivamente.

De no coincidir, se produce una rotura del enlace, volteando todas las losetas. La victoria llegará al revelar todas las losetas, siguiendo ese esquema. Habremos completado el enlace.

 

Q MEMORY: CONCLUSIONES

Muchas infancias han estado acompañadas del clásico ‘memory’, girando cartas o losetas en busca de dos iguales. No importaba que la baraja fuese temática o se apostase por una tradicional: el ejercicio siempre era el mismo.

En 2021, comprobamos como la fórmula no ha caducado. A día de hoy, las jugueterías siguen contando con este juego, ya sea en una edición o en otra. Localizaremos animales idénticos. A los personajes de Toy Story. A los de Star Wars. Puesto que el azar está presente en la creación del escenario, el reto no se agota.

Q Memory

Muchas editoriales aprovechan las modas y los estrenos cinematográficos para comercializar una nueva versión, con su correspondiente licencia. Otras tantas (aunque en un número mucho menor) apuestan por una vuelta de tuerca al género. ¿Es posible después de tantos intentos? Parece que sí.

LittleHouse BoardGames ha dado vida a un ‘memory’ del siglo XXI. Toma prestado lo mejor, para otorgarle un nuevo impulso. En primer lugar, recurre a un formato ideal para viajes. Su caja de pequeño tamaño permite que pueda disfrutarse en la piscina, en la playa, en el bar o en el tren. Primer punto a su favor.

Continúa con una temática que también se aleja de lo habitual. Tras adentrarnos en un laberinto, la editorial nos propuso poner en práctica las rimas. El empeño en ofrecer propuestas diferentes, que beben de elementos tradicionales, no decae con Q Memory. Ahora, hay un enlace cuántico por completar. Un guiño a la ciencia, en medio de lo abstracto, nunca sobra.

A partir de ahí, nos anima a crear nuestro escenario. Al igual que en el ‘memory’, la disposición cambia, por lo que las partidas son distintas. No buscaremos losetas idénticas, sino aquéllas que compartan un elemento. El fondo. El núcleo.

Q Memory

En las primeras rondas, el factor suerte desempeña un peso importante. A partir de ahí, la concentración tendrá la última palabra. ¿Ésa de ahí era la loseta naranja con núcleo negro? ¿Y ésta? ¿Dónde estaba la amarilla de núcleo blanco? El hecho de tener que recordar dos elementos por loseta complica, en parte, la existencia.

Exige de cierto esfuerzo para completarlo en el menor número de rondas posible. Siempre podemos anotar las marcas para superarlas en retos posteriores o cronometrarnos. La presión y los nervios no ayudan, pero harán que crezca la emoción.

En plena búsqueda, la memoria será nuestra mejor herramienta. Al levantar dos losetas correctas, es decir, aquéllas que coincidan en fondo o en núcleo, continuamos. Esta vez, habrá que encontrar una opuesta a ese éxito anterior. En el momento en que algo se trunque, vuelta a empezar.

Aunque a priori pueda parecer algo lioso, la jugabilidad de Q Memory responde a un claro esquema. Lo tendremos en la hoja de ayuda y, en menos de lo que esperamos, en la mente. No es para menos, puesto que sigue la propia lógica. Igual. Contrario.

En función del número de jugadores, nos encontraremos ante situaciones diferentes. Es un desafío que funciona a las mil maravillas en solitario. No habrá esperas en las que nos comamos las uñas, ni reproches al compañero. La culpa será toda nuestra.

Q Memory

En pareja también es divertido y gratificante. Existirán los reproches. ¡Qué bien sienta regañar al otro y justificar nuestros fallos! La experiencia continúa siendo rápida. Conforme crece el número, como es lógico, aumentan las esperas. Si el grupo es muy grande, quizás nos quedemos sin jugar, ya que puede ser que el enlace esté resuelto antes de tiempo.

Para adaptarse a todas las necesidades, ofrece diferentes modalidades. Podemos reducir la dificultad, volteando losetas antes de empezar, durante unos segundos, o aumentarla. Quizás, queramos utilizar más losetas o incluso alternar entre círculos cuánticos. Habrá más restricciones a la hora de continuar con el enlace, por lo que las roturas serán mucho más habituales.

Q Memory ofrece las suficientes posibilidades como para personalizar la experiencia al máximo. Incluso permite cambiar la cooperación por la competición, en la que cada uno trabaje sobre su propio escenario, o realizar cambios entre losetas en mitad de la partida. Evita que el juego se quede olvidado en la estantería.

Es normal que el modo básico se nos quede corto muy pronto, algo que todas esas variantes solucionan. El hecho de contar con piezas tan sencillas también invita a crear reglas caseras. ¿Nos atrevemos con un reto semicooperativo? ¿Y si nos marcamos unos objetivos o introducimos un sistema de puntuación para organizar un campeonato? ¿Una carrera?

Q Memory

Esta novedad consigue atraer a jugadores nuevos y a habituales. La esencia del clásico está ahí, pero se ha transformado para dar forma a un título repleto de opciones. A su práctico tamaño y a su atractiva jugabilidad, se suma ese original esquema como atractivo. Como ya hemos visto, sus múltiples modalidades permiten que brille por una larga temporada.

El hecho de funcionar tan sumamente bien en solitario y en pareja ayuda a querer introducirse en su mundo. Se completa con unas losetas duras y resistentes, capaces de aguantar el paso del tiempo. Los momentos de alegría. Las rabietas, por no lograr el objetivo.

Enganchará a los amantes de la cooperación. Serán ellos los que impongan sus condiciones de derrota, puesto que en el manual no hay un número de intentos fijado. Tal vez, sólo quieran relajarse entre retos más complejos. Olvidar un día duro o el mundo exterior.

Los beneficios vuelven a estar presentes, al igual que en los otros juegos de LittleHouse BoardGames. Niños y adultos se verán envueltos en un ejercicio constante de memoria, practicando con su capacidad de concentración. Los más pequeños se introducirán en el reconocimiento de colores, comprobando como el esfuerzo da sus frutos.

Será un momento de unión entre padres e hijos, trabajando por un objetivo común. No menos importantes son los nexos que genera con nuestros mayores. Al estar basado en un clásico, asimilarán las reglas sin problemas. La simplicidad en sus piezas ayuda en la manipulación, aunque haya problemas de visión. Pondrán a prueba la mente para que no se oxide. Por desgracia, no existe una simbología para ayudar a personas con problemas de daltonismo.

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Q Memory no se olvida de ninguna edad. De los grupos grandes y pequeños. De los solitarios. Invita a cooperar, sin desterrar la competición. Crea retos fáciles. De dificultad media. Increíblemente exigentes.

El que ha sido un lanzamiento sorpresa ha llegado para amenizar los planes veraniegos, para utilizarse en las aulas y para las reuniones en casa, con manta de por medio. Demuestra como las grandes complicaciones no siempre son necesarias para crear grandes juegos. Las mentes brillantes no precisan de componentes rebuscados para destacar.

 

COMPONENTES DE Q MEMORY

  • 4 Losetas Naranjas
  • 4 Losetas Azules
  • 4 Losetas Verdes
  • 2 Losetas Moradas
  • 2 Losetas Rojas
  • 2 Losetas Amarillas
  • Hoja Resumen
  • Código Instrucciones (castellano, inglés)